Capitulo 21. "Somos Jovenes".

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-Bueno... el auto se va para... el señor.- Mientras conversaba conoci a una familia que tenía que ir y venir del hospital porque su hija no solo padecía de diabetes, algo que estaba bajo control, sino que tenía deficiencia renal. No tenían auto y por lo tanto ir al hospital a veces se les complicaba porque no siempre había dinero para la locomoción. Si, no eran una familia con dinero.- Sr. Campusano.- Aplaudi para que los demás me siguieran. El apellido del papel era de un socio de la fundación, adinerado desde pequeño, no necesitaba el auto como el señor campusano, padre de la niña con deficiencia renal, quien no compró numero alguno en la rifa. Cuando subió, extrañado, humildemente dijo.

-Yo no compré ningún número.- Sonrei y le estreche la mano.

-Descuide, yo lo hice por usted.

-Eso es trampa, no me lo merezco.

-Créame, señor. Usted se merece más que un auto.- Y así transcurrió el evento, las charlas motivacionales vinieron de alguien con discapacidad. Tenía la mitad de un brazo y era uno de los biólogos destacados de la universidad, con tres títulos. Ha hecho investigaciones que han ayudado a decir varias cosas y ayuda a muchos científicos. Cuando tuvo el accidente y perdió el brazo, él solo quería morir... pero de a poco se dio cuenta que había tenido suerte y que no era malo del todo... que incluso no se le dificulta hacer nada.

* *

-Gracias por haber asistido... Gracias por venir...- Me despedía de los últimos invitados con una sonrisa que en ese minuto era fingida por el cansancio pero me gusto hacer el evento. Mi hermano estaba igual que yo, de cansado.- Gracias por haber venido... al fin, quiero dormir.

-Yo ahora me voy. Eli me está esperando.

-Bien, adiós Frank.- Mi padrastro se fue rápido, mi madre no habia ido al evento porque segun tenia cosas que hacer y a Frank no le gustaba dejarla sola mucho tiempo, el es un buen esposo.

-¿Y bien, te divertiste Kev?

-Algo... conocí a unos niños muy lindos.

-La ayuda los pone así.- Kevin rio.

-Si, claro. Mírame... sin ayuda ¿Te vas a tu casa, ahora?

-Si, estoy muerto.

-Ethan, por favor. Somos jóvenes... tienes que... divertirte. Te llevaré a un lugar que espero y te guste.

* * *

-Kev... es un burdel...

-Si... ya ha pasado tiempo que no ves una mujer con poca ropa... y es excitante cuando no es tu mujer.

-Kevin, no quiero entrar ahí.- Vi si había alguien que nos estuviera viendo.- ¿Qué tal si nos ven y me meto en problemas?

-No hay nadie... y muchos hombres casados vienen acá.

-Pero no yo.

-Vamos... es solo un par de horas.

-¿Cuántas?

-Son las once, hasta las tres.

-Dos...

-Dos y media.

-Dos y un cuarto.

-Hecho, pero ahora... tienes que entrar.

-¿Y si alguien nos reconoce?

-No pueden abrir la boca, acá hacen cosas ilegales.

-Kev, vayámonos. No me gusta el lugar.- Veía hacia todos lados, habían mujeres bailando en el caño, otras sentadas en las piernas de unos caballeros... otras complaciendo públicamente a los hombres.

-No nos iremos antes de las Dos con quince.

-Si Kate algún día se entera de esto, va a matarme!

-No se enterará... ya ven...

-Juro que solo miraré...

* * *

-¿Cuánto quieres para quedare callada?- Me puse bien el pantalón y mire a la prostituta que tenía al lado.

-Tres mil dólares.

-Me parece una cantidad enorme para no haber tenido nada.

-No es mi culpa que te hayas arrepentido.

-Dos mil dólares...

-Recuerda que yo pongo el precio.

-Si quiero te denuncio por consumir drogas. Te hacen el examen y terminas perdiendo...

-Está bien, dos mil...

-Mil quinientos.

-Hecho...

-Tienes que prometerme que no volverás a mi vida nunca más.

-Es un trato... yo no prometo porque generalmente prefiero romper tratos que promesas.

-¡No puedes romper este trato!

-Está bien, pero no te enojes ¿No puedo tampoco presumir con mis amigas que casi me acuesto con un famoso empresario, el gran y generoso Ethan White?

-No creo que sea el primer famoso... y no, no puedes.

-No, no eres el primero.

* *

-Kevin, no quiero que nadie se entere de lo que pasó anoche.

-Tranquilo, hermano. Cuenta conmigo. Pero no entiendo ¿por qué no lo hiciste?

-No puedo hacerle eso a mi mujer está en coma. Si ya es feo hacerlo cuando ella tiene todos sus sentidos... es demasiado feo hacerlo cuando ella está en coma.

-Si es buena esposa entenderá que eres hombre y no puedes estar mucho tiempo sin sexo.-Blanquee los ojos y nege con la cabeza. Estabamos en la cafetería del hospital esperando que la hora de visita llegara.- Además te pueden salir callos en las manos si sigues masturbándote.- Casi escupi mi café, Kev lo dijo tan indiferente y en un tono tan alto que las demás personas se quedaron en silencio y lo miraron. Yo solo baje la mirada y segui tomando mi café.- Podrías haberme discutido un poco más... y nadie te hubiera mirado.- Kev siguió indiferente como si el tema fuera el más aburrido, ni si quiera despegaba la vista de su desayuno.

Lo SientoWhere stories live. Discover now