Capítulo 25

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Pasó una semana desde la muerte de Logan. En el instituto logré que me creyeran, pero no la mayoría lo hizo. Camille también tenía buena lengua para estas cosas.

Thomas hacía como si yo no existiera, Becky salió casi todas las noches con Steven, April estaba muy a gusto con Anthony y Kate se la pasaba entre chico y chico. Y yo me sentí muy sola. Mis amigas me dejaban de lado, seguramente a propósito. El miércoles en Química tuvimos un examen sorpresa con un compañero aleatorio. En mi caso, me tocó con Andrea Holmes. Me cayó realmente bien, y desde entonces nos empezamos a tratar.

- ¿Quieres ir a una fiesta mañana? -me preguntó Andy, encendiendo un cigarrillo. Me miró con una ceja elevada. Ya era viernes, y realmente necesitaba salir.

- Claro. ¿Qué hay?

- Paul Duncan hace una fiesta en su casa. Todo el mundo va a ir.

Hacía mucho que no asistía a fiestas. Me sorprendía que Andy asistiese a alguna: era una chica un tanto ruda, fácil de molestarse pero muy en el fondo simpática. Amaba el rock, pero también la literatura y el arte. Siempre vestía con jeans, camisetas sueltas, alguna que otra campera y muchos collares. La habían echado de su antiguo instituto por rayar con aerosol "El director es la reencarnación de Hitler". Además de dibujar con marcador permanente en el tablero de la clase un mono fumando marihuana, también pinchó dos ruedas de su profesora de español por no aprobarla en un examen. En fin, esta chica era un caos. Su pelo era oscuro con unos mechones verdes, sus ojos azules y tenía un piercing en la ceja izquierda.

- Si, claro. Tenía muchas ganas de salir.

Andy me sonrió, y le dio otra calada a su cigarrillo.

Llegó el sábado, y yo estaba saliendo de la ducha. Becky estaba en mi habitación, muy bien vestida. Vestía con un simple vestido negro algo ajustado y unos tacones con brillantina. Tenía el pelo atado en una alta cola con unos pendientes grandes.

- Quinn, venía a avisarte que iba a ir a una fiesta, volveré un poco tarde.

La miré con recelo.

- Ah... Si, ya me había enterado de esa fiesta. Pensé que me avisarías para que fuéramos juntas -le sonreí con cierta falsedad. Vaya la amiga.

Becky no se lo esperaba, y me miro con los ojos abiertos.

- Perdón... No pensé que realmente quisieras salir... Pensé que por el asunto de Logan...

- Pues pensaste mal -le interrumpí-. Necesitaba realmente salir y despejarme de todo pero, ¡claro! A mis amigas les importa más sus novios.

Becky abrió la boca para contestarme, pero la interrumpí de nuevo.

- ¿Sabes qué? Ni te esfuerces. No quiero de tu lástima -me dirigí al armario-. Y para que sepas yo iba a salir de todos modos.

Saqué ropa buscando un atuendo perfecto, pero Becky no se había ido aún.

- Ya, vete -le espete con fuerza.

Después de unos minutos, se escuchó la puerta cerrarse. Nadie iba a hacerme sentir menos.

Me puse un top blanco con bordados y una falda azul cielo. Me maquillé con delineador líquido negro y los labios rosa pálido. Llamé al celular de Andy.

- ¿Ya estás lista? Paso por ti en diez minutos -me dijo apenas contestó.

- Sí, te espero.

Y en diez minutos estuvo fuera de mi casa. Al subirme a su Volkswagen Scirocco blanco, vi que vestía con un top gris sin mangas y una falda roja ajustada. Llevaba más maquillaje que de costumbre y se había rizado el pelo.

- Vámonos de putas -me dijo con una sonrisa.

Llegamos a la fiesta, que estaba atiborrada de gente. Las ventanas y puertas estaban abiertas y se veía una masa de chicos gritar desde dentro. Había poca luz, y se escuchaba a todo volumen Pursuit of Happiness de Kid Cudi.

Andy estacionó el coche a unas manzanas. Apenas entramos, se sintió un olor a alcohol y marihuana por toda la casa. Algunos bailaban al ritmo de la música (otros a su propio ritmo). Otros bebían, o cantaban desafinadamente, o hablaban entre ellos, o incluso se comían a besos contra la pared. Paul era un chico popular por sus fiestas, éstas fiestas.

- ¡Esto es genial! -me gritó Andy por encima del bullicio y la música- ¡Vamos por un trago!

Llegamos a la cocina, y unos chicos estaban experimentando con alcohol en el microondas, pero Paul llegó de inmediato y sacó el vaso del microondas. Andy sirvió en dos vasos grandes una buena cantidad de Vodka, y luego le echó un agua saborizada.

- ¡Prueba! -me dijo, pasándome el vaso.

Lo tomé y bebí un sorbo. Podía aguantar el alcohol, no es como si no estuviera acostumbrada. Le agarré el gusto y tomé más con ganas. Andy se rió y me acompañó.

Cerca de media hora me sentí mareada, pero feliz y llena de adrenalina. A lo lejos, vi a April con Anthony conversando en un pasillo. Andy se me acercó al oído y me dijo:

- ¿Esa es una de tus grandes "amigas"?

Mire con odio a April. La verdad no se había comportado como tal desde que salía con Anthony. Mire a Andy y le sonreí.

- ¡Mira esto!

April vino a la cocina a buscar una bebida y yo aproveché el momento. Me acerqué coqueta a Anthony.

- Hola -le dije en tono seductor.

Anthony tardó en reaccionar, y luego me sonrió. Había bebido.

- ¿Qué tal?

- Te sienta muy bien esta camisa -me acerqué a su oído; mi tono seductor no se había ido-. Me fascina.

Pasé mis manos por su cuello, y enrede mis dedos en su pelo. Lo miré directo a los ojos, con una mirada sexy. Anthony miró mis labios y sin pensarlo, me besó con fuerza.

Por el rabillo del ojo vi a Andy, que sonreía animada sin poder creerselo. Y detrás de ella, estaba April, mirándonos atónita y con ojos cristalinos.

N/A

*La de la foto es: Andrea Holmes*

Maldita PerraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora