Capítulo 5

375 21 0
                                    

CARA A CARA

20 de Noviembre de 2015

Días después todo seguía igual, había mantenido mi supuesta enfermedad un para de días, pero después tuve que volver al instituto muy a mi pesar. Había intentado averiguar mas cosas pero parecía que todo estaba cerrado, no había manera de saber cosas nuevas ni de acceder a información mas confidencial. Por otra parte allí donde miraba siempre estaba Chris, mirándome, siguiéndome,... estaba asustada y no quería decir nada para no meter a nadie mas por el medio. Chris era peligroso y a cualquier persona que involucrara podría irle muy mal. Así que encerrada por todos lados solo tenia una solución : encararlo y decirle lo que sospechaba de él. Podían pasar dos cosas si hacia eso: que se sintiera descubierto y atentara contra mi o que se fuese huyendo y no volverlo a ver. Ninguna de las dos opciones era de mi agrado pero era lo único que podía hacer.
Llegué al instituto; como no, estaba esperándome en la puerta, entre sin mirarlo y me dirigí a mi clase. Mi profesor empezó, pero yo solo pensaba en que iba hacer con Chris, cuando lo vi pasar por la puerta. Pedí permiso a mi profesor para ir al baño y lo seguí. Cuando estaba la suficientemente cerca lo llame.
Dulce : Christopher - temblaba solo de decir su nombre, y es que a pesar de mis sospechas no podia evitar ponerme nerviosa cuando lo sentía cerca.
Se giró sorprendido al oír mi voz, creo que era la primera vez que lo llamaba por su nombre.
Chris:  ¿ Que haces fuera de clase? ¿ Estas bien? - me miró preocupado.
Dulce :Estoy bien, es solo que te he visto pasar y he salido detrás de ti.
Chris: ¿ Por? - estaba súper sorprendido, lo podía notar en su cara
Dulce : Quiero hablar contigo - le solté finalmente sin pensarlo.
Chris : ¿De que quieres hablar?
Dulce :  De porque, si no eres profesor, estas aquí -  En el mismo momento que lo dije me cogió del brazo y me metió en una aula vacía.
Chris : ¿Qué estas diciendo? 
Dulce : Que lo se todo, te oí la semana pasada diciendo que no eras profesor y que estabas aquí por otra cosa.
Chris : Sabia que lo habías oído -se movía nerviosamente alrededor de mi- lo que no entendía porque no me decías nada.
Dulce :Esperaba a ver que hacías.
Chris :¿ Sabes? - acercándose hacia mi - esto no es un tema para hablarlo así. Si quieres que responda todas tus preguntas, veámonos esta tarde en mi apartamento y te responderé todo lo que me digas.
Dulce : Clarooooo!!!! Tu estas loco si crees que voy a ir a tu apartamento los dos solos - le terminé gritando
Chris : No grites que nos van a oír todos.
Dulce : ¿Tienes miedo de que la gente nos escuche? - intentaba hacerme la valiente mientras por dentro me moría de nervios.
Chris : Yo no, ¿y tu tienes miedo?.
Dulce: ¿ De ti? En mi vida.
Chris : Entonces, ¿ porque no quieres que nos veamos esta tarde? ¿ porque te pones nerviosa cuando me acerco? - acercándose hacia mi poco a poco.
Dulce : Tu no estas bien de la cabeza -alejándome todo lo que podía de él - obvio como crees que voy a ir contigo , a un apartamento, los dos solos, sabiendo que eres un tipo mentiroso que se hace pasar por profesor y a saber en cuantas cosas más nos mientes. Y por cierto aléjate de mi o empiezo a gritar como una loca.
Chris: No te atreverás a gritar si sabes lo que te conviene - acercándose un poco más a mí.
Dulce : No tiente a tu suerte
Chris : Venga vamos, a ver como gritas - empezó a provocarme y si había algo que podía conmigo era que la gente me desafiara, así que solo por eso empecé a gritar como una loca.
Dulce : Aaa... - No había soltado mi segundo a cuándo sentí su boca sobre la mía.
En ese momento el mundo se paró, olvidándome de todo y de todos, solo sentía sus dulces labios sobre los míos, besando tiernamente, mientras sus manos sujetaban firmemente mi cara. No pude ni quise apartarme, aunque lo negara era algo que había imaginado desde que lo ví por primera vez. Y no era para menos, Christopher no era el típico adolescente de 18 años. Eqra alto, medía 1,80 metros, y de complexión delgada pero con los músculos definidos suavemente, con el pelo corto de color castaño y los ojos de color verde. Sería el chico perfecto de no ser porque era un mentiroso y un posible asesino. Espera, ASESINO, al recordar esa palabra salí del trance en el que estaba y lo empujé fuertemente rompiendo por fin el beso.
Dulce : Ni se te ocurra volver a tocarme - le grité mientras le daba una cachetada.
Me giré y los mas dignamente que pude salí por la puerta, andando deprisa y dando un fuerte portazo. Llegue al baño y me metí rápidamente cerrando la puerta tras de mí.
Apoyé mis manos en el lavabo, viéndome en el espejo fijamente. ¿ Que había hecho? pensé. No podía ni si quiera imaginar tener nada con él. Era más mayor que yo y lo más importante, era el asesino o presunto asesino de mis padres y veinte- nueve personas más.
Estuve un rato allí hasta que me calmé lo suficiente para volver a clase. El resto del día lo pasé evitándolo todo lo que pude, hasta que en la última hora, al entrar al aula, ví que encima la mesa había un papelito doblado con mi nombre.

Perdón por el beso, era la única forma de que no nos descubrieran. Si aún quieres saber cosas, te espero a las 20:00 horas en el parque cerca de tu casa.
Si a las 20:15 horas no estas, se que no quieres saber nada de mí y me iré.
Pd: las cosas no siempre son como
uno cree.

¿ Ahora que hacía? Una parte de mí me decía que tenía que ir si o si, tenia que saber lo que ocultaba y si era necesario hacerlo confesar para llevarlo a la policía; y otra parte decía que lo olvidara e intentara vivir tranquila que si tenia algo que ver la policía lo averiguaría tarde o temprano. Era una gran decisión y no tenia con quién hablarlo, y es que aunque Laura siempre me decía que estaba ahí para mí, sabia que si le decía lo que intuía lo único que haría seria ir a la policía directamente y prohibirme acercarme a él. Sabiendo que eso era lo mas lógico era lo único que no quería hacer. Quería ser yo quien averiguara la verdad, y si era necesario denunciarlo. Es que por muchas sospechas que tenia una parte de mí me decía que él no era culpable, aunque mis vagos recuerdos y las circunstancias indicaran todo lo contrario. Sin darme cuenta había elegido ya lo que iba a hacer, solo faltaba esperar a la hora y que todo saliera bien.

Un SeGundoWhere stories live. Discover now