4. Todas las mentiras son cortas

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Eunhyuk se había metido en su coche pero aún no había arrancado ya que estaba mirando unos mensajes de su móvil. Cuando alzó la vista y vio a los borrachos en la puerta algo le dio un mal presentimiento.

Vio salir al compañero de Donghae del lugar sin que le dijeran nada, pero eso no hacía que el actor se calmara, había algo en esos hombres que le hacían pensar que algo iba a ir mal en cuanto vieran al camarero que se negó a servirles más alcohol... y así fue.

Donghae salió del bar y se los encontró allí de repente. Uno de ellos se acercó a él y lo agarró de la camisa empujándolo contra la pared, dejándolo allí aprisionado mientras los otros decían cosas para animarlos a pelear.

Eunhyuk salió del coche y se dirigió hasta donde estaban ellos. Donghae se intentaba separar del agarre y le metió una patada al tipo que le estaba agarrando, haciendo que lo soltara y se echara hacia atrás. El actor les dio un empujón a dos de ellos y agarró el brazo de Donghae tirando rápido de él para que salieran de allí corriendo hasta llegar al coche.

-¡Sube! –gritó dándole aquella orden y enseguida se montó él, viendo que los tíos aquellos iban corriendo un poco torpes por el efecto del alcohol.

Donghae hizo caso y se subió en el coche, salieron deprisa de allí y el mayor condujo en silencio hasta unos kilómetros más hacia delante en la misma carreta, donde aparcó en cuanto encontró un sitio y luego miró al menor.

-¿Estás bien? –preguntó el castaño preocupado por el otro.

-Sí...Pero... ¿Por qué de repente...? ¿Cómo lo has hecho? ¿Dónde estabas? Me has salvado de nuevo... –dijo Donghae avergonzado mirando a otro sitio.

-Estaba en el coche cuando os vi... ¿Dónde vives? Te llevaré hasta tu casa para que no traten de matarte de nuevo –dijo el mayor.

-N...no es necesario... Yo puedo bajarme aquí –dijo Donghae buscando abrir la puerta.

Eunhyuk arrancó porque así no podía salir ya que estaban en marcha y empezó a conducir por la misma calle.

-Dime dónde vives... Si no me lo dices tendremos que ir a mi casa –dijo el mayor atento a la carretera.

Donghae abrió los ojos cuando escuchó eso, ir a la casa de Lee Eunhyuk por la noche... Todo parecía surreal y una parte de él se moría de ganas por ir a su casa y la otra parte le decía que no.

-Eh... ¿Me lo dices en serio? –preguntó el camarero en un hilo de voz.

-Pues claro... ¿Entonces vas a hacer que te lleve a mi casa? –preguntó Eunhyuk girando por una calle.

-No, no... Yo... Yo vivo por aquí cerca –respondió el menor.

Le fue indicando por donde tenía que ir hasta que se pararon en la puerta de su casa, estaba su perro ya ladrando porque estaba inquieto esperando a que su dueño llegara sano y salvo. Se quedaron en el coche en silencio cuando se apagó el motor y los dos se miraron.

-Es aquí... Gracias por traerme aunque no hacía falta... –dijo Donghae apenado mirando a otro lado.

-No ha sido nada –dijo Eunhyuk.

Ambos escucharon como se cerraba una puerta y miraron por la ventanilla, era el abuelo de Donghae que tenía al perro atado e inquieto por reunirse con su amo. El hombre los miró un instante sin decir nada y luego hizo que el perrito se sentara a esperarlo.

-¿Ese perro es tuyo...? –preguntó Eunhyuk, aun mirando por la ventana.

-Sí... se llama SangChu...Es mi mejor amigo –dijo sonriendo un poco tímido el mayor.

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