|Último capítulo|
-Estoy cansada de andar Dani.
-Deja de quejarte, ya queda menos.
-Eso mismo dijiste hace media hora - se paró y se dió la vuelta.
-No me mates, pero creo que nos hemos perdido.
-Eso lo sé desde que nos bajamos del coche - rió.
-Bueno, pues acampamos aquí.
-¿Aquí? - miré el claro rodeado de árboles un poco mal.
-¿Qué tiene de malo? - dejó las maletas en el suelo, y comenzó a sacar la tienda.
-No sé, tal vez que puede haber osos, asesinos, vampiros, ¡o incluso hombres lobo, Dani, hombres lobo! - grité gesticulando con los brazos exageradamente.
-Relájate, aquí no hay lobos, ni asesinos, y siento decepcionarte cariño, pero, los vampiros y los hombres lobo, no existen.
-¿Me has dicho cariño? - se rascó la nuca.
-Dejemos el tema.
-¿Vamos a hacer una hoguera? - asintió - ¡BIEN! - se asustó por mi grito y rió.
-¿Por qué tanto entusiasmo?
-Me encantan las hogueras, me recuerdan a la familia, no sé por qué.
-Bueno, puedes ir a recoger leña mientras yo monto la tienda.
Me acerqué a él - ¿y qué tal si montamos la tienda juntos y vamos a por leña juntos? - le quité la tienda que tenía en las manos. Estábamos muy cerca.
-¿Te da miedo? - levantó una ceja y me miró con burla.
Resoplé - Para nada, solo que no quiero que la tienda se me caiga encima mientras estoy durmiendo - me besó.
-Tienes miedo, y lo sabes.
Lo ignoré y montamos la tienda.
-
-No encuentro ni una sola ramita.
-Mira bien, yo llevo un montón.
-Tendrás rayos x o algo, porque yo no veo nada - forcé la vista para ver mejor - además, yo preferiría haber dormido en el coche, ¿sabes? Al menos tiene calefacción, aunque estemos en verano, aquí hace frío - Dani no me contestó, de echo, no sentía sus pasos detrás mía, pero me olvidé de ello cuando vi una ramita seca en el suelo - ¡He encontrado una! - me di la vuelta.
No, esto ya si que no.
-¿Dani? ¿Dónde estás? - nada - ¡No me gusta jugar al escondite sin saber que juego! - miré hacia todas partes - ¿pero dónde se ha metido este chico? - susurré.
Intenté retomar el camino a donde habíamos montado la cabaña, y digo intenté, por que no lo conseguí.
-¡Dani, tengo miedo! ¡Sal de donde quiera que estés! - me estaba asustando de verdad.
Escuché un crujido a mi lado. Mi corazón latía mucho más rápido de lo normal.
-¡BOOOO! - una especie de oso retrasado intentó asustarme.
Comencé a reír a carcajadas - ¿Pero de qué te has vestido? Más que miedo me dan ganas de abrazarte.
-Bueno, algo es algo.
-¿De verdad que pretendías asustarme vestido así?
-Es lo que he encontrado, pero me pica todo, así que voy a quitármelo.
Seguí riendo - Eres tan tierno.
-
-Venga, hagámonos preguntas - estábamos los dos acurrucados frente a la hoguera.
-¿Cual es tu canción favorita? - le pregunté.
-Photograph.
-De Ed Sheeran - le interrumpí - esa también es mi canción favorita.
-Mis padres quieren conocerte.
-¿Qué? Pero si ya me conocen.
-Pero...
-Además - le interrumpí - ni si quiera somos... - levantó las cejas - ¿Me estás pidiendo...? - asintió.
-Sí, pero no me dejas hablar - sonreí - ¿Entonces qué dices? ¿Quieres ser mi novia?
Me volví y lo besé - Pues claro que sí, ya decía yo que estabas tardando mucho en pedírmelo.
-¿Estabas esperando a que te lo pidiera?
-Claro - reí - Te quiero.
-Te quiero.
---------------------
YOU ARE READING
Un ratito más.
Teen FictionNo creo en la suerte, pero ahora mismo estoy dudando. Dios, ¿qué clase de padres tiene este chico para ser tan guapo? Tal vez no sería tan malo tener vecinos nuevos, y mucho menos si es él. ·Historia corta·