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Harry se había ido a dormir en la sala después que la fiesta terminó mientras yo me hacía cargo de Chandler, todavía seguía en shock.
A la mañana siguiente Harry salió a trabajar alrededor de las 7 dejándome sola con su amigo el cual todavía no despertaba.
Miraba detalladamente su rostro, sin duda Chandler estaba mucho mas grande y guapo, su cabello estaba un poco largo y el estaba mas delgado de lo normal, me quedé viéndolo hasta que me quedé dormida unos minutos y cuando desperté y traté de quitarle el trapo mojado de la frente me di cuenta que ya se había despertado.
Chandler me miró a los ojos y mi mundo se detuvo, por primera vez en varios años estábamos frente a frente, en ese momento solo éramos el y yo solos en aquella habitación.
-¿______?
-Chandler-dije y se me escapó una sonrisa.
-¿en verdad eres tú?-tocó mi rostro-por favor dime que no estoy soñando ______.
-soy yo Chandler...soy yo-Chandler tomó mi rostro entre sus manos y unimos nuestras frentes por un buen rato, lo único que se escuchaba eran nuestras respiraciones.
-no sabes cuánto te extrañé _____, todos estos años sin ti han sido espantosos, tuve que escapar de mi...-su garganta se empezaba a cerrar mientras se ponía rojo
-Chandler tranquilo, mírame, estoy aquí ahora, tranquilo, Chandler ¿me escuchas?-lo abrase haciendo que se calmara un poco.
-no te vuelvas a ir-me susurró-por favor.
-no lo haré-tomé su mano.
Por dentro estaba muy confundida, ni siquiera me acordaba de mi novio Harry...por dios que me está pasando, todo esto era tan pero tan confuso, en ese momento tenía que pensar muy bien las cosas.
