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Juntemos a las chicas, parecía igual de absurdo que todo lo demás. Lo sabía, pero no podía dejar de intentarlo por más que intentaba convencer a su mente de que aquello era lo correcto.

Juntar a las chicas.

Jamás había tenido algún problema con Normani, su amistad siempre había sido tranquila y llena de ocurrencias, le gustaba platicar con ella porque siempre tenía algo maravilloso que decir, o un hermoso consejo que dar; aunque Camila en realidad jamás siguió alguno de aquellos consejos, siempre habían parecido mejor los consejos de Dinah Que se joda, no le des importancia, o el mejor de todos blah.

Cada cuadra que avanzaba, cada segundo que pasaba dentro de su automóvil tratando de pensar en la mejor manera de convencer aunque sea a una de las chicas, comenzaba a ponerla demasiado ansiosa. Sentía que le faltaba la respiración y sentía sus sudorosas manos en el volante de su automóvil.

Estaba segura de que debió de haber tomado una ducha antes de aventurarse a recorrer la ciudad en busca de su ex compañera, incluso estuvo a punto de regresar a su hogar y ducharse, tal vez el agua fría la ayudaría a pensar en una mejor manera de cumplir su misión que sólo presentarse en la academia de danza y decir "Juntemos a Fifth Harmony". Tal vez primero debió de haber ido en busca de Dinah.

O de Ally. Estaba segura que a Ally sería más sencillo convencerla, la chica más bajita tenía un corazón hermoso que aceptaría ayudarla en complacer a Beth en cuanto se lo propusieran.

La academia de danza era todo lo que jamás se hubiese imaginado que sería. En lugar del edificio de la época victoriana que había creído que era, se encontró con uno de grandes ventanales y estructura contemporánea. Seguro Normani había gastado hasta el último centavo que gano con el grupo en ese lugar.

"Yo y mi bocota" se lamento Camila mientras se estacionaba en aquel lugar "Hay algo que pueda hacer blah blah blah, eres una idiota Cabello"

Y bajo del auto, diez minutos después, diez minutos que había empleado para maldecirse a sí misma por lo que había hecho. Estaba segura que los cinco chicos de One direction habrían estado dispuestos a reunirse por Beth. No les habría importado que Zayn se hubiese salido para ser solista, que Louis abandonara el grupo después de que nació su primer hijo, o que Liam de pronto quisiera ser actor y por supuesto, a Harry y Niall no les habría importado reunirse con sus viejos compañeros ¿Quién habría imaginado que el verdadero novio de Harry siempre había sido el irlandés?

Y entró a la academia que, para su sorpresa, estaba vacía. Sus esperanzas de encontrar a Normani se redujeron al sentir aquel ambiente fantasmagórico. Ni siquiera había alguna recepcionista o algún mapa del lugar.

Camila había imaginado que aquel lugar estaría repleto de chicas con tutú o chicos en mallas, algunos cantando canciones de hip hop y otros tal vez con su vestimenta de jazz. Nada de eso. Sólo paredes blancas, ventanales enormes y una loseta plateada.

¿Dónde podía encontrar a Normani ahora?

Cerró sus ojos por un momento y se permitió recordar como era la morena. ¿Si yo fuese Normani, dónde estaría?.

Normani era una chica inteligente y dominante, una mujer independiente que sabía el gran valor y potencial que había en ella. Era superior a los demás, y le gustaba demostrarlo, le gustaba observar a los demás, apreciarlos desde lo alto y sentirse orgullosa de ser mejor que la mayoría; aunque en realidad, jamás había hecho aquello con su grupo, sólo con los rivales... algunos de los grupos como Little Mix que continúan haciendo la gira de despedida cada año para tratar de conseguir un poco más de éxito (aunque aquello jamás lo obtenían) y con los chicos de 5 seconds of summer, aquellos chicos que terminaron separándose después de que dos de ellos terminaran en un centro de rehabilitación. Triste, pero fueron las consecuencias del poco éxito que habían tenido... casi igual que Fifth Harmony, aunque ellas no habían ido a parar a rehabilitación, o al menos eso creía.

Y antes de abrir los ojos supo que la oficina de Normani Kordei estaría en el último nivel de su imperio.

Corrió a las escaleras y comenzó a subirlas de dos en dos, un nivel, dos niveles, tres niveles, al llegar al quinto nivel Camila se arrepintió de no haber buscado un ascensor que pudiese llevarla al séptimo nivel y comenzó a subir las escaleras lentamente esperando que su ritmo cardiaco se regularizara y prometiéndose ir al gimnasio después de fracasar en su intento de reunir a las chicas.

Camila casi brinca de emoción al descubrir que estaba en lo correcto, pero se controlo cuando su ritmo cardiaco le recordó que aquello era casi tan terrible como subir tantos escalones.

El último nivel del imperio de Kordei consistía en una pequeña salita de espera con sofás color caoba de piel, o aparentemente de piel, y una mesita de centro donde había varias revistas de modas. ¿Modas y baile? Algo muy Normani; después de la salita había una pared enorme que separaba aquel lugar de la oficina principal con una puerta.

Y como no había nadie, decidió que era mejor averiguar si detrás de aquella puerta estaba o no la gran y maravillosa señorita Hamilton.

El nudo en su garganta creció aún más cuando al abrir la puerta encontró la silla detrás del escritorio vacía.

"¿Camila Cabello?" escuchó al lado de la puerta.

Y volteo a ver el piso de loseta plateada, donde aquellos oscuros ojos la observaban completamente incrédulos. De un momento a otro había parecido que no habían pasado cuatro años y que ella aún tenía hermosos 18 años de edad, recordó aquella sonrisa que muchas veces se había creado gracias a sus miles de tonterías y ocurrencias, y hasta accidentes. Ahí estaban los años perdidos y la esperanza de juntar a Fifth Harmony.

Pero, ¿Por qué demonios Normani estaba acostada en el piso con media botella de vodka puro entre sus manos?

"Hola" fue lo único que pudo articular Camila antes de sentir como sus piernas se aflojaban y caía de rodillas sobre la loseta junto a su ex compañera. Sin pedir permiso le arrebato la botella a Normani y bebía un gran sorbo. Necesitaba algo de valor.

"¿Qué demonios haces aquí?" pregunto Normani incorporándose en el piso y volviendo a tomar su botella de las manos de la latina.

"Mierda" dijo Camila y recuperó la botella.

Y así estuvieron, quitándose la botella la una a la otra por largo rato hasta que el vodka se terminó y Camila podía ver a dos Normanis, no sabía a cuál de las dos tenía que dirigirse ahora, pero tenía que hacerle frente a aquella situación.

"Aquí vine para algo decirte" como pudo hablo después de unos segundos en los que Normani aprovecho para volverse a acostar sobre la loseta "Reunir a las chicas, porque Beth se muere pronto".

Normani no dijo nada, mientras intentaba procesar las palabras que Camila había dicho. ¿Qué demonios?

"¿Quién es Beth?" consiguió decir la morena mientras lamentaba no tener otra botella más.

"Beth, una niña de Leucemia" arrastraba las palabras "Fifth Harmony es lo último que voluntad"

Tal vez Normani estaba aún más ebria que Camila, de hecho, Normani estaba mil veces más ebria que Camila y por lo tanto aquellas palabras le resultaron como una sofisticada conversación con algún revolucionario que creía que utilizar un léxico ostentoso lo hacía ver aún más revolucionario.

Juntar a Fifth Harmony porque una niña se muere de leucemia. Fácil.

¿Fifth Harmony? ¿Leucemia? ¿Beth? ¿Vodka? ¿Dinah?

"Bien" dijo Normani después de unos segundos en los cuales siguió lamentando no tener más vodka "Cuando me logre poner de pie, iremos a ver a Beth".

Better together - CAMRENWhere stories live. Discover now