Capítulo veinte y cinco

2.3K 200 43
                                    

Me le quise reír en la cara por toda la incredulidad que había hecho que me atragantara.

— ¿Acaso perdiste la cabeza? — esbocé una sonrisa burlona — ¿¡Piensas asustarme si me ves con él!? ¡Adelante! ¿Por qué no empiezas desde mañana que me reuniré con él? — mentí para joderlo — ¡Tú lo que eres es un egoísta! ¡Todo lo que haz hecho desde que apareciste es joderme la vida y encima te atreves a amenazarme! ¿De qué película te crees que saliste? Porque no soy la protagonista que puedes asustar con tu carácter de mierda. Entonces, ¿cómo planeas asustarme? ¿Crees que te tengo miedo? — lo empujé haciendo que se encogiera del mismo lado de hace rato y gruñera — ¿Por qué no vas a buscar a Ariel para asustarla? ¡Seguro que se muere de la primera! ¡Ve a decirle todo lo que me dijiste pero también hazle lo que no pudiste hacerme a mí para que se disfruten de ésa primera cita! ¡Y no regreses! — grité tratando de recuperar mi respiración — ¡No regreses porque no necesito volver a verte! ¡Me sacas por el techo cada vez que apareces cuando se te pega la jodida gana! ¡Me harta verte la jodida cara solo para terminar gritándonos! ¡Jamás había conocido a nadie tan repugnante como tú! — se me secó la boca — Así que lárgate...

   Mi respiración se escuchaba alborotada mientras volvía a caer en su lugar. Se me subieron los colores del enojo y sentía que las orejas iban a explotárseme. Jamás me había sentido tan agitada en mi maldita vida y éste maldito infeliz es el primero en intentar sacarme el corazón por la boca. Exton solamente se limitó a mirarme con la expresión endurecida. Aunque respiraba calmado, sabía que lo había encabronado en el fondo y eso era lo más qué me alegraba.

¿¡Quién carajo se creía?! Exton Scott podía irse al mismísimo infierno.

— ¡Dí algo o lárgate! — le grité.

   Exton lo único que hacía era mirarme de hito en hito. Se tragó la saliva cuando su manzanilla se movió en de momento comenzó a divagar. Gruñó alejándose un poco y revolviéndose el pelo. Soltó una bocanada de aire y cuando tomó una decisión mentalmente se volvió a encaminar a zancadas hasta mí y me señaló.

— ¿Por qué no lo repites otra vez? ¡Repítelo! — me gritó perdiendo el control de su respiración — Y te juro que lo cumplo...

Me acerqué un poco más hasta él con la barbilla en alto. Por primera vez sus ojos azulados hundidos en furia no me intimidaban. Sentía que podía tener el control sobre lo que quería que pasara.

— Quiero que te largues, Exton. — Repetí con cautela para que se le quedara bien grabado en la mente. Exton no pensó esperárselo pero yo estaba mirándolo de un ojo a otro para asegurárselo. — No quiero volver a verte.

Exton apretó tanto la mandíbula que la barbilla comenzó a temblarle. Lo miré con desprecio y fue la gota que faltaba para que pudiera quitármelo de encima.

— ¡Perfecto! — gritó sacándose mi chaqueta de encima con un ímpetu de salvaje — ¡Jamás me había sentido tan aliviado!

— ¿Y a qué cojones se te estaba obligando? — apresuré en decirle pero él me ignoró.

— ¡No volverás a saber de mí! — me señaló comenzando a retroceder — Pero no quiero que vayas a arrepentirte, Dylan...

   Vi cómo desapareció a zancadas y sin voltearse ni por accidente. Se me aceleró el corazón más de lo que pensé que podía agitarme y todo comenzó a acumulárseme en la garganta. Me sentí cansada de habernos gritado tanto y tenía la boca bien seca. Me había librado de él cómo tenía planeado y debía sentirme aliviada. Después de habérselo soltado sin pelos en la lengua, sintiéndome cien por ciento segura de lo que decía...

Afternoon » njh Where stories live. Discover now