Every night 「SeBaek」

Capítulo 1: Climbing.

La luna estaba alzada frente a la noche acompañada de estrellas, hacía un calor increíble, Baekhyun se movía bajo las sábanas con afán, se tapaba, destapaba, quitaba las piernas por fuera de la cama y cuando se arrepentía, metía las mismas de vuelta; desesperante, en esa palabra resumía la situación actual. El intento de dormir del castaño fue interrumpido por el teléfono, el cual, libremente emitían un ruido infernal, negándole la posibilidad de concentrarse en su tarea. Ya sin más que hacer, aburrido de escuchar el tono del móvil cogió el mismo para así contestar, sus ojos se cerraban con pereza, era tarde en la noche, ¿Cómo podría alguien considerar llamarle a tales horas? 'Ábreme la puerta'. Aquella voz, aquella inconfundible y estúpida voz le hablaba, era él. Se había prometido que la pasada iba a ser la última noche.

- ¿Tienes idea de la hora que es, Sehun?- La voz al otro lado del teléfono rió con sorna, un incómodo silencio se hacía presente, la respiración del chico que osaba a interrumpir el sueño del castaño le hipnotizaba lentamente, le llenaba la mente de dudas, de incertidumbre y de pronto, las palabras resonaron desde el móvil, dulces y suaves, bastaron nada más estas para que comenzará a ceder poco a poco, cayendo nuevamente en una red, una de la cual le costaría salir. - Oye...- Ante él era indefenso, sus palabras tranquilas le movían como si fuera una marioneta, era la marioneta de Oh SeHun, una maldita usada y vacía marioneta.

Estaba sucediendo otra vez, ¿Y cómo podría negarse? Si estaba enamorado, aun si aquel sentimiento era brutalmente unilateral. Sehun no le amaba, y aún así, cómo un idiota, él le amaba, de una manera que no podía explicar, por esta razón, cada vez que el chico venía a mentirle con su tranquila voz, caía como el ser más ingenuo del mundo. Él podía decidir, podía negarse, el único problema era; no sabía cómo hacerlo ante a él ...

'Lo nuestro es como una escalera empinada, porque, no sé cómo bajar.'

La historia había iniciado hace aproximadamente unos tres años, la primavera había comenzado y era común en los estudiantes universitarios reunirse a leer, comer o jugar en los campus de su establecimiento, por lo mismo, era igual de común ver a un montón de grupos de diferente carreras universitarias. En cierta fecha, el establecimiento entraba en aniversario.

Ellos se habían conocido de una forma bastante común, al momento del aniversario, sus carreras habían coincidido en el grupo de organización, se hicieron amigos o algo así.

Oh SeHun estaba en su tercer año de ingeniería comercial, mientras que Byun BaekHyun estaba en su segundo año de psicología. Anteriormente había llegado al tercer año de medicina, pero, no pudo seguir debido al estrés que la carrera le causaba. Ahora estudiaba felizmente psicología, amaba su carrera y su futuro trabajo.

La amistad entre ellos se había dado rápidamente, se habían vuelto prácticamente inseparables a pesar de las diferencias, porque,uno era azúcar y el otro sal, sin embargo, el factor que les hizo coincidir fue el sentido del humor que ambos compartían. Todo se podría limitar a decir que eran un par de payasos, se burlaban de los acentos, de las nacionalidades, de todo, siempre había una manera de hacer las cosas graciosas, siempre se podía jugar un poco, sin embargo, el par de chicos habían hecho su amistad bastante fuerte, salía juntos a todos lados, no había manera de encontrarte a uno de ellos por separado, siempre estaban juntos, inclusive en las fiestas, también quedaban a ratos para estudiar.

- Ni sé por qué estudiamos juntos ¡No estamos en la misma carrera! - Exclamó el mayor de ambos mientras se estiraba. Había terminado su trabajo y estaba intentando recuperar la energía que tenía cuando lo había comenzado, claro, la era acción nula; estaba hecho una bola de flojera.

- Porque sin mi no sobrevives...- Respondió el chico rubio, que, a pesar de no ser rubio natural lucía el color de maravilla. - Además, no es como si no hablaras como cotorra mientras trabajamos.- Los pasos del chico se hacían más claros conforme se acercaba a la sala, y junto con ellos, su voz también, en sus manos traía dos tazas humeantes de café, las cuales dejó sobre la mesa, no sin antes ubicar una de ellas cerca del castaño. Acto que le agradeció con una sonrisa. - Se ha puesto a nevar, Hyung... ¿Te quedas?-