♥ PROHIBIDO ENAMORARSE DE EL ♥ Jimin Park BTS 지민 박 ◆ LEMON ◆

Capitulo 7 - Hermanos Ninfómanos

CAPITULO 7

--¡JIMIN!- Desperté rápidamente de mi tan loco sueño. En ese mismo instante, me levante quedando sentada y con la vista a la nada.- Que loco...-Susurré y fui interrumpida.

-¿Dormiste bien?- Abrí los ojos lo más que pude girando lentamente mi cabeza encontrándome con un Jimin recostado en mi cama con una GRAN sonrisa.

-Tu...¿QUÉ COÑO HACES AQUÍ?- Rió ante mi reacción y respondió.

-Tomaré eso como un si.- Me sonrió pero de una manera diferente, más... simpática.

Estaba totalmente alterada por mi sueño que no sabía qué hacer o cómo reaccionar para evitar que Jimin me hiciera preguntas al respecto, me tensé tanto que fui muy obvia, de tanto que volteaba a ver a todos lados pude observar en mi mesita de noche una bolsa negra, miré a Jimin alzando una ceja y respondió a mis dudas como si pudiese leer mi mente.

-¿Noche de películas y chocolates?- Dijo sonriendo. Quería correrlo de ahí, pero... ¡Santo Aguacate! Dio en uno de mis puntos débiles... el chocolate. (¡JA! Rimó xD) Lo miré fijamente y le hice una pregunta para saber si me convenía o no.

-... ¿Hay envinados?- El sólo levanto las cejas repetidas veces sonriendo victorioso y lo tomé como un "Si". -Date prisa y pon la película idiota.

El solo rió y me hizo caso. Fue una noche muy buena a decir verdad, a excepción de los momentos incómodos en los que Jimin decía perversiones acerca de la protagonista. -¡IDIOTA!- Eso era lo único que le gritaba cada vez que comenzaba con sus tonterías. Supuse que no sospechó nada de mi sueño, ya que estaba muy natural, pero debo admitir que cada vez que decía una perversión no podía evitar tomarlo como indirecta por alguna extraña razón.

Así pasó toda la semana sin "problemas", las cosas eran menos incómodas, aun que debes en cuando él me hacía miraditas pícaras a las cuales no tomé importancia. Todo seguía igual, todas las chicas del instituto muertas por sus Idols que diariamente eran acosados por ellas, por sus celulares y varias notas en sus casilleros. Jimin se saltaba varias clases al día, y no me sorprendía para ser sincera. Sabía perfectamente lo que pasaba en esos momentos: Sexo, y no con una, sino con varias a la vez. Es cierto, me ponía algo molesta, -Malditas hormonas- y celosa, pero ¿qué podía hacer?, seguramente el podría llegar a ser mi hermanastro. -Si, un MUY BUEN hermanastro al que besaste y casi te llevabas a la cama- Me decía una tonta voz en mi cabeza. No vi a Chris estos días, me dijo que tenía un viaje al cual era importante asistir. Básicamente me la pasé sola estos días, personalmente, no era muy buena haciendo amigos, y no por ser antisocial, sino porque todas en el instituto eran unas completas PUTAS.

Finalmente -Gracias a Dios- llegó el viernes, mi madre y Luis regresaron a casa antes de que llegáramos Jimin y yo de la escuela.

-¡Chicos! Los estábamos esperando- Dijo mi madre muy contenta.

-Hola mamá- La saludé aliviada de que llegara y la abracé.- Hola Luis- Le sonreí.

-Hola muchachos- Dijo muy tranquilamente abrazando a Jimin.- Les tenemos una sorpresa.

-¿Sorpresa?- Dijo Jimin en un tono seco.

-¡Jeremy está de regreso!- Dijo mi madre muy alegre.

Jimin y yo nos miramos al instante con los ojos bien abiertos y con cara de asombro, pero claramente, no era de felicidad, o al menos no la suya.

-¡Ven acá hijo!- Gritó Luis hacia la puerta del frente.

¡Santa María Madre de Dios! Un muchacho de la misma estatura que Jimin, ojos verdes claro, pelo rubio, delgado, y debo decir que tenía un trasero bien formado. No es por ser pervertida o fijada, pero era la realidad, estaba bueno el tipo. Tenía un rostro parecido al de su hermano mayor, mismos cachetes y nariz.