Capitulo 54

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  Me encontraba afuera de las estalaciones de la compañía corporativa de seguros Warner. El edificio era grande, de unos 15 pisos de alto. Quería llegar desprevenida, que sea una sorpresa, sin ningún indicio de que vengo a buscar al empresario Bieber. Entre en las estalaciones con tranquilidad evitando al guardia de seguridad de la puerta. Me desplace por el vestíbulo. Me acerque a una de las secretarias del departamento, con la delicadeza de una dama y una sonrisa convencional trate de no llamar la atención.

- Disculpe, podría decirme en que piso trabaja el empresario Bieber

- ¿El nuevo empresario?

- Si, Justin Bieber - aclare mi tono de vos –

- Trabaja en el piso 14 zona norte

- Muchas gracias

- Toma el elevador de la derecha, ese va a la zona norte – sonrió ampliamente mostrando sus blancos dientes – y cuando llegues allí solo camina por el pasillo hasta la mesa de su secretaria, ella verá si puedes pasar o no

- ¿cree que este ocupado?

- No lo creo – se acerco un poco más a mi cara susurrando – aquí entre nos, es nuevo y al parecer está perdido por lo que el Señor Warner no lo toma en serio, lo único que hace es revisar las economía de el edificio

- ¿y por qué lo contrataría el señor Warner si no tiene experiencia en empresas grandes? – quería aparentar no saber nada sobre lo que en realidad pasaba –

- Hay rumores – susurro bien en mi oído – que solo lo contrato por que su hija, la señorita Merry va a casarse con el

- No sabía que iba a casarse

- Si lo va a hacer en 1 mes, pienso que la señorita Merry es muy afortunada, el chico ese es muy guapo y la verdad parece un buen chico, pero es una pena por él, está a punto de casarse con el diablo – me aje un poco, mirándola con los ojos abiertos al máximo y se me salió una gran carcajada

- El amor es ciego – fue lo último que dije antes de dirigirme al elevador, escuchando atrás un risita de la secretaria con la que había hablado-

Entre en el elevador, presionando el botón con el numero 14. Con una leve sacudida el ascensor comenzó a subir con el volumen a lo mínimo de una música de spa. En un minuto estuve en el piso 14, con las puertas del elevador abriéndose ante mí. Me encontré en un largo pasillo de paredes crema con una alfombra café. Este ambiente me recordaba a uno que había visitado antes, era muy familiar. Tan familiar que me aborrecía en tan solo ver detalladamente cada parte de este edificio. Sin importar mis nauseas retenidas, camine sin hacer ruido. Con mis pasos firmes, la cabeza en alto y mi espalda recta. Me acerque a unas grandes puertas de roble, y a un lado una mesa blanca de secretaria, con una rubia demasiado delgada y una bufanda alrededor del cuello. Sos ojos negros pequeños me miraron de inmediato y sus delgados labios dejaron escapar un fuerte chillido agudo, muy agudo.


- Señorita, señorita que esta haciendo no puede pasar – sus tacones sonaron detrás del escritorio y corrió a la salida, tratando de detenerme- no puede pasar sin una cita – aquella vos era similar a la de Merry y con aquello, eran las ganas suficientes para darle un puñete en la cara
Sin hacerle caso me pase de largo y abrí las puertas del escritorio de Justin. El estaba allí en un gran escritorio con unos pantalones de vestir y una camisa azul, mal arreglada, con unas supras. No podías combinar un pantalón de vestir con unas supras. Alzo la vista con una expresión aburrida, hasta que me observo, su expresión fue tan brutal, que me provoco reir. Estaba asombrado, más que sorprendido. Me pare firme al frente suyo, sentí las pequeñas manos frías de la secretaria tomar mi brazo fuertemente, Justin se paro aun sorprendido.

- Señorita tiene que salir de aquí – la expresión furiosa de la secretaria se notaba en sus cejas bien depiladas-

¿Quien dijo que los primos no pueden tener sexo?Where stories live. Discover now