Esclava

Capítulo 9

~1 Mes después~

Gimió mi nombre mientras se corría en mi interior, cada vez esto era peor, nunca me hubiera sometido a todo esto.. Es una mierda total. 

¿En qué ha afectado? Mi relación con Matt, siento que lo único que nos mantiene juntos es sexo, pero siento que ya no puedo, siento que duele cada vez que lo hacemos... Sin duda por el estúpido de Ian. 

Estoy cansada, muy cansada, he trabajado muchísimo para disimular que gano algo más que antes. Me siento vieja, y deprimida, esto está afectando mi vida, tengo que ponerle un alto ahora o nunca. 

Ian... Ian cada vez está más agresivo, siempre que hablo de Matt, su temperamento cambia, es como si quisiera matarlo con sus propias manos. Me siento tan sometida y tan mal por todo esto, quisiera morirme pero eso sería dejar a la persona que más amo en esta vida. 

Ian tomó mi mano para ayudarme a salir de la ducha, Oh.. Lo acabo de volver a hacer. ¿Acaso hay lugar en donde no lo hago? Creo que en una cama, porque siempre lo hacemos en coches, escritorios, duchas, suelos... Da igual, en donde quiera que estemos el se atreve. 

Me pasó una toalla y la envolví alrededor de mi cuerpo; Tenía una duda desde hace 1 mes creo... Ahora era la ocasión.. Sí..

-¿Por qué nunca me besas?

Oh, se volvió y me miró a los ojos, su pulgar acarició mis labios mientras manteníamos el contacto visual.

-Respeto tus límites Danna, estos- pasó su dedo por mis labios- Sé que son de Matt, y lo respeto.

-Pero me parece estúpido que quieras poseer mi cuerpo, que fue primero de Matt y mis labios que son algo insignificante los respetes- Dije rápido mientras su expresión cambiaba.

-Oh, en ese caso.

Sus manos rodearon mi rostro en una suave caricia, y lo siguiente fueron sus labios sellando los míos. Todo el aire dejó mi cuerpo a la vez que sus labios empezaron a poseer los míos. Le soy infiel al hombre con el que me voy a casar... Merezco de todo menos una puta vida buena. 

Ian besó mis labios levemente y se separó de mi. Miró mis ojos mientras su mano seguía en mi mejilla, su mirada... Era de tristeza. 

Sí, era tristeza lo que había en su mirada, de esa que podía verse desde kilómetros de distancia. Su media sonrisa era triste.

-¿Qué pasa?

-Nada.

Bajó la mirada y dejó mi rostro, tomó mis bragas y me las pasó... Oh Dios, ¿Qué estará mal? Coloqué rápidamente mi ropa y até mi cabello en una coleta alta. Quería irme ya.

Él estaba triste, lo podía ver en su mirada. Me miró inexpresivamente pero su expresión cambió...

-Me tengo que ir- Dije suavemente

-¿A dónde vas?

-A trabajar

-Ya estás trabajando para mi.

-La condición que puso Matt era que tuviera suficiente dinero, más que mi otro trabajo.

-Que patético- Salió del baño y fue a su oficina.

-Patético es tener que quebrarme la espalda por un puto soborno, porque eso es lo que esto es, un puto soborno.

-Danna Sólo quiero que..

-Ya ni sé lo que quieres... Estoy pagando por algo que ni él ni yo somos culpables.

De traje se veía tan gay, pero a la vez tan elegante y atractivo, porque por muy hijo de puta que sea, no puedo negar que es guapo... Bueno, guapisimo. Metió ambas manos en sus bolsillos y con la guardia baja me miró.