Capitulo 42

1.8K 104 7
                                    

Me giré para encontrarme con el cuerpo de Ian, pero no estaba, me incorporé, olía a él... En el lugar en donde Ian quedó dormido, solo quedaba una nota en su lugar.

'Me imagino que estarás despertando, princesa, tengo que decirte que he dormido muy bien, te echaba de menos. Perdona, me gustaría despertar a tu lado, pero tuve que irme.. Tenía una reunión por la mañana, por cierto, te ves hermosa durmiendo, amo cuando susurras cosas, vieja costumbre en ti. Ah, una cosa más, me gustaría que te pasases por mi casa hoy, a las cinco estaré totalmente disponible para ti. Y quería agradecerte por enseñarme... Enseñarme a ser romántico contigo.

PD: Tienes un desayuno delicioso abajo, yo de ti lo aprovecharía. 

Te amo. Ian'. 

Me levanté y puse una camiseta de Matt para taparme, bajé corriendo y al frente de mis ojos, estaba un desayuno como de hotel cinco estrellas, Dios mío, me acerqué rápidamente, se veía todo delicioso. Tomé una nota que había en medio de la mesa.

'Mira a tu izquierda' 

Y así lo hice, me dieron ganas de llorar, eran fotos de nosotros, muchísimas fotos pegadas a la enorme ventana de la cocina, Dios mío, esto era hermoso, tapé mi boca con mi mano, sentía las lágrimas en mis ojos, y salieron, comencé a llorar de felicidad... De alegría, supo como emocionarme, la pregunta del millón es... ¿Cómo hizo todo esto así de bien y de rápido? 

Miré una de cuando eramos niños, yo salía pintando en una hoja, con mi cara llena de pintura verde y azul, mirando hacia el dibujo e Ian frunciendo la nariz con una sonrisa adorable, aquí empezó todo. Luego otra... En mi cumpleaños, Ian tenía el pelo súper rubio por lo menos teníamos trece años. 

Luego estaba... Ese lugar lo conozco, en Atlanta, parece que fue la primera vez que fuimos, en el acantilado al que fuimos cuando me dijo que él era Christian. Yo tenía el pelo corto, al igual que él, yo estaba encima de él y nos besabamos mientras el atardecer estaba detrás de nosotros, foto más hermosa que esa... No podía existir.

Y una que me atrajo la atención, ambos eramos niños, yo tenía la cabeza pegada al hombro de él y ambos sonrientes, y otra... Que hicimos en las dos semanas en Washington, era igual, en las mismas posiciones y las mismas sonrisas y una estaba encima de la otra. Toqué mi pecho... ¿Así habíamos cambiado todo? Una lágrima se escapó de mis ojos. 

Me senté en la encimera de la cocina y tomé dos fotos distintas, una de Ian antes y otra de ahora, las quité de la ventana y un rayo de sol se coló. Había cambiado tanto... Antes tenía la cara más tierna, una sonrisa conmovedora y unos ojos brillantes hermosos y miré la otra... Tan serio, tan... Sexy, con los mismos ojos brillantes. Dejé las fotos a mi lado.

Saqué otra de nosotros dos en Washington, la hizo mi madre, si.. Me acuerdo, salía yo mirandolo a los ojos y el a mi. Me giré a admirar la obra de arte que había hecho, estaba intentando recuperarme... Y lo estaba consiguiendo a la perfección. La foto se cayó. Miré al suelo. Me bajé y cogí la foto, estaba del revés.

Y empecé a bajar las fotos, las iba dejando en la encimera, pasara lo que pasara, eligiera a quien eligiera, este iba a ser un regalo precioso que guardaría el resto de mi vida.

Y recordé a Matt, cogí el teléfono y llamé a Ryan rápidamente.

-Buenos días- Dijo susurrando.. Oh no... No puede ser...

-¿Qué ha pasado con Matt?- Dije con un hilo de voz.

Y hubo silencio, no quería imaginarme lo peor. Cerré los ojos con fuerza.

-No lo hemos encontrado.

Y miedo.

Eso fue lo que sentí, muchísimo miedo, a tal punto de que sentía que me iba a desmayar, escuché a Molly acercarse, me senté junto a ella en las escaleras, le acariciaba la cabeza pero mi mente estaba concentrada en Matt. 

EsclavaWhere stories live. Discover now