Capítulo 7

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Caminé hasta la habitación de Dimitria para hablar con ella, toqué su puerta y ella abrió la puerta, ya estaba cambiada y de su pelo estaba escurriendo agua. Las dos nos quedamos mirando durante un par de segundos.

—Hola Ellie, ¿Qué necesitas?

—Hola, sólo quería saber si estabas bien.

—Estoy un poco preocupada, eso es todo. —Dijo viéndome a los ojos.

Ella me sonreía, pero detrás de esa sonrisa había preocupación.

—Todos lo estamos, pero tenemos que ser fuertes y valientes.

—Todo el mundo me dice que debo de ser fuerte, pero nadie me dice la forma de serlo.

La abracé y por un momento creí que me iba a empujar, pero me respondió el abrazo. Había extrañado tanto abrazarla, que inclusive no me importó que se me mojará la ropa por el agua que escurría de su cabello.

—Tienes razón nadie nos dice como, por eso debemos encontrar la manera de serlo.

Ella asintió.

—Creo que lo mejor será que me vaya, Aaron quería hablar conmigo sobre lo que pasó en el bosque.

—Sí, sólo una cosa más —Dudé en preguntarle, pero había visto cierta chispa en los ojos de él cuando la miraba. —¿Te gusta?

—Sí, él me da tanta seguridad y sólo con él puedo ser yo misma, pero aquí la pregunta es, ¿Él siente lo mismo por mí?

Ella me dedicó una sonrisa triste, antes de cerrar la puerta y caminar al final del pasillo. Espero que él no le rompa su corazón.

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— ¡VAMOS, A ESO LE LLAMAS CORRER!

Decidí ir a entrenar un poco más, pero esto me estaba matando sentía como si mis pulmones sangraran.

Caí rendida sobre el piso.

—Ya te hubieran matado, si estuvieras siendo perseguida por algunos de los soldados de Ed.

Lo fulminé con la mirada y me paré.

—Lo siento...Pero por ahora, sólo quiero hacer otra cosa que no sea correr.

—Bien, vamos a enseñarte a pelear cuerpo a cuerpo. Sígueme.

Caminamos hasta llegar a un cuadro negro. Él se colocó en frente de mí con los puños hacía arriba. Con miedo imité su posición.

—Peleemos.

— ¿Qué?

Apenas hablé y él ya me había derrumbado. De acuerdo si estuviera en la guerra esto ya me hubiera matado.

—Regla número 1: Siempre debes de estar alerta y pendiente de tu contrincante.

Me paré y él estaba esperándome, con todas mis fuerzas me aventé sobre él, pero él me sujetó de mis caderas y me aventó fuera del cuadro, haciendo que mi espalda chocará estruendosamente sobre el suelo.

—Regla número 2: Nunca seas tan obvia con lo que vas a hacer, —Tragó saliva. —desde aquí, vi cual era tu intención.

—Creo que deberíamos parar.

— ¿Parar?, apenas comenzamos.

Está sería una tarde muy larga.

Después de varias horas, había mejorado demasiado, las primeras veces, él me ganaba, pero en las últimas le daba su merecido, me enseñó a usar mi cuerpo en contra de quien me atacará y además de muchas maniobras.

Pero ahora mi espalda dolía demasiado que no podía caminar y parecía una mujer embarazada.

—Hola, Ellie. —Dijo Em dándome un golpe en la espalda.

— ¡AHHH! —Solté un grito.

— ¿Qué pasa?

—Acabó venir de entrenar y mi espalda arde.

—Lo siento.

No aguanté más y me senté en el piso a esperar a que se me pasara el dolor. Me había tomado una pastilla, pero no hacía que el dolor se calmará.

Em se sentó a un lado mío.

—Ellie, ¿Estas bien?

—Sí.... Bueno no, hoy Gabe y Dimitria fueron al bosque y encontraron a parte del ejército de Ed y oyeron que están esperando la señal.

—Ese bastardo.

—Lo sé, pero no entiendo que es lo que está esperando.

— ¿Qué tal si alguien de aquí es un espía de él y está esperando que estemos vulnerables?

¿Un espía?, no lo creo, todos los conocemos desde hace mucho...

—Un momento, han entrado nuevos de la servidumbre...

—Sí, sólo hay un chico de 21 años, que entró cuando nos fuimos.

21.... Esa es la edad que debe de tener el hijo de Ed y hermano de Em. Creo que le debería de decir a Em....

—Em... Hay algo que no te he dicho.

— ¿Qué?

—Cuando fui a hablar con Ed a la prisión, él me dijo que habría guerra, que mientras él estaba ahí encerrado, su hijo estaba dirigiendo las tropas. —Em se quedó helada.

—Pero yo no tengo hermanos.

—Lo sé, al parecer él tuvo un hijo con otra señora, cuando me contó eso, me dijo que tenía 14....

Ella se quedó viendo al suelo, parecía como si le hubiera arrojado un balde con agua fría, tal vez debí ser más sensible...

—Entonces piensas que ese chico es mi hermano....

—Es una gran posibilidad, sólo piénsalo, nadie sospecharía de él, además que puede que nos esté espiando para Ed y él dará la señal, además tiene 21 años....

—Ellie, ¿Por qué no me contaste antes?

—No sabía cómo te lo tomarías.

—Iré a hablar con ese chico.

—Vamos las dos juntas, pero ahora no, vayamos en la noche.

Ella asintió, nos despedimos y nos fuimos por camino separados.

Esta noche averiguaríamos si es su hermano, si no, entonces ¿Quién podría ser el espía?

O tal vez no haya tal espía y todo sea nuestra imaginación y paranoia.

Espero que sea la última opción.


El retorno de Ellie (PE #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora