24} Impulse

4.5K 309 25
                                    

Tuve bastante dificultad para hacer que Dave llegara a su apartamento, pero lo logré. Una vez que estuvo sobre su cama, encendí la cafetera para que tuviera el desayuno listo en la mañana y le deje en la mesa de noche un vaso de agua y un analgésico.

Me marché de su dormitorio y en la sala del edificio encontré a Grace esperándome. Nos encaminamos a nuestra propia residencia, ella hizo un par de comentarios graciosos sobre el estado de mi amigo y yo solté algunas carcajadas lejanas. Mi cabeza estaba en otro lado.

Cuando por fin llegamos a nuestro destino y vimos nuestras respectivas camas, no pudimos hacer mas que echarnos en ellas sin siquiera prepararnos antes. Por mas que hubiera muchas cosas en mi mente, la madrugada estaba muy avanzada y el cansancio se hizo cargo de mi placido sueño.

Me desperté al mediodía del día siguiente. El largo descanso fue reparador, tanto para mi vitalidad como para mis pensamientos. Salté de la cama y me metí en la ducha. Mientras me arreglaba era consciente de ese extraño buen humor propagándose cada vez mas por todo mi ser.

Finalmente me puse en marcha. Media hora de viaje me separaba de mi objetivo, así que esperé pacientemente sentada en el taxi, mientras miraba por la ventana y pensaba en lo que me había propuesto. No pensaba en preocupaciones, o miedos, o en lo que era correcto, o en lo que era pasado, ni siquiera en lo que era presente, ni mucho menos en el futuro. Simplemente hacía lo que este nuevo impulso me incitaba hacer.

Mi teléfono sonó, y el taxista bajó el volumen de la radio que mantenía encendida para que pudiera atender. Le agradecí con una sonrisa a través del espejo.

-Hola.

Saludé.

-Michi ¿cómo llegamos al campus?

La ronca y preocupada voz de Dave me hizo reír.

-Todos sabemos que eres muy flojo, no sé que pasaba por tu cabeza anoche cuando pediste la Margarita.

Comenté divertida.

-Solo leí "chocolate blanco" y fue mas fuerte que yo.

Un gemido de dolor interrumpió sus palabras, pero continuó:

-¿Estás yendo a algún lado? Oigo un coche...

-Si, tenía cosas que hacer.

Me limité a responder.

-¿Qué cosas?

Sonó interesado, pero se quejó de nuevo con un gruñido y pude imaginarlo agarrando su cabeza.

-No mas alcohol para ti ¿de acuerdo?

Le propuse, divertida.

-¡Totalmente de acuerdo! Hay fuegos artificiales en mi cráneo, no sé como detenerlos...

-"¿Por qué no lo discute con el señor Finnigan? Según recuerdo, tiene una particular facilidad para la pirotecnia."

Usé el tono mas parecido al de la profesora McGonagall que pude emitir.

-"¡Yo lo puedo derribar!"

Él respondió, poniendo entusiasmo en su voz.

-"¡Ese es el animo! Ahora..." Adiós.

Escuché su risa antes de colgar.

Siempre disfruto nuestras "Potterecreaciones", pero ya había llegado a la casa de computación, así que le pagué al chófer antes de descender del vehículo.

Alex, el viejo flechazo de Grace que había resultado ser un espía, estaba cerrando la puerta del local, ya que los sábados trabajaban la mitad del tiempo. Pero no me fije en él, sino que me acerqué directamente al chico que estaba montado en una banca como si fuera una motocicleta (con una pierna de un lado, y otra del otro) y se veía concentrado en una computadora.

Tomé asiento imitando su postura, quedando frente a él.

Justin posó su mirada en mí menos deun segundo para después seguir tecleando en su computadora. De repente levantó lamirada de nuevo, esta vez llena de sorpresa.

-¿Chelle?

Preguntó incrédulo.

-Hola.

Lo saludé.

Se quedó mirándome confundido unos segundos y luego mostró una sonrisa radiante.

-¿Qué haces aquí?

Preguntó, con evidente emoción.

-Nada. Solo quería decirte que estuve hablando con Leila.

Comenté.

El asintió, aun sonriendo.

-Y con su padre.

Agregué.

Inmediatamente sus labios se volvieronuna linea fina y tragó saliva. Sus ojos, abiertos con culpabilidad, seposaron en la computadora de nuevo mientras aclaraba su garganta.

-¿Ah, si?

Dijo tratando de sonar indiferente.

Falló.

-Si. Me hablaron de algo curioso.No lo dijeron con estas palabras, pero básicamente creo que así se resume: tedeshiciste de Daniel con una muy meticulosa maniobra.

Dije, inexpresiva.

Él se quedó mirando a la nada con aire pensativo, así que volví a hablar.

-Bieber, si esto fuera un juego, diríaque has hecho trampa.

Esta vez puso una mirada firme sobre mí.

-Si dos van a jugar, uno tiene queperder.

Expresó con determinación.

-Al menos ¿Podrías haberme avisado que yo erael premio?

Mi voz denotó reproche.

El chico cerró el aparato y lo dejó sobre el suelo para que no hubiera nada entre nosotros. Se deslizó más cerca de mí y buscó que nuestros ojos se encontraran, creando ese intenso contacto visual que siempre hacía para dejarme en claro que lo que estaba a punto de decir era completamente verdad.

-Mientras estuve lejos traté de arreglar toda mi mierda porque no soportaba el recuerdo del daño que te hice. Logré algunos avances, espero que lo hayas visto. Nunca te fuiste de mi mente ni por un minuto. Vivir sin ti alrededor se sentía como estar sin mi piel. El ultimo tiempo me empeñé en buscarte conel fin de empezar de nuevo. Tequería devuelta, te necesitaba devuelta.

Su voz era seria, pero suave a la vez.

Mis sentimientos por su relato y sus cautivadores ojos mieles me estaban absorbiendo, así que le agradecí internamente cuando se alejó un poco.

Bufó y se cruzó de brazos por sus siguientes palabras:

-Entonces te encuentro y estabas colgada de ese jugador ¿qué esperabas que hiciera?

Ahora él soltaba algo de reproche.

Todo lo que venía sintiendo en el día se arremolinó dentro de mí y terminó explotando en mi cara, en una enorme sonrisa.

-No se que esperaba que hicieras, perosé lo que espero que hagas ahora.

Anuncié, inclinándome.

-Besame, Justin


Bieber is Back - Tatteana Pedernera.


Bieber is BackWhere stories live. Discover now