My Two I

"Verdades Cruciales & Lo siento Calum"

" Mantente siempre alerta, ya que no sabes ni de dónde y cómo te atacaran "

... ¿Alguna vez has hecho algo bullicioso en el preciso momento que tu maestra lee un libro y todos están atentos escuchando la lectura? Si no lo has hecho, imagina que lo haces ahora y todos te voltean a ver ... Bien, ¿Ya lo hiciste? Si tu respuesta es Sí, entenderás de lo que te hablaré ...

Todos se encontraban con la mirada puesta hacia atrás, viendo a la persona que había interrumpido el "grandioso momento". Algunos susurraban cosas como: "inoportuno", "descarado", entre otras tonterías, mientras yo lo llamaba mentalmente: "mi héroe".

― ¿Robert? ¿Qué acaso no estabas muerto? ― hablo Margaret al fin, quien por cierto, estaba en el altar―. Estoy un 99% segura que te asesine correctamente ― replico, y al momento de analizar sus propias palabras se echó a correr a quién sabe dónde.

Robert, es el padre de Celesta, quien supuestamente había fallecido hace 18 años, cuando Celesta aún tenía 3 años de edad. Pero esta demás aclarar que no es así.

Todos observaban la escena sin entender. Absortos y desconcertados son las palabras que los definen correctamente en este momento.

Por mí parte yo no me encontraba de la misma manera, ya que hace unos días conocí a Robert, por algunos asuntos y él al parecer me tomo una gran confianza y me conto como su esposa lo dejo en la quiebra, lo intentó asesinar y lo alejo de su hija, escapándose. Nunca la volvió a ver, hasta ahora claro, PERO nunca me imaginé que era el mismo Robert.

― Yo voy por ella, ustedes encárguense de lo demás ― habló Ross echándose a correr hacia donde segundos antes había huido Margaret, yo por mi parte me dirigí hacia Robert, quien aún se encontraba atrás.

― ¿Tu eres ese Robert, Robert? ― pregunté con claro desentendimiento y confusión, mientras Robert me ignoraba completamente y mantenía su vista conectada con Celesta, quien lloraba desconsoladamente en el hombro de la Calum.

Calum la abrazaba como si su vida dependiera de ello. Vaya, en verdad la ama, desearía que el sentimiento fuese mutuo.

― Hija, soy tu padre ― habló Robert al llegar al altar en donde aún se encontraban Calum y Celesta, y al oír eso tuve que reprimir una carcajada.

Hija, soy tu padre ¿en serio? ... Ay Robert, espero que seas mejor socio que padre.

Pero volviendo al asunto principal ...

Celesta se intentaba separar del abrazo de Calum, pero este aún mantenía fuerza ejercida en señal de protección.

― ¿Papá? ―sollozo al lograr soltarse del agarre de Calum, y acercándose a Robert quién se encontraba con lágrimas en los ojos, al igual que todos los presentes, claro excepto yo.

― Si Celesta, soy yo, tu padre ― respondió Robert con una debilidad en la voz, que reflejaba que llevaba tiempo deseando decir esas simples palabras.

― Pero, es decir, tú, tú estás muerto ―titubeaba Celesta―. ¿Acaso esto es un sueño o una mala broma? ― tartamudeaba Celesta aun con sollozos.