CAPÍTULO DOCE: INVOCANDO AL AMOR [Clasificación R]

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[El siguiente capítulo contiene escenas explícitas de sexo. Sugerimos discreción con los menores de edad. Lea bajo su propio riesgo.] (😂)

 

The Hills retumba en los altavoces del restaurante Mi Hermosa Luna. The Weekend siempre lo hace bien a la hora de sacar una canción nueva. El establecimiento está a reventar y eso que apenas son las ocho de la noche. Desde que el negocio hizo su apertura, son los sábados los días más concurridos. Rebeca se dirige hacia la oficina ubicada en la parte de atrás del restaurante. La misma está escondida del público general. Mira su reloj; Charlotte no debe tardar. Hace diez minutos la llamó para decirle que había terminado el examen departamental pautado de seis a ocho de la noche. Su novia está a pocos meses de obtener su maestría en Contabilidad. Rebeca no logra comprender cómo a Charlotte le fascinan las matemáticas. Su Bachillerato lo hizo en Matemática Pura, ¿cómo es eso posible? Simplemente está loca... Ella es la loca de pelo rizo que lleva las cuentas del restaurante porque tiene una pequeña obsesión con los números.

Han pasado quince minutos cuando de momento siente unos débiles toques en la puerta de su oficina.

—Adelante— dice sin apartar la vista de los contratos de dos empleados nuevos.

—¿Rebeca?— la suave voz de Luna llega hasta los oídos de Rebeca, así como una dulce melodía.

— ¡Luna! ¿Estás bien? ¿Qué haces aquí en tu día libre?— le pregunta mientras se incorpora y le da un efusivo abrazo- ¿Y cómo está mi ahijada hermosa? ¿O ahijado hermoso? ¿Ya se sabe el sexo?- dice hablándole a la barriga mientras pasa sus manos por la misma.

— Solo pasaba a saludar... Solo tengo dos meses, aún no se sabe. Aunque Felipe asegura que es niña. Está emocionado con la idea- dice, pero Rebeca sabe que no vino solo a saludar; hay algo más.

—¿Solo a eso?

Luna parece dudar... Se le nota nerviosa.

— Tengo miedo— suelta sin detenerse.

Rebeca la mira extrañada.

— ¿De?

— Hoy, Felipe y yo vimos a nuestro bebé por primera vez en el sonograma... Escuchamos sus latidos— En los ojos de Luna se acumulan lágrimas— Es tan hermoso todo esto... Y aunque soy feliz desde que me enteré del embarazo, aún no me lo creía... Escuchar sus latidos lo hizo real. No sé si desde ya uno puede desarrollar el instinto maternal, pero no quiero que nada malo le pase... Siento que si llega a este mundo... Siento miedo a no poder protegerlo— dice derramando lágrimas y sollozando.

Rebeca se conmueve y abraza a la novia de Felipe.

— Nada malo le pasará... El bebé tiene a un batallón que lo protegerá; Felipe y tú, sus dos madrinas... Mi hermana, que te ha cogido un inmenso cariño, su abuelo...

— No lo sé... ¿Sabes? Al principio fue divertido alejar a Katia de la misma forma en que ella juega, pero ahora hay alguien dentro de mí... Ella está loca, Rebeca. De verdad, lo digo en serio...— ¿Katia? ¿Qué tiene que ver ella en esto?— Yo... Yo no he querido decirle a Felipe nada, pero Katia se cruzó en mi camino los otros días y me dijo algo que lo capté directamente como una amenaza a mi bebé...

Rebeca siente como la ira va acumulándose en su interior. ¿Katia no iba a dejarlos en paz nunca? Ya sabía ella que estaba muy callada en estos meses.

— ¿Qué te dijo?— pregunta sin ocultar su molestia.

— No presté mucha atención a todo, pues era lo mismo de siempre; burlas sobre mi peso y eso... Me disponía a irme cuando de repente hizo aguaje para pegarme... En otro estado, no dudaría en tirar pa' 'lante y partirle la cara, pero estoy embarazada; no puedo poner en riesgo a mi bebé... Así que... cometí la estupidez de decirle que ella no podía ser capaz de pegarle a una mujer preñada... Fue una metida de pata de mi parte, pero no encontraba otra salida... Me tenía aprisionada y no sabía qué hacer para que no lo hiciera. En ese momento su rostro se transformó... Por primera vez sentí miedo bajo su mirada. Antes era un juego, pero ahora tengo a una criatura dentro de mí y ya no estoy para jugar... Luego ella sonrió y me miró con asco... Me dijo algo así como: "De ahora en adelante deberás tener cuidado, no vaya a ser que te tropieces y caigas y pierdas al monstruo; lo único que mantiene a Felipe atado a ti. Admito que fue una buena jugada, pero cuidado, podrías perder tu ficha."

La chica del pelo rizo #WGA2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora