Cartas a Lauren.

Carta #34.

Querida Lauren:

Hoy estuve revisando las cajas que colocamos en el ático luego de mudarnos y que nunca más abrimos. Encontré las cartas que solía enviarte.

Era tan tierna, era imposible no amarme.

La última es del primer día de escuela de Michelle y ahora va a comenzar la secundaria, el tiempo pasa volando. En un abrir y cerrar de ojos estaremos llevandola a la universidad igual que como hicimos con Harry.

Ya quiero que tengamos nietos, ese chico debería apurarse.

Veo y la casa y me siento más feliz que nunca. Envejecer junto a la persona que amo hace mis días más alegres.

¡Hey! Aquí está mi dibujo de las flores. Soy una romántica.

Oh, no recordaba a esa novia que habías tenido. Estúpida Lauren, yo soy fabulosa.

Vivir tantos años contigo me ha vuelto más egocéntrica, creaste un monstruo.

¿Recuerdas cuando estuviste internada? Los peores días de mi vida, odiaba verte tan mal. Estoy orgullosa de ti y de todos tus logros cariño.

Espera, aquí está cuando le dije a mis padres que me gustaban las chicas. Eso fue incómodo.

Tengo que hacer la cena, así que eso es todo por hoy, tal vez retome esto de las cartas, tal vez no. Lo malo de envejecer es que te vuelves un poco olvidadiza.

Lo sé, no tengo ni los cuarenta, pero en mi defensa, algunas personas empiezan antes. Además, siempre he sido un poco torpe.

Te amo, Lauren.

Amo despertar junto a ti cada mañana.

Amo cuando llegas cansada a casa y aún así pones tu mejor sonrisa.

Amo la forma en la que tus ojos se iluminan cuando hablas de tus logros.

Amo cuando me haces sonrojar con tus chistes sexuales frente a Michelle.

Amo cada parte de tu cuerpo y adoro las que tu detestas.

Amo todo de ti y siempre voy a hacerlo.

Con cariño, Camila.