La casualidad más bonita del mundo. (Marc Márquez)

Capitulo 80: Una noche para recordar.

Narra Marc:

Rodeó mi cuello con sus brazos apoyándome contra la pared. El beso se intensificó y mis manos se deslizaros lentamente por su espalda hasta llegar a zonas mucho más blandas...mucho más peligrosas...Ohh sí! Esto de que lleve tacones tiene sus cosas buenas...le cogí los cachetes con ambas manos, apretándolos y presionando su cuerpo contra el mío...lo que hizo que sus pechos quedasen a una altura considerablemente deliciosa...Enredó su lengua con la mía sin dudarlo, ávida y jadeante. Fue sentir sus dedos enredándose en mi pelo lo que me volvió completamente loco..pero ahí no quedó la cosa y si en un primer momento pensé que pararía, no lo hizo. Mordió ligeramente mis labios y ese acto fue suficiente para excitarme completamente. Por un segundo olvidé completamente que seguíamos en la discoteca, rodeados de gente y lo más importante con gran parte del equipo a nuestro alrededor. A ninguno de los dos nos gusta dar la nota con las muestras de cariño. Sobre todo a ella, que se corta hasta con mi hermano...Y en parte la entiendo...ya que es incomodo para el resto de la gente que te rodea, sin contar con que luego me vendrán los típicos chistes, pero no se sí fue porque ese beso en el corralito me había sabido a poco o por si a caso se estaba vengando por ese momento, o porque ya no teníamos que mantener las distancias, o porque ambos teníamos porque celebrar hoy, o porque necesitábamos recuperar tiempo perdido, o porque mi intuición y mi tacto me hacía prever que bajo ese vestidito tan minúsculo y apretado había muy poca cantidad de ropa interior, o porque mi ritmo cardiaco había aumentado considerablemente y por consecuencia gran parte de la sangre de mi cuerpo se estaba concentrando en un punto fijo. No losé, pero lo que si sabía es que no podía dejar de besarla, de acariciarla...no podía parar y necesitaba más, quería mas. Pero entonces ella se separó sonriendo. Bajó la mirada a mi entrepierna, miró hacia los chicos que por suerte seguían a lo suyo y volvió a mirarme alzando una ceja con una sonrisita traviesa.

-Marc: Ni se te ocurra separarte ahora!!-dije amenazante provocando que riera.

-Ana: Creo que el kamikaze necesita un poquito de aire fresco...-dijo susurrando en mi oído.

-Marc: Ahora mismo no...-dije agarrándola para que no se separase o los chicos se darían cuenta de que se me marcaba demasiado y no precisamente porque los vaqueros me apretasen.- Pues para no conocerme de nada te rozas más que un gato -dije volviendo a bromear.

-Ana: ¿Y eso desata tu instinto animal?-dijo con cara de mala.

-Marc: ¿Estás jugando conmigo?

-Ana: ¿Te preocupa que lo haga?

-Marc: Pensaba que tenías novio...-dije haciéndola sonreír.

-Ana: Lo tengo y estoy segura de que como vea donde tienes las manos en este momento te las corta.

-Marc: ¿Ah sí?-dije pellizcándole los cachete de nuevo.

-Ana: Sí.

-Marc: Me gusta el riesgo.-dije metiendo sutilmente una mano bajo su vestido.

Mano que enseguida saqué volviéndola a poner en sus cachetes, ya que o la quitaba o su mirada me decía que me inflaría a tortas.

-Ana: Contrólate!-dijo estrujándome los mofletes con una mano avergonzada haciéndome reír.

-Marc: Solo estoy estudiando la curva...-dije deslizando mis manos muy lentamente desde sus muslos hasta su cintura.

-Ana: Marc, que no estamos solos!-dijo con una mirada autoritaria.

-Marc: Sí, ya, pero ahora mismo me tienes como un volcán a punto de erupcionar...-dije mirándola muy serio haciéndola estallar en carcajadas.

-Ana: A punto de caramelo...-dijo con una sonrisa traviesa.- ¿Tu los preliminares no los llevas muy bien no chico desconocido?-dijo en apenas un susurro que solo yo escuche.