Capitulo 21:

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-Buiu, buiu, buiu, buiu...

Una chica de la camilla junto a la mía imitaba los ruidos de la ambulancia. Se mecía de adelante hacia atrás repetidas veces mientras se despeinaba su melena negra. Unas enfermeras entraron al instante, corriendo hacia ella y le inyectaron algo en el antebrazo, pero antes de que se calmara hizo el ruido de forma frenética, como si intentara evitar que ellas hagan aquello. A los segundos se durmió.

La habitación no era solo de dos, había muchísimas camas además de las nuestras allí dentro. Frente a mi cama había un muchacho de unos veintitantos cruzado de brazos, mirando con indiferencia por donde sea. Tenía los ojos rodeados de pintura negra y su pelo azul oscuro perecía que hubiese estado en la misma posición por días y días. Al notar que lo observaba frunció el ceño, sonrió de costado y se levantó.

—Muchachos y muchachas, la chica despertó.

El silencio terminó y fue reemplazado por susurros escalofriantes. Una chica con anteojos y algo torpe se sentó a mi lado y me sonrió amigablemente. No decía nada, solo...me miraba. No me animaba a decir algo, tenía un nudo en la garganta y no tardaría en llorar.

—No la molesten chicos, es su primer día y es muy duro para ella. Ahora solo déjenla descansar...

—Esperen, tengo dudas...—Fue lo único que pude decir.

—No, no somos locos, solo algo diferentes al resto, querida.

Fue la primera vez que oí una voz tan atractiva, luego de mucho tiempo, salir de un hombre. Su aspecto me robó el aliento cuando lo vi por primera vez. Tal vez se me heló la sangre, no lo sé, o puede ser que todo lo contrario. Me sentía cohibida y enfurecida al mismo tiempo. No podía aceptar el hecho de verlo ni de lejos, mucho menos de tenerlo junto a mí. No nos habíamos visto después de aquel incidente, esto ya era demasiado. Me refiero a que Alex, mi mejor amigo se encontraba entre esas personas extrañas. Y me miraba como si nada hubiese sucedido entre nosotros dos. Era como si hubiera olvidado por completo todos mis sentimientos hacia él.

— ¿Qué haces tú aquí?— Lo miré fulminante. Qué rabia sentía.

—Lo que te dije: mi trabajo. Salvar vidas, como lo prometí— su voz se sentía tan distante a la de antes. Qué dolor sentía.

— ¿Qué es este lugar? En lo absoluto no parece una rehabilitación. Díganme la verdad, por favor...

— ¿Por qué todo el mundo pregunta eso? ¿A caso no pueden preguntar cuál es su función aquí? Ash, me exasperan— el peliazul habló. Tal como sus miradas no podía esperar nada de sus palabras. Su aura me gritaba lo arrogante que era, aunque no estaba muy segura...solo lo vi una sola vez.

Éste se retiró de la habitación. La chica de anteojos le hizo caso omiso a su comentario y me respondió.

—Estamos siendo preparados para ser enviados a nuestro verdadero hogar y cumplir nuestra misión.

— ¿Hogar? ¿Misión? Lo lamento, pero no entiendo nada— casi suspiro.

—Es lo que te dije, Sierra, — habló Alex— le salvamos la vida a quienes tienen problemas, porque es lo que somos: Personajes Literarios. Estamos aquí por lo que vivimos y existimos. Ayudamos a personas que están la situación en la que tú estuviste, en la que todos aquí estuvimos.

— ¿Pero qué mierda? ¿Me están diciendo que salimos de aquí únicamente para ayudar a otras personas?

—Sí, fue eso lo que dijo... No te ofendas, pero ¿a caso eres retrasada o algo por el estilo?

Sostén Mi Mano |TERMINADA.|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora