Capítulo XXI.

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Después de la platica que tuvo Aiden con Nadia, la chica fue a casa de los Mikaelson. Estuvo bebiendo por horas, hasta que Nadia llegó.

—¿Qué estas haciendo aquí? —dijo Aiden al verla.

—¿Estás ebria? —cuestionó Nadia— ¿Qué pasa contigo?

—Estaba haciendo una prueba, quería saber que tan rápido me embriagaba siendo humana —respondió Aiden— Media hora.

—Necesito hablar contigo.

—¿Qué quieres?

—Vine a despedirme...

—No me interesa.

—Por favor solo escucha —dijo Nadia acercándose a ella—. Lo siento, de verdad lamento no haber estado contigo. Perdí mucho tiempo buscando a Karherine, perdí vida por eso y te perdí a ti.

—No creed que es muy tarde para eso —reprochó Aiden alejándose.

—Lo sé, pero solo quiero que escuches lo que te diré. No hubo un día en el que no pensará qué estabas haciendo, cómo estabas y, todas las ganas de estar contigo.

—No quiero escucharte —expresó Aiden—, perdiste tanto tiempo. Ahora no vengas a decirme todo esto, cuando intentaste matarme.

—No sabía que estabas en éste cuerpo.

—No es suficiente.

—Eres una Petrova, y yo soy una Petrova —respondió Nadia—. Somos familia Aiden, y no te dejaría sola.

—Lo hiciste.

—Como no creo que me perdones, será mejor que me vaya. Encontré esto.

Respondió Nadia mostrándole una piedra roja a Aiden, a lo cual la chica se sorprendió y la tomó con mucho cuidado.

—¿Dónde encontraste esto? —cuestionó Aiden nerviosa— Estuve buscando esto por mucho tiempo, dónde la encontraste.

—En una exhibición, sé lo importante que ésta es para ti y pasé un tiempo buscándola y cuando la encontré, ya era tarde.

—Eso ya no importa, lo importante es todo lo que puedo hacer con ésta piedra —respondió Aiden.

—¿Qué es lo que piensas hacer?

—No te imaginarías.

Después de hablar un rato más Nadia se fue de la casa y Aiden se había quedado pensando en todo lo que podría hacer ahora que tenía la piedra. Pensaba en lo que podría hacer con todo el poder que de ella emanaba.

Elijah había entrado al cuarto de la chica, Aiden al observar al Mikaelson escondió inmediatamente la piedra y se puso en frente de él.

—¿Tienes algo que decir? —cuestionó Aiden, muy cerca del Original.

—¿Qué estás haciendo aquí?

—Estoy aquí por ti, porque sé que en el fondo sientes algo por mi —respondió la chica y con una mano se recargo en el Original—. Porque siento tú corazón latir con fuerza y sé que es por mi.

—Te equivocas Aiden —respondió Elijah apartándose de ella—. No te amo más, sólo me siento culpable por lo que te pasó.

—Si ya lo sé, tú culpa se llama Hayley —bufo Aiden—. Ella es más perra que Rebekah.

—No voy a permitir que te expreses de ellas de esa manera —comentó Elijah molesto.

—Lo siento, pero cómo podría llamar a la chica que se está metiendo con el hermano del hombre de quien está esperando un bebé —respondió—. Y qué hay de ti, se supone que eres el moral, dónde queda toda esa ética que mostrabas cuando te estás metiendo con la madre del hijo de tú hermano.

—No sé por qué vine —dijo el hombre alejándose de ella.

—Ya sé a qué viniste, a estar conmigo, porque aunque digas que no es verdad yo sé que te mueres por estar conmigo otra vez.

—No estoy seguro de que sea eso —dijo el original— Sólo mírate Aiden, estás aquí perdiendo el tiempo con nosotros cuando puedes ir a vivir la vida, ahora que tienes la vida limitada —comentó y después salió del cuarto.

Aiden estaba furiosa por las palabras del Original, quería sacar todo su odio y la única manera de hacerlo era con la chica que había causado, según ella, toda la pelea.

Aiden salió del cuarto y se dirigió con Hayley, quien están en la sala leyendo un libro.

—Debes de sentirte como una reina —comentó Aiden desde la puerta.

—¿Disculpa? —preguntó Hayley confundida.

—Si, una reina, eres la señora de Klaus, intocable —respondió entrando completamente al cuarto.

—Creeme no es algo que me gusta presumir —dijo Hayley— Klaus no es el rey que quiero para mi reinado.

—Eso lo sé, es por eso que ahora te estás metiendo con el hermano —comento Aiden y sólo consiguió una mirada de odio por parte de Hayley— ¿Por qué ese es tu objetivo?, Elijah.

—Elijah no es un juguete para estar jugando con él —respondió Hayley.

—Eso lo sé perfectamente, pero me refiero a que, apresar de llevar en ti al primogénito de Klaus, te metes con su hermano —comentó— Inclusive para mi, que estuve con los tres, eso es demasiado. Y en su propia casa.

—No voy a estar escuchando tus estupideces —respondió Hayley molesta— No eres nadie para decirme cómo…

—Claro que si, y la que debe darse cuenta de su papel en ésta casa eres tú —dijo Aiden—. HgNo pasarás nunca de ser la chica que logró embarazarse de Niklaus Mikaelson.

Le lanzó una sonrisa y después salió del cuarto con rumbo hacía la salida, debía despejarse de todo lo que estaba pasando. Fue hacía el bar más cercano, estaba en la barra y des pronto sacó la piedra y la observaba, dándole vueltas. Lo que llamó la atención de otra persona, quien se acercó a la chica.

—¿Dónde encontraste eso? —cuestionó llamando la atención de Aiden.

—Eso no te incumbe.

—¿Tienes idea de lo peligrosa que es esa pierda?

—No me voy a quedar con ella, sólo quiero hacer algo y después la piedra se irá.

—Debes de ser muy cuidadosa con su poder, en malas manos eso podría significar mucho peligro —comentó— Se cuidadosa Aiden.

Al escuchar su nombre se volteó para ver quién era la que hablaba con ella pero no había nadie, guardó la piedra y salió del bar. La ciudad estaba muy tranquila, sin ningún ruido. Lo cual lo volvía extraño.

Volvió a la casa de los Mikaelson y cuando llegó no escuchó ningún ruido fue a todos los lugares de la casa, pero no había nadie.

Descansa | Parte II | The Vampire Diaries & The OriginalsWhere stories live. Discover now