Pulseras Azules

191 [Final].

*Capítulo Largo*

Leyna.

-¡Alejate de el, Adalia! -le grité haciendo que ella se diera la vuelta con su navaja en mano

-¿O qué?- dijo acercándose a mi

-No saldrás nada bien de esta casa -sonreí

Miré como Axel se ganaba al lado de Roger, que nos miraba a ambos extrañado, este hombre no se entera de nada

-Creo que conocerlas me ha traído problemas -murmuro Roger

Claro, el estando conmigo obviamente le traería problemas, pero con Adalia, no me lo esperaba

-La que no saldrá bien serás tú -dijo acercándose más

Me empecé a alejar un poco de ella

-Yo que tu, no camino más- dijo Axel mirando a Adalia

- Tu no hables, idiota - gruño mientras lo miraba.

Ella estará unos segundos distraída, así que saque mi pistola de mi pequeña cartera, sorprendiendola cuando me volvió a ver

Apretó más su navaja, asustada

-¿Qué?- dije- ¿Estas asustada?

No me acerqué a ella, sólo me quedé en mi lugar observando su miedo.

-Chicas...-empezó a hablar Roger- No creo que los padres de Axel quieran ver a una chica con una pistola y la otra con navaja en cuanto lleguen.-dijo- Arreglen sus cosas bien, Leyna tuvo una razón para asesinar a tu padre, Adalia

Lo miré, y le sonreí, no se por que lo hice, ¿Por que sonrió en cuánto estoy cerca de alguien que me quiere herir?

Sin darme cuenta, por la culpa de mi distracción, sentí algo en mi vientre, haciéndome abrir los ojos, soltar mi arma y caer al suelo

Miré hacía abajo, hice una mueca al ver la sangre

-Leyna.-Roger hablo fuerte, pero no gritó.

Trató de acercarse a mi, pero Adalia tomó mi pistola y lo amenazó

-Te acercas, disparó.-dijo con voz temblorosa

¿Por que no estaría así?, me acaba de apuñalar, no creo que ella lo hubiera echo antes

Cada vez perdía más sangre, esta chica me enterró demasiado la navaja, lo malo, que aún la tengo

La miré

-¿Esto querías?-sonreí mientras levantaba mis manos, con sangre.

Me dolía, debía admitirlo.

-No.-dijo- Tu me hiciste hacerlo.-tomó la pistola con más fuerza- Mataste a mi padre.- dijo con odio- y yo te mataré a ti

Disparó.

Sentí como la bala me atravesó, ahogue un grito.

-¡Adalia, suelta la pistola!- gritó Roger

Ella lo miró y sonrió, para luego volver a dispararme.

Esta vez grité, lágrimas caían rápidamente por mis mejillas

-¡Adalia, detente!-grito Axel furioso.

Adalia, Alissa y yo solíamos ser unidas, dije solíamos ya que desde el suicidio de Alissa, nos separamos, ella se fue con su madre y yo seguí con mi padre, no puedo creer que ella me esté haciendo daño...

Pero no podía más, una navaja y dos disparos, me estoy muriendo, estoy aguantando demasiado

-No entiendo como sigues viva - gruño Adalia- Deberías estar muerta