Especímenes raros.

noventa y nueve.

A Dan le dolía que se le marchitaran las rosas y procuraba siempre llevar su tarrón de agua aunque pensaran que era un chico vendedor de flores aunque la verdad era que esas flores eran para su bebé. Bueno era confundible porque Dan ya llevaba seis años con su trasero arranado en el sitio en donde podías ver todos los ángulos del aeropuerto.

“Hoy tampoco hay suerte, al parecer…” Dylan negó, levantándose del piso y sacudiendo su trasero mientras recogía sus colchas y se despedía de Dan con un abrazo, musitando un pequeño ‘buena suerte, amigo’.

Dan vio marchar a su amigo mientras miraba el suelo y veía la hora, recordando que tenía que hacer una tarea que había estado acumulando y entonces emprendió su camino a la salida del aeropuerto cuando una niña rubia se le puso enfrente.

Dan arqueó la ceja, viendo los ojos grises con atención y los tiburazones rubios tan descuidados pero aún así tan hermosos como pequeñas sortijas de oro. Incluso le recordó al anillo en la mano de su pequeño gatito.

“¿Tú eres Dan?” preguntó la pequeña, poniendo sus bracitos detrás de ella con timidez. Dan se puso en cuclillas y asintió, acariciando los rulos de la pequeña. Olía a tierra, a humedad pero olía también a limpio, a una niña inocente que se ponía roja mientras Dan le acariciaba el rostro.

“Soy Dan, pequeña, ¿cómo te llamas?” musitó, picando las mejillas rosadas de la niña que miraba la punta de sus pies. Dan advirtió que estaban muy sucias, recordó las clases de pedicure con su madre y sonrió para apartar aquellos pensamientos.

Le había sorprendido que la pequeña niña supiera su nombre pero era una niña pequeña así que no se preocupaba al respecto.

“Delilah, al menos así me nombró mi papi…” se encogió de hombros, empezando a tocar el copete de Dan, robándole risitas nerviosas.

Dan enmudeció mientras recordaba a Elijah cantando “Hey there Delilah” aquella vez que Dan comenzó a cantarla, cuando jugaron el MMORPG y su hija en el juego se llamaba así y les hizo jurar que llamarían a su hija así. Oh, pequeño bebé, ¿dónde estás?

“Tú también eres mi papi” hundió su dedo en su copete. Dan frunció el ceño, cayéndose de sus cuclillas para atrás y robándole una risa a la pequeña niña que reía y aplaudía al mismo tiempo.

“¿Quién es tu otro papi, pequeña?” preguntó, volviéndose a colocar en cuclillas para observar bien a la pequeña rubia que ladeó la cabeza y rio como una dulce campanilla.

El corazón de Dan latía apresuradamente mientras la niña se reía y sus orejas se volvían rojas, tan rojas que Dan seriamente pensó que se parecía a su pequeño aunque no era su pequeño Eli, realmente.

“Yo...” habló una voz pequeña y tan quebradiza que fue imposible de no reconocer para los oídos de Dan. La misma que alguna vez le dijo que no lo conocía, casi con timidez y casi podía ver el enrojecido rostro de aquella persona mientras pronunciaba ese monosílabo.

La niña alzó sus bracitos y brincó de alegría mientras iba corriendo hacia el sujeto detrás de Dan, quien volteó rápidamente su cuerpo como si hubiera sido el segundo niño del exorcista y sus ojos casi se caen mientras rompía su sonrisa en lágrimas que se desbordaron como las cataratas de Niágara y soltaban felicidad evidente a su vez que se incorporaba como podía y atraía al pequeño-no-tan-pequeño sujeto en un abrazo que hubiera resultado asfixiante si no hubiera sido por el lamentable aspecto que conllevaba su pequeño y entonces las lágrimas de tristeza también le siguieron junto a unas palabras balbuceadas entre el llanto y que apenas se pudieron distinguir entre la conmoción del momento.

“Hola, ojitos de mar.”

__________________________________

N/A: Todo el amor♥

Doble actua porque quiero felicidad en mi vida. Bonitos días, bonita vida para todos ustedes. Se les quiere mucho♡

Todos alaben a @MariaJumpers (acá tas, mom) bc se los ordeno, chau. ¿Ta bueno? ´･ᴗ･'♡