Capítulo 14: Cita con Harry.

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Sábado.

Se mira por última vez al espejo y asiente, dándose fuerzas.

No le gusta jugar con la gente, ni mucho menos con Harry, que le cae muy bien y ha sido amable con ella desde el principio.

Pero no puede ignorar que quiere a Taylor, y que si bien Harry podría llegar a gustarle, no cree poder llegar a amarle.

Al fin y al cabo, sólo será una relación que tarde o temprano iba a acabar. Sólo eso. Ya tiene una razón por la que acabarla y en cuanto pueda lo hará.

Si las cosas se hubieran dado de otra manera... Quizá Harry y ella...

Sacude la cabeza.

No, no. Su objetivo es iniciar una relación con Harry cortando así su posible conexión sentimental con Taylor Green. Después, todo habrá acabado y ambos, cada uno por su lado, podrán seguir su vida.

-Adiós, Taylor –dice antes de salir.

-Qué arreglada vas.

-Tengo una cita –dice antes de irse, dejando al chico con la palabra en la boca.

Sí, durante estos días ha acumulado cierto rencor hacia Taylor por hacer que salga con Harry indirectamente. Entiende que es un mecanismo de protección, pero están en juego los sentimientos de una persona.

Así que tendrá que ser más neutral y no darle demasiadas esperanzas.

Con esos pensamientos en la cabeza llega a la plaza donde ha quedado con Harry.

Con los primeros atisbos de noviembre, Alison ha optado por unos pantalones blancos y un jersey rosa claro, junto con unos botines y su bolso.

Harry se acerca con una sonrisa.

-Hola, castaña –dice riendo.

-Hola, pelirrojo –contesta guiñándole un ojo.

Harry le divierte.

-Bueno... ¿A dónde me llevas?

-Es una sorpresa, ven.

La guía por las calles de Nueva York hasta llegar a un edificio que no conoce.

-Vaaamos –dice empujándola hacia dentro.

Suben el ascensor, ella bajo la sonrisa burlona del chico.

Él abre la puerta de un apartamento.

-Las damas primero.

-Es sólo una excusa que os habéis inventado para poder mirarnos el culo. Estoy segura –dice pensativa provocando que el chico ría.

-Vaya, nos has pillado.

Se fija entonces en el apartamento.

Hay velas por toda la pequeña casa y en la sala de estar, varios cojines con una manta y un picnic.

-Hacía demasiado frío para uno al aire libre, así que...

Alison ríe.

-¡Es precioso! Qué detalle, muchas gracias –dice de forma educada, con la elegancia que sólo una Mackenzie podría destilar.

Harry le sonríe coqueto.

-¿Es demasiado para una primera cita?

Lo cierto es que sí. Esperaba, como mucho, una reserva en un sitio normal.

-No, qué va. Sólo es que ha sido una sorpresa.

-Bueno, estos días que hemos estado hablando, me he dado cuenta de que me gustas mucho. Eres un misterio.

Alison se muerde el labio.

¿Por qué tiene que enamorarse de alguien como Taylor?

¿Por qué no alguien como Harry?

¿Inocente, no problemático, transparente, romántico y detallista?

¿Por qué le tiene que atraer un chico con secretos oscuros, capaz de matar a alguien, con un pasado cuanto menos extraño, que ama a su manera?

Quizá porque es distinto.

Lo distinto es innovador, original.

Pero una cosa está clara: lo común te aporta seguridad.

Desde que ha salido "al mundo exterior", Alison se ha dado cuenta de algo: la seguridad le importa poco.

¿Y si está hecha para ser alguien como Taylor?

Bueno, pronto lo descubrirá.

Se deja llevar con Harry por una charla amena y entretenida sobre los gustos del uno y de la otra y demás cosas que, si bien le parecen educadas y normales, no interesantes.

-¿Y dónde vives?

Alison frunce el ceño.

¿A qué viene esa pregunta de pronto?

-Cerca de aquí, en un apartamento.

-¿Tus padres y tú en un pequeño apartamento de Londres?

-Oh, no, no. Vivo con mi hermano. Mis padres se fueron a vivir a otro país hace unos años, por motivos de trabajo, y me dejaron a cargo de mi hermano mayor.

-Debe ser guay, ya sabes. Un hermano mayor seguro que es más permisivo que tus padres.

-Bueno, a veces es demasiado protector. Todo tiene sus inconvenientes.

No lo puede evitar, pero esas preguntas le provocan ciertas sospechas.

Ali cambia de tema, preguntándole a él sobre su familia. Harry tiene dos hermanas pequeñas y vive un poco lejos, según le explica, esa casa es de su primo, que está de viaje y se la ha prestado para la ocasión.

-Tampoco tenías que molestarte tanto.

-No ha sido una molestia. Me apetecía hacerlo –le contesta el chico.

En un momento determinado, Harry se acerca a ella y, primero con un tímido roce de labios y más intensamente después, la besa.

Ella le corresponde el beso.

Pero se da cuenta de algo: puede gustarle de la forma instintiva a la que una persona le gusta un beso, pero desde luego no le causa la misma sensación que besarse con Taylor, la persona a la que definitivamente quiere.

Después de unos segundos, ambos se separan.

Ali mira el reloj.

-¿No deberíamos ir ya al cine?

-Sí, sí.

Ambos pasean por la calle, callados sin saber expresar nada.

Llegan al cine y entran a la película, en cuyo transcurso Harry le coge la mano a Alison.

Esta le corresponde, sonriendo forzadamente.

Cuando salen del cine, ya es bastante tarde.

-Tengo que irme, mañana tengo que levantarme pronto.

Es una verdad a medias, ya que aunque ha quedado para comer con Brad, eso será a las dos.

Harry le sonríe y le da otro tímido beso que esta vez Alison termina más rápido.

-Hasta luego –dice sonriendo.

Y echa a andar, un poco confundida.

Dos horas después.

Marca un número en su teléfono que contesta al primer pitido.

-¿Qué tienes?

-La tengo controlada.

-¿Esconde algo?

-Aún no lo sé. No puedo avanzar tan rápido.

-Empieza a seguirla y no te centres tanto en investigarla.

-Entendido.

Al otro lado, la línea se corta.

El chico que ha marcado suspira frustrado.


Una Princesa en Apuros ©Where stories live. Discover now