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27 de Febrero

Han pasado dos días desde que le dijimos a Mason sobre el embarazo y no para de llamarme para preguntarme si estoy bien. Ese día los tres la pasamos juntos conociéndonos mejor hasta que Mason se tuvo que ir y Juan y yo decidimos que ya era hora de decirle a mis padres. Se sintió tan bien decirle a Mason que queríamos decirles a todos sin importar lo intenso que será decirle a Oliver y Nadia. Así que aprovechamos que es sábado y ambos están en la mansión para decirle a mi nana que ponga un lugar mas en la mesa.

Doy un brinco cuando escucho el timbre y bajo corriendo las escaleras antes de que alguien mas lo haga y se consiga a Juan en la puerta. Al parecer Juan nota lo nerviosa que estoy porque cuando abro  la puerta me abraza.

-Tu casa es hermosa- dice una vez que pasamos, mirando las esculturas y pinturas fascinado- ¿Cómo te has sentido?- pone su mano sobre mi vientre.

-Los mareos se han calmado un poco- le sonrío- Ha crecido. Aunque no se note, esta un poco hinchado.

Juan me regala una hermosa sonrisa y se agacha a besar mi vientre. Amo cuando hace eso.

-Vamos a ver a sus abuelos- le susurra y me toma de la mano para que lo guíe.

Al llegar al comedor, veo a Nadia y a Oliver sentados uno al lado del otro y sin pensarlo, aprieto la mano de Juan.

-Nina ¿Qué es todo esto?- ignoro su pregunta y con Juan Luis me acerco a la mesa y nos sentamos al frente de mis padres.

-Juan Luis Londoño- les extiende la mano- Un placer.

Oliver lo mira curioso y si pensarlo, le da la mano amistoso, muy diferente a la mirada asesina de mi madre.

-¿A qué te dedicas?- le pregunta mi madre sin separar sus ojos del tatuaje en forma de corona en su cuello y los que se asoman por debajo de la camisa... Si viera el resto de su cuerpo... Además le pedí que se quitara el zarcillos y el piercing en la nariz y gracias a Dios se lo pedí.

-Soy cantante- Juan esta y le contesta lo mas calmado posible; pero lo que mas hace que su cuerpo se tensa, era la forma en que mi madre me mira y me habla.

-Nina,-levanto la vista del plato de comida que sirvieron- Solo te quiero comentar que un cantante de "reguetton" no te dará lo mismo que Mason.

-¿Sabes algo Nadia?- digo colocando los cubiertos de mala gana en el plato. Juan me mira y asiento- Me sorprende que tú, siendo tan detallista y quejona no te hayas dedo cuenta. Tú, que buscas tanto la perfección en todo, no te has dado cuenta.

-¿De qué exactamente?- me mira levantando una ceja- ¿De qué mi hija quiere lanzar todo por la borda por un cantantico de quinta?

-No, nada de eso- dice Juan levantando de la mesa y hago la mismo- De que su hija está embarazada.

Cuando las palabras terminan de salir de su boca, por primera vez en toda la comida Oliver hace acto de presencia. Me mira de una manera que desde pequeña no me ha mirado; como si volviera a ser esa pequeña con la cual él no podía vivir.

-Nina...- creo que mi padre se nos quiere acercar, pero Nadia lo interrumpe.

-¿Nina como pudiste?- mi madre me mira de la forma mas hipócrita que en mi vida he visto- ¡Oliver nuestra hija nos salió de piernas abiertas!- grita horrorizada.

Oliver no se inmuta y me sigue mirando fijamente, Maluma me toma la mano hasta que mi padre se abalancha sobre él y lo tira al suelo. Una vez que Oliver se aparta, me agacho a revisar a Juan, quien podría fácilmente haberlo esquivado o devolverle un golpe peor, pero se quedo quieto. Solo su labio sangra un poco pero igual me sonríe para darme alivio.

-Nina vete- dice mi padre pero no molesto, si no triste y demarcado- Si quieres ve y recoge tus cosas, pero no te quedaras esta noche aquí.

Lagrimas corren por mis mejillas y niego la cabeza sin poder creérmelo, ¿Mi padre me esta echando?

-Papa por favor...- Juan me sostiene entre sus brazos para que no me caiga.

-Nina, ya escogiste tu camino- pero Juan Luis lo interrumpe.

-¿Eso es lo que va a hacer?- alza la voz- ¿Echar a su hija a la calle? No me lo puedo creer, obviamente no es por el dinero, así que ¿Por qué es? Su hija es joven lo se, ambos lo somos y aunque esto no es para nada planeado, es algo de los dos, unas personas que ni siquiera han nacido y ya los menosprecian, tal vez no seremos los mejores padres del mundo, pero se que criaremos con amor a nuestros hijos o hijas y nunca les daremos la espalda como ustedes están haciendo. Nina y hasta yo tenía miedo de que haría a la hora de decirles, pero nunca pensé que harían algo así- me abraza mas fuerte y me da un beso en la sien- Nunca les quitaremos el derecho de conocer a sus nietos, porque se que serán tan inocentes que no les importarán que sus abuelos estuvieron ausentes en una parte importante de su vida y los querrá.

-¿Hijos? ¿plural?- Nadie lanza una carcajada- ¿Piensan tener mas?

-Son mellizos- contesto seca y sin mas nada que decir, hace que nos demos la vuelta ya que estamos abrazados pero lo conduzco a mí habitación.

Una vez dentro cierro la puerta y me lanzo a sus brazos a llorar desconsoladamente, nunca nadie a dicho algo así de mi o por mi.

-Gracias- digo escondida en su cuello y me levanta un poco, pero se acuesta en la cama conmigo encima.

-No tienes por que Nina- se da la vuelta quedando él ecima mío esta vez- no tienes por que. Te iras a vivir conmigo, se que no tiene nada que ver con esto- dice mirando mi cuarto que es del tamaño de casi su apartamento- pero créeme que te trataremos con amor.

-¿Trataremos?-digo confundida-¿plural?

-Claro- dice bajando y subiéndome la falda para besar mi vientre- Dos se nos van a unir en unos meses.

Gimo cuando chupa un poco mi piel, estoy en bragas, acostada en mi cama y con él encima, debo decir que me excita. Se da cuenta y se apoya a mi lado sobre su codo.

-Perdona, creo que me pase un poco- niego con la cabeza.

-Tú nunca te pasas- o al menos nunca me quejaría si te pasaras digo en mi mente.

Hago una maleta pequeña ya que después mandaré a alguien a hacer mi mudanza, nos montamos en el auto hacia a su apartamento.

Mi Pequeño Gigante 1 (MALUMA)Where stories live. Discover now