-Capítulo 34.

10.9K 671 81
                                    

LAUREN POV.

"Ya tebya lyublyu, Lauren" aquella frase seguía en mis pensamientos.

Había pasado una semana desde aquel día y quedaba una más para irme de aquí. Cuando me lo propuso Virginia, me sentí entusiasmada y dije que sí. Claro que no había pasado lo de Camila.

Ahora lo dudo.

-Amor, ¿Ya le dijiste a tu familia lo del viaje?-se sentó a mi lado.

-Aún no, supongo que se los diré mañana.

-No te noto convencida-acarició mi mano-¿No hay nada que quieras decirme?

-No, estoy bien-sonreí-sólo pensaba en qué voy a hacer mientras estés en los congresos.

-Lauren, no tienes que acompañarme si no quieres, ya lo hablamos-besó mi mano-me gustaría que lo hagas pero no te diré nada si quieres quedarte.

-¿Usando la psicología inversa, o algo parecido a eso?-escuché como se reía y el sonido del timbre.

Inmediatamente fue a atender y escuché la voz de mi hermana. Tomé mi bolso y me fui de allí, prometiéndole a mi novia ir mañana.

-Tay, ¿Estás segura que no le molestará?

-No, además quedaron bien, no habrá problema. Ahora acompáñame al centro comercial.

Asentí, no muy confiada de sus palabras. Horas después salimos con varias bolsas.

Volvimos a mi casa y comenzamos a prepararnos. Una vez que estaba lista y esperaba a que me maquillaran, escribí una pequeña carta. ¿Estará bien todo lo que estoy haciendo? Suspiré. Ya era tarde para arrepentirme. Volví a leerla buscando errores pero no los encontré, aunque siempre me corregía. Por algo Camila era mi profesora. Sonreí ante el recuerdo de ella enseñándome. ¿A quién engañaba? La extrañaba muchísimo.

El sonido de la puerta abriéndose y la voz de Taylor hizo que dejara de pensar en ella.


CAMILA POV.

Sofi me contaba como le había ido en el colegio mientras peinaba su cabello. Siempre me gustó pasar tiempo con ella y escucharla, pero particularmente hoy sentía que algo me faltaba.

Hace bastante tiempo me sentía incompleta.

Terminé de colocar un lazo azul, el cual hacía juego con su ropa y escuché como mi madre la llamaba a almorzar, la acompañé y me senté en la mesa, sin intenciones de comer.

Mis padres intentaban que sea un almuerzo cómodo y simulamos todo por mi hermana, no quería que siga sufriendo por nuestra culpa.

-¿No tienen nada para decirme?-miré a mi madre, con una mínima esperanza. Ella cruzó mirada con mi padre, quién parecía confundido. Ambos negaron-Mañana vengo por Sofi.

-Claro hija-me saludaron y me fui. 

Vivía en un pequeño departamento a media hora de casa de mis padres. Apenas hablaba con mis vecinos y pasaba casi todos mis días sola.

A veces recibía la visita de mis amigos o alguna llamada de su parte, pero me pasaba gran parte del tiempo abocada a mi trabajo. En mis tiempos libres leía o buscaba alguna actividad. 

Por eso me sorprendió cuando vi a Harry con un ramo de rosas.

-¡Feliz cumpleaños, hermosa!-tiró el ramo y corrió a abrazarme, dándome vueltas por el aire y sonreí por primera vez en el día de manera genuina. Él miró mi cara y automáticamente sonrió-¿No creerías que olvidaría el cumpleaños de mi mejor amiga, o sí?

-Tenía mis dudas-reí-Gracias Hazza.

Él me bajó y a continuación me abrazó Louis, felicitándome también. Si bien lo hizo de una manera tan tranquila, sabía que me quería tanto como Harry.

Entramos y lo primero que hice fue tomar el ramo y ponerlo en agua, dejándolo en el centro de la mesa.Con la excusa que era mi día, Louis preparó el almuerzo. 

-Claro, a ella sí le cocinas-Harry se cruzó de brazos.

-No seas ridículo, Hazza-rodó los ojos-voy a consentir siempre que quiera a Mila.

Miraba esa pelea de pareja y sonreí, recordé cuando las tenía y sentí un poco de nostalgia. Intenté alejar rápidamente esos pensamientos.

-Lo siento-Harry puso una mano en mi hombro-no quería que te pongas mal.

-No es nada-miré a Louis que lucía igual de apenado que él-no te preocupes.

Cambiaron el tema rápidamente y me convencieron de salir los tres a cenar esta noche, lo cual acepté.

Al irse ellos, centré mi atención en el libro que había empezado dos días atrás. Leo lo suficiente y empiezo a alistarme para esta noche. Si bien era una cena con mis amigos no era de salir y quería verme bien.

Una vez lista tomo un taxi hasta el lugar de encuentro, allí estaban esperándome. Entramos y lo que vi a continuación no me lo esperaba. Estaba Dinah, Ally, Normani y Taylor. Al unísono gritaron ¡Sorpresa! y me saludaron. 

Todos se disculparon por no haberme saludado antes, pero tenían planeado hacer que olvidaron la fecha.

También vinieron mis padres para dejar a mi hermana conmigo, quedándose ellos en otra mesa. Agradecí el gesto.

Las horas transcurrían y perdí la noción del tiempo. Antes que se vayan abrí los regalos y agradecí uno por uno.

Lamentablemente era tarde también para mí por lo que estaba a punto de irme, cuando Taylor me llamó.

-Mila, tengo otro regalo para ti-se corrió y pude ver a Lauren con una pequeña bolsa en su mano.

-Lo...-fue todo lo que pude decir antes que ella me abrace.

-Feliz cumpleaños, Camz-se separó de mí-toma, espero te guste.

-Que me lo hayas regalado tu ya pasa a ser especial-la miré unos segundos-gracias por acordarte.

-Nunca olvidaría una fecha tan importante-tomó mi mejilla y la acarició-me importas y mucho, Camila.

-Tu a mí, Lauren-agaché la cabeza, ya que me sentía intimidada por su mirada.

Nos quedamos en ese silencio algunos segundos.

-Ya debo irme-soltó de repente en un hilo de voz.

-Claro, es tarde-le dí un abrazo rápido-hasta luego, supongo.

-Sí...-suspiró-cuídate.

Le hice una seña a Taylor para que venga y me di media vuelta, esperando a un taxi que me llevara de vuelta. 

En el camino pensé en todo lo que había sucedido. Había algo en la actitud de Lauren que me decía que no quería irse.

Pagué al llegar a destino y cuando apenas entré, dejé los regalos sobre la mesa. Abrí el de Lauren y encontré el nuevo CD de mi banda favorita y una nota de papel escrita en Braille.


Camz:
             No sé si ya lo tienes, pero sé lo mucho que amas la música. Recuerdo haberte escuchado cantar y lo feliz que sonaba tu voz cuando hablabas de tus artistas favoritos. 
A ser sincera, recuerdo muchas cosas de ti, y no sólo que tengan que ver con la música.

Nunca te dí las gracias por toda la paciencia que me tuviste, por ayudarme a salir adelante, por ser una parte fundamental de la persona que soy hoy. 

Gracias, Camila Cabello. Hoy mi vida es eso gracias a ti. Eres mi persona favorita en este mundo y siempre lo serás.

Feliz cumpleaños, que todos tus deseos se vuelvan realidad y seas siempre muy feliz. Lucha por tus sueños y nunca dejes de sonreír. No te vi hacerlo, pero apuesto que te ves hermosa cuando lo haces.

Te ama, Lauren.



~Aunque no me puedas ver. [Camren]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora