《 La familia Frost 》

Especial Cinco | Tercero

Término de arropar a la hija menor y la observó, era demasido tierna, y claro, era su hija. La madre río por sus pensamientos.

-¿De que te ríes, mami?- Preguntó la pequeña Anna.

-Oh, no, de nada cariño. Es solo que eres demasiado tierna.- La madre le dio un cariñoso beso en la frente, Anna río.

-Bien, ¿Qué cuento quieres para esta noche?- Preguntó Rapunzel, tomando del estante junto a la cama de Anna un libro grueso, que estaba cargado de diversos cuentos. La niña hizo una pose pensativa.

-Nop, esta vez quiero otra cosa...- Anna río. Ya sabia que queria que le contarán. -¿Como se conocieron tu y papá?- Preguntó esperanzada la niña, uniendo sus manos, pensando que quizá su historia haya sido un cuento de hadas. Pensando de que quizás su padre haya rescatado a su madre de un castillo mágico o la despertara de un sueño eterno con un beso verdadero.

-¿Eh? ¿Segura?

-¡Si!

-Bien, lo conocí cuando tuve mis 10 años recién cumplidos, el ya tenía 11...

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-Hola, ¿Tienes sal?

-Claro.

-Mamá...

-¿Si, mi niña?

-...¿Tu conociste a papá solo por ir a preguntar si no podía darte un poco de sal?- El rostro de la pequeña estaba en blanco, ella no se esperaba eso. Esperaba que ellos se hubieran conocido de una manera más románticas.

-Oh si, es que a tu abuela se le olvido comprar sal.- Rió un poco Rapunzel, sabiendo de la desilusión de su pequeña hija.

-Bien, Anna, es hora de ir a dormir. Recuerda que mañana tenemos que ir a la escuela.- Dijo la rubia y beso con ternura la coronilla de su cabeza.

-¡Pero mamá!

-¡Nada de peros! Es hora de dormir Anna. Buenas noches linda.- La pequeña seguía haciendo un tierno puchero, pero ya se habia rendido, nada podria hacerla cambiar de opinión. Anna soltó un suspiro y respondió.

-Buenas noches mami.