|| MI ANGEL GUARDIAN ||

Capitulo 15

-Eliel-

Era preocupante ver a Kris de esa forma, él se encontraba arrodillado en el suelo dando gritos un tanto despedazantes.

Yo me coloqué a su altura, lo tomé de los hombros dejando tenues caricias sobre ellos.

— ¿Kris que sucede?

Él no contestaba, en ese instante alcé su rostro y me sorprendí al ver sus ojos, eran de rojo intenso.

<<Como los de un...>>

Me asuste al ver aquello, no podía ser eso, tenía que haber otra explicación.

Su cabello también estaba cambiando, es ves de ser color castaño claro paso a ser negro, totalmente negro, sus músculos se iban marcando cada vez más y las facciones de su rostro se iban demacrando un poco.

Desvié un poco mi mirada y abrí mis ojos de golpe al ver que las pequeñas ranuras en su espalda se abrían más y de ellas crecían unas alas negras y con ellas salía un símbolo en hombro de Kris... no era muy claro el emblema pero se expandía por toda su piel hasta los costados de sus costillas.

Yo acerqué mi mano y toqué el símbolo que estaba brotando en su cuerpo, Kris en ese instante gritó fuertemente, sus manos terminaron sobre el suelo, su respiración era pesada y fuerte, sus bufidos y gritos llenaban por completo aquella habitación.

—Kris mírame...

Kris no se limitó a contestarme o por lo pronto obedecerme traté de volver a tomarlo en brazos pero echo mi brazo a un lado de manera brusca.

Quede perplejo ante su reacción, baje la mirada a sus manos en ellas se envolvían líneas negras revoloteando en toda su extensión, me sentía impotente.

Segundos después Kris dejó de retorcerse y gritar de dolor, alzó la cabeza y me miró a los ojos, los cuales aún tenían ese color carmesí intenso.

—Lo matare.

Dijo con una voz muy profunda y distorsionada, enseguida salí de mi trance.

— ¿De qué hablas?

—Mataré a Abel...

Cuando dijo eso se levantó del suelo, su aspecto era diferente, se podía notar claramente un aura llena de odio, Kris no quitaba su mirada de la mía, me sentía débil ante él, parecía ser más fuerte que yo.

<< ¡¿Por qué?!>>

Kris sonrió de lado desapareciendo ante mis ojos desplegando sus alas y salir disparado hacia el techo reventando por completo el mismo, casi ido y aun perdido no dude en levantarme he ir por él.

En ese instante una ráfaga de viento azoto mi rostro haciéndome retroceder un par de pasos, al abrir los ojos apareció Eric junto con otro ángel totalmente desconocido para mí, impidiendo que fuera tras él.

— ¿Qué hacen aquí?

—Solo queremos tu ayuda.

Contestó Eric con el semblante rígido.

— ¿Por qué debería ayudarlos? ¿Se te olvido lo que paso hace poco? .... Así que no quiero, gracias.

Estaba por retomar camino en busca de Kris, no quería perder mi tiempo en estas cosas.

—Es por Kris...— dijo el otro ángel—

Me detuve de golpe y voltee mi mirada hacia ese ángel, colocando toda mi atención en él.

—Te escucho.

Contesté sin mirarles frente a frente, solo me limitaba a verles por encima del hombro.

—Veras, me imagino que no entiendes que le pasa a Kris ¿Cierto?

Guardé silencio esperando respuestas por parte de aquel ángel.

— Sencillo, él ha dejado que la impureza gobierne parte de su mundo, convirtiéndole en un caído... Y lo que es peor aún, no en cualquier demonio.

Me sorprendí un poco, ahora las cosas eran más claras.

— ¿Pero cómo?

—Sabes perfectamente cómo...

Bufo Eric entre dientes a lo cual respondí con una mueca.

Recordé lo que había pasado en el colegio y cada una de las palabras de Eric, si tuve la culpa.

— ¿Y porque querías matarlo?

—Ya lo dije...—contestó en ángel desconocido— No es un demonio cualquiera... Kris es un hijo de Lucifer.

Abrí mis ojos de golpe al escuchar lo último. Es imposible, si era un ángel, ningún hijo de lucifer puede pisar el paraíso.

— ¿Qué dijiste?

Tartamudee dándome vuelta hacia ellos, buscando respuestas en los ojos de Eric, pero este solo miraba hacia el suelo con las manos empuñadas.

—Lo que escuchaste, es un hijo de lucifer.

— ¡¿Pero cómo?!

No asimilaba palabra alguna para mí era imposible, solo un demonio o el hombre podía procrear con Luzbel.

— ¡No te creo! ¡Solo un demonio o un humano pueden tener hijos con Lucifer! ¿Un Angel hijo de Lucifer? ¿Dónde eso tiene lógica?

—No solo los demonios o los humanos pueden...

— ¿Qué?

— ¿Se te olvida que Lucifer fue un Angel?

— ¿Eso quiere decir...?

—Nefilim... Kris es la raza perdida, un Nefilim.

— ¿Nefilim?

Lo miré incrédulo, casi desconcertado, todo estaba pasando muy rápido.

—Siempre lo supiste de alguna manera, ¿No sentías algo especial en él, Eliel?

Comentó aquel desconocido mirándome directo a la cara.

—Lo admito, siempre supe que había algo especial en Kris, siempre lo percibí, mas no podía imaginar fuera algo así.

—Nadie puede percibirlo Eliel, eres el único caído que sentía un gran poder en Kris.

—Aun no lo entiendo...—corte aquella charla poco importante— ¿Cómo Kris puede ser un Nefilim?

Espero que el capítulo te haya gustado.

Nos vemos en el próximo

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