Capitulo 16

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—Te lo resumiré... su madre era un ángel, Iris, el ángel de la fertilidad, lucifer se enamoró de ella hace miles de años y los dos tuvieron un hijo, Kris, los ángeles superiores por tal acto castigaron a Iris encerrándola en los confines del limbo, lucifer quería quedarse con Kris, pero la asociación de ángeles no lo permitió y por todo este tiempo se le ha entrenado como un ángel, ocultando su lado oscuro, hasta ahora, con todo lo que ha pasado, poco a poco se ha desatado su lado demoniaco, fue un error de nosotros desterrarlo desde el principio, por eso quisimos devolverle a la armada de ángeles, no funciono, su parte infernal toma más fuerza conforme pasa el tiempo.

Yo escuché con atención, estaba estupefacto.

Ahora entendía por qué Balan lo odiaba tanto y porque algunos demonios no podían hacerle daño tan fácil o porque no sufrió daño alguno al entrar a los vientos huracanados de lujuria una vez entro a los avernos y como otros quizá no se inmutaban a tocarlo una vez en el infierno.

— ¿Es cierto lo que acabas de contar?

Los ángeles asintieron.

—Es complicado de creer...

—Entiendo, es difícil afrontar muchas veces la realidad, pero ¿qué podemos hacerle? vamos contra ella o superamos nuestros temores ¿no crees?

—Odiaría admitirle a un ángel que tiene razón, pero la tienes.

— ¿Entonces nos ayudaras?

—Claro...

Murmuré dejando salir un suave suspiro mientras me cruzaba un poco de brazos.

— ¿Qué quieren que haga?

Pregunté alzando una de mis cejas y apoyar una de mis manos sobre mi barbilla.

—Primero, avísale todo a Lay y segundo no dejes que pase la puerta del infierno... no podemos permitir que mate a alguien, no dejaremos que pierda su alma.

Yo asentí y estaba por tomar camino, pero me detuve de golpe girando mi mirada al ángel.

— ¿Cómo te llamas?

No podía irme sin antes saber su nombre.

—Mikel... mi nombre es Mikel.

No respondí, solo volví la mirada al frente y desplegar mis alas, tomando camino directo al infierno.

Llegué a la puerta del averno, no sin antes mirar por detrás de mí espalda, miles de almas pasaban a mi costado pasando por ella para pronto caer en las oscuras entrañas de Minos, hice rápidamente cada una de las almas fuera de mi camino y una vez dentro fui en busca de Lay, este apareció de la nada en frente de mí y con la mirada bastante desconcertada.

— ¿Me buscabas?

Tenía un aspecto un poco desconfiado.

Yo corrí para estar más cerca de él y le conté lo que pasaba, con pocas fuerzas pero lo logre.

— ¿Qué dices? ¿Es todo cierto?

Yo asentí, Lay llevó sus manos a su nuca y luego revoloteo su cabello.

—Entiendo...—dijo— por favor avísale a todos los demonios superiores, yo me encargo de la puerta para que no entre.

Asentí, Lay estaba por irse e impidiendo que eso sucediera lo tomé fuerte del brazo.

— ¿Cómo sabias que te buscaba?

Lay puso su mirada en mí.

—Pude percibirlo.

-Lay-

Eliel me regalo una sonrisa complaciente soltándome del agarre que tenía sobre mi brazo y me dejo avanzar hacia la puerta, necesitaba detenerle si le lograba ver.

Una vez afuera, chasque mis dedos para que la puerta lograra cerrarse, comenzando la misma a absorber a las almas que aun debían pasar por ellas.

Mi mirar se posó sobre ella, admirando como se cerraba casi por completo.

No podía creer las palabras de Eliel, aun no las asimilaba, ¿Kris un hijo de Lucifer?

<<Maldito Mikel>>

Sentí una fuerza penetrar a través de mi piel, una gélida sensación recorrió todo mi cuerpo.

Me di vuelta rápidamente, Kris estaba en frente de mí, sus ojos eran rojos y su cuerpo estaba manchado por figuras poco entendibles que se movían por sus hombros y brazos, sus alas eran negras y enormes, su semblante era distinto, las facciones de su rostro más bruscos.

—Déjame pasar...

Su voz era profunda y lo bastante gruesa.

—No

Dije con firmeza, desplegando de igual manera mis alas hacia él, rugió por lo bajo, arrugando un poco los labios

— ¡Déjame pasar!

—No....

Respondí haciendo aparecer mi espada empuñándola con fuerza.

Kris en ese instante se acercó muy rápido a mí tomándome del cuello, agitando su brazo y así lanzarme lo más lejos posible.

<<No quiero atacarlo>>

Bufo triunfante mirándome de reojo, una vez volvió su mirada al frente caminaba para poder traspasar la puerta del averno, la cual estaba a poco de cerrar.

— ¡Detente!

Kris volvió a mirarme y sonrió de medio lado, sin hacer caso a lo que le ordenaba, él estaba decidido a entrar.

Empuñe mi espada con fuerza, levantándome del suelo, corriendo hasta él y con gran pesar atacarlo; sin embargo, detuvo el ataque con sus manos, estas sangraban, se dio vuelta arrebatándome la espada.

Estaba estupefacto, Kris rápidamente agitó aquella tizona atacándome con ella, no pude reaccionar, la había lanzado de nuevo a mi costado mientras se adentrada a los avernos.

Maldije en mis adentros, mientras caía de rodilla sobre el suelo, deje mi mirada clavada en el piso llevando mi zurda hasta la herida que me había causado, había lacerado mi hombro dejando inmóvil el mismo.

<<Kris...>>


Espero que el capítulo te haya gustado.

Nos vemos en el próximo

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