.
Suspiré.
Mi corazón se aceleró y mis manos sudaban burlándose de mí, diciéndome que era una cobarde y que no tenía el valor para meter ni la punta de un pelo a la oficina del director. Su, yo era muy sudorosa cuando estaba nerviosa y casi siempre lo estaba.
Suspiré una vez más y me adentré en ésta con la mochila en la espalda. Toqué la puerta abierta con mis nudillos y él sin verme mencionó que podría pasar. Caminé al frente de él mirándole con atención. Era obvio que ya lo había visto antes, pero aún así me daba miedo. Me dijo que me sentara, con la mirada.
-Buenos días. Emm, soy... Nuevo, señor... director- salió de mis labios, mientras fingía una voz rara y algo grave.
-¿Nuevo? No me informaron jamás que ingresarías-Dijo frunciendo el ceño- Perdón, ¿cuál es tu nombre?.
¿Cómo rayos era...?- ¡Oh!, James. James Barnett Foster.- completé más nerviosa esperando a que me creyera.
-Espera- escribió mi nuevo nombre en el computador y después hizo una mueca.-Lo siento chico. No estás registrado. Bueno, fue un placer conocerte. Adiós. - Maldita sea.
-¿¡Qué!?-me reprendió con la mirada- Huy. Es decir, no puede dejar a un alumno sólo, ¿cierto?, y... Que yo sepa a veces el sistema falla. Eso siempre pasa en otras escuelas, claro-expliqué.
-Okay-suspiró- Ten tu horario. Volveré a checar más tarde y te llamaré, o mejor... Vuelve a la hora de salida.-asentí frenéticamente y salí corriendo de ahí.
Este horario era diferente al mío. Ahora me tocaba Lectura y Expresión a estas horas. Toqué la puerta y la profesora Green abrió.
Todos los del salón me miraban atentos a cada movimiento que hacia, lo que me ponía aún más que nerviosa... Le murmuré mi nombre a la profesora en el oído y ella asintió. Me recordó cuando ingresé al kinder y quería saludar a todos y bueno realmente nadie era mi amigo todos me tenían miedo. Nunca supe por qué.-Alumnos, quiero informarles que un nuevo compañero se unirá a ustedes. Su nombre es James Barnett Foster. James, toma asiento junto a Nathan, por favor-me señaló a un chico rubio que estaba concentrado en su celular y me senté a un lado de él. Fue raro que no me pidieran presentarme, pero aún así eso era lo mejor que podría pasarme por ahora.- Nathan, dame ese celular.
Levantó un dedo aún concentrado en este y ella se lo arrebató- Espere... ¡Noo!- lo fulminó con la mirada y él alzó sus manos en respuesta.
-¿Qué estabas haciendo? Mejor has algo productivo, y explicale a tu compañero lo que tenemos que hacer de tarea.- asintió con la cabeza rápidamente. Segundos después me volteó a ver y me dio una sonrisa.
Nathan y yo nos llevábamos muy bien hasta el momento. Casualmente nos tocaban las mismas clases juntos todos los días. Llegó el receso, y me invitó a comer junto a sus amigos. Amigos... eso suena raro. Para mí, pues
YOU ARE READING
Joking Chestnuts
Teen FictionCansadas de las constantes molestias ocasionadas por un grupo de chicos del mismo año escolar, cuatro amigas deciden cobrar venganza a sus artimañas. Para su estrategia, una de ellas tendrá que disfrazarse de un chico, asimismo pensando que eso ser...