Capitulo 11

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Aun sigo con la mirada hacia mis zapatos, creo que fue mala idea preguntar, ahora que lo pienso mejor... No quiero saber su repuesta.

—Mary... Yo—hizo una pausa de segundos que a mi mas me parecen horas—Si, la bese—sentí la pequeña lágrima recorrer mi mejilla y desaparecer en mi mentón.

—¿Por qué?

—Fue antes de estar contigo, mucho antes ... O tal vez un poco.

Lo estas empeorando Raúl.

—Pero el caso es que no significó nada, estaba con Sean, salimos a divertirnos un poco, nada de chicas—Ay! Por favor! Es enserio?—Y de la nada aparecieron Carolina y su prima Lorena si no me equivoco, me emborraché, la besé y al mencionar tu nombre se fue dándome una cachetada...

Esperen! Wait! Wait! Mencionó mi nombre, eso dijo?

Sin pensarlo dos veces salté y me aferré a su cuello en un abrazo—Me gustabas Mary, desde ya me gustabas, fue después de decírtelo—me separó de el mirándome a los ojos—Por eso es que quise verte a la mañana siguiente, ya no podía estar sin ti, me gustas, te quiero.

No tenía palabras, no sabía que decir, lo juzgué cuando no debía, aun conociendo a Carolina y de lo que era capaz de inventar o bueno, casi inventar ya que no fue del todo falso.

—Y yo a ti—suspire sintiendo como el dejaba un pequeño beso en mi frente.

—Perdón—.

Alzó mi cara con su mano en mi mentón, yo tenía aun los ojos cerrados, no podía abrirlos, sentir su respiración muy cerca de mis labios me hacia casi desfallecer, sino fuera porque uno de sus brazos me sujetaba fuertemente de la cintura, tal vez estaría ya en el suelo.

Algo húmedo se poso en mis secos labios, si, la boca de Raúl ya estaba sujeta a la mía y yo no podía sentir nada a mi alrededor solo sentía esa pequeña danza de lenguas que era muy excitante.

El sonido de la campana hizo que el trance en el que ambos habíamos caído termine.

Maldito colegio.

Nos separamos lentamente, a duras penas, nuestros cuerpos no cedían nos dábamos el ultimo beso y no era suficiente, volvíamos a juntarnos con pequeños roces de labios, besos castos.

No era suficiente queríamos mas, el quería mas lo noté por el pequeño bulto que se hacía mas grande cerca de mi.

Me alejé en contra de mi voluntad, sabiendo que me arrepentiría al segundo pero, estábamos en el colegio, si nos descubrían Dios! No!

El bajo su cabeza pasando sus manos de mi cintura a mis hombros apoyándose en ellos.

No entendí al principio pero luego lo supe, el pobre trataba de que su 'pequeño' amigo, si es que debo decir pequeño, vuelva a la 'normalidad'.

No dije nada, me sonroje un poco con la situación, pero ya mas adelante sera.

Que dices Maritza? ¿le entregaras tu pureza a Raúl?

-No lo se, tal vez.






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El profesor estaba ahí, se que estaba ahí hablando, lo notaba por como movía sus labios al compás de sus manos señalando los gráficos en la pizarra, el problema es, que no se que mierda dice, simplemente no escucho nada así que vuelco mi cabeza hacia la ventana.

SEXO DURODonde viven las historias. Descúbrelo ahora