"Esclava"(RDJ)

Capítulo 1

01 de abril de 2020

Era una mañana como todas las demás, me desperté alrededor de las 04:00 a.m., se preguntarán ¨ ¿Por qué tan temprano? ¨, la respuesta es fácil asi que les contare mi rutina: los primeros 10 minutos de mi mañana preparo la agenda del día para mi jefe, los próximos 20 minutos me ponía algo más decente para ir a ¨Team Downey¨ empresa donde trabajo hace poco más de dos años, pero en realidad me despertaba tan temprano por dos simples razones importantes:

1. Tardaba alrededor de 1 hora para dejarle todo listo a mi padre, Jeremy Foster, quien sufría de cáncer en los huesos, al principio todo fue bastante tranquilo, supongo que nos tomamos de la mejor forma posible la noticia, mi padre seguía trabajando, pero todo cambio cuando la enfermedad avanzo de manera drástica dejando a mi padre postrado en una cama las 24 horas del día, por lo tanto, nuestra rutina había cambiado, nuestras vidas habían cambiado y todo ahora era mucho más difícil, principalmente porque el dinero se había reducido a la mitad, por lo tanto, nuestros gastos debían reducirse de la misma forma situación que era imposible por la cantidad de remedios diarios que debía tomar mi padre.

2. Vivo demasiado lejos de la empresa donde trabajo, salgo de mi casa a las 05:30 a.m. llegando a ¨Team Downey¨ a las 06:40 am. Tiempo justo para poder conseguir el Starbucks de mi querido jefe, café que costaba lo mismo que costaba mi almuerzo de toda la semana, mismo café que debía estar sobre el escritorio del hombre a las 07:00 a.m. en punto, ni un segundo más o mi cabeza la usaría para jugar golf con sus amigos como todos los sábados por la mañana.

Ahora que conocen algo de mi rutina diaria, me presento: Soy Danielle Foster una mujer de 25 años, termine mis estudios escolares, logre terminar mi segundo año en la universidad con la carrera de finanzas, pero como todo en el mundo sin dinero no consigues nada asi que la termine dejando cuando la enfermedad de mi padre se hizo presente, eso me llevo a que actualmente tenga el cargo de secretaria gerencial, bajo el mando de mi querido jefe.

Robert Downey Jr., un hombre de 39 años, ojos color avellanas, cabello castaño, no tiene una gran estatura pero con el ego más alto que he visto jamás, sin contar claro, que parece estar molesto con el mundo, Dios, el universo, la vida, la existencia, no lo sé con exactitud pero el hombre es tan amargado que la única idiota que lo soporta soy yo, por una razón totalmente desconocida o mas bien bastante obvia y es que no tengo donde mas ir, tampoco puedo darme el lujo de estar sin trabajo, asi que se podría decir que esta es mi primera y última opción.

Sigamos hablando de Robert Downey Jr. Mi querido jefe, se puede decir muchas cosas sobre aquel hombre, pero ninguna de ellas llegaría hacerle justicia suficiente a su horrible carácter, odiosa personalidad y fascinantemente asquerosa reputación, es aquella clase de hombre que por ser millonario se cree mucho más que los demás, mirando desde que nació por arriba de cualquier ser que no tenga más de seis cifras en por lo menos dos de sus cuentas bancarias.

— Buenos días señor Downey — Hablo con una sonrisa en el rostro cuando el ser de luz que es mi jefe está pasando por un lado de mi escritorio, el cual se encuentra afuera de la puerta de su oficina, pero se detiene y me mira con una de esas sonrisas que muestra cuando él cree que hiciste algo realmente estúpido.

— Señorita Foster, ¿me puede decir que tiene de buenos? Porque a mi parecer es un día de mierda — Su voz era de una persona cansada, cansada de la estupidez humana ¿tal vez?, no me inmute ni me sorprendí por su respuesta pues se puede decir que ya estoy acostumbrada a su forma tan idiota de ser.

— Entonces, buen día de mierda, señor Downey — Hablo suave, aun con mi sonrisa en el rostro, el solo asiente y puedo jurar que estuvo a punto de sonreír, pero solo sigue su camino entrando ahora si a su oficina, el día que mi querido jefe sonría será definitivamente el fin del mundo.

La mañana transcurrió de forma normal, sin problemas, sin gritos, cosa que era muy rara en este piso, piso del dueño y señor del universo Robert Downey Jr., al medio día salió a comer con su ex esposa, Sussan Downey, compartían un pequeño juntos de apenas cuatro años de vida, según los rumores de la prensa que rodean la vida del actor, este le hacia la vida imposible a la pobre mujer y yo lo creía, porque conociendo como es mi jefe, vivir con el debe ser el infierno sobre la tierra.

Siempre me preguntaba ¿Cómo consiguió alguien que llegue amarlo? Pero esa respuesta se daba sola, pues el hombre a pesar de ser insoportable, físicamente es lo que toda mujer buscaría en un hombre, por no decir que es bastante guapo a simple vista, sin contar claro que tiene es un actor de Hollywood el cual interpreta al mismísimo iron man, eso es un plus para su imagen, pena que todo eso se vaya hacia la misma nada en el segundo que abre la boca.

Eran las 16:00 p.m. una hora más y me iría finalmente a mi casa, el día no podría ser mas perfecto ya que mi jefe no ha vuelto desde su almuerzo, asi que yo podría irme tranquila hacia mi casa sin ninguno trabajo extra, o eso pensaba, hasta que las puertas del ascensor se abren y en mi campo de visión aparece él, con su traje bien planchado, con esa expresión que definitivamente hace que mi sangre se congele porque solo significa una cosa: tuvo un día de mierda.

— Foster, a mi oficina ahora — Dice él texteando en su celular, me da una mirada lasciva al pasar por mi lado y cierra la puerta con todas sus fuerzas, mi día de ensueños se fue por el retrete, no lo hago esperar ni cinco segundos que ya estoy entrando a su oficina con una sonrisa y mi iPad donde manejaba su agenda personal.

— Señor Downey, dígame en que le puedo ayudar — Digo con voz suave, siempre le habla en ese tono porque pensaba de forma estúpida, que ese tono de voz de alguna forma le calmaría.

— Si me consiguieras alguien con quien follar y sacarme toda la puta carga de encima seria estupendo, pero claramente no puedes asi que deberías recordarme el porque estas aun en ese escritorio — Ahí está, él con su cigarro en los labios, junto a ese vocabulario tan vulgar y ese tono de voz tan agresivo que tenía cuando llegaba con aquella expresión en su rostro, sin embargo, me acerco a él con paso lento con una sonrisita traviesa en mi rostro.

— Déjeme demostrarle por qué sigo aun en ese escritorio, señor Downey —

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Hola a todas, voy a reiniciar totalmente esta historia, pero sin cambiar su esencia, asi que por favor les pido que lean desde el principio para que puedan disfrutarla.

Actualizare fijo todos los fines de semana, pero si tengo un tiempo libre en el trabajo, tratare de subir uno que otro capítulo entre semana.

Gracias por leer.