Al día siguiente era día de clases así que me desperté temprano y comencé a alistarme. Al llegar al colegio vi que un chico que nunca antes había visto, estaba sentado al lado de mi asiento; era super guapo, tenía unos ojos verdes, cabello castaño exageradamente claro y era muy alto.
-Es el chico nuevo, se llama Bryan.- me dijo Tatiana, una chica lista, alta y muy linda que casi no me hablaba pero notó que yo estaba observando al chico nuevo que ahora tenía nombre.
-Lindo nombre.
-Querrás decir lindo chico.- asentí y las dos reímos.
-¿Cómo supiste que me atrajo?
-Eres muy predecible, además todas se están derritiendo por él.
-Así que soy predecible.
-Bueno, eres muy obvia, además ¿quién no se va a morir por ese caramelo?- sonó demasiado cursi pero no me importó.
Cuando el profesor de inglés entró a la clase le dijo a Bryan que se presentara:
-Creo que ya todos y todas notaron que hay un compañero nuevo, ven a presentarte.- dijo resaltando la palabra TODAS.
-Está bien.- se veía muy seguro cuando pasó al frente.- Me llamo Bryan Gómez, tengo 14 años y nací en Venezuela pero mis padres son de México.- un chico con historia.
Cuando por fin sonó la campana para ir al descanso el chico nuevo se acercó a mi.
-¡Hola! Soy nuevo aquí, creo que ya sabes mi nombre.
-Si claro. Yo soy Jennifer.
-Tienes un nombre precioso.
-¡Gracias!
-No conozco muy bien el colegio, ¿me lo puedes enseñar?
-Está bien.
Apenas terminé de enseñarle todo el colegio cuando tocaron para entrar a clase de Francés.
-El colegio es enorme.- me dijo él con asombro.
-Supongo que si, creo que tantos años aquí hacen que el colegio se vea pequeño.
-Tengo que confesarte algo.- sinceramente el tono en que lo dijo me asustó.- Yo ya conocía el colegio, buscaba una excusa para hablarte.
En ese momento me puse de mil colores.
-¿Es en serio?
-Obvio, opino que eres la chica más hermosa de el colegio o al menos de la clase dado a que casi no conozco a nadie.
-Bueno gracias, pero debo irme a clase de francés.
-Según mi horario creo que yo igual.
-Entonces vamos juntos.
De camino a clase de francés estuvimos hablando de los profesores; tanto amargados como agradables.
La clase de francés estuvo aburrida hasta que Bryan y yo empezamos a hablar por pequeños papeles que nos pasábamos.
Bryan: Supongo que ésta es la clase más aburrida que hay en el colegio.
Yo: Eso es cien por ciento cierto.
Bryan: No entiendo para qué ponen ésta clase si ni siquiera nos está enseñando algo, sólo habla como una lora en un idioma que según él es francés.
Después de la clase de francés seguía biología pero por suerte la profesora de biología no llegó ese día así que nos dieron dos horas libres. Como no sabía qué hacer en esas dos horas, decidí invitar a Bryan a comer un helado.
Al llegar a la heladería notamos que no habían muchas personas así que nos atendieron rápido.
La mesa en la que estábamos sentados era la única que se encontraba afuera de la heladería.-¿Qué haremos luego de esto Jennifer?
-Dos cosas: la primera es que no sé qué haremos en esta hora y cuarenta y cuatro minutos que nos quedan y segundo no me llames por mi nombre completo, llámame Jen.
-Ahora yo tengo que decir tres cosas: La primera es que como tu no sabes qué vamos a hacer en éste tiempo que nos queda yo si sé qué hacer, pero no te lo diré, lo segundo es que te diré cómo tú quieras y la tercera es que ésta heladería es la mejor heladería del mundo.
-Me alegra que te gustara. ¿Y qué haremos?- pregunté muy emocionada.
-Iremos a mi lugar favorito de la ciudad, como yo no conozco mucho aquí sólo sé de un lugar especial, pero es muy lindo.
-Si tú lo dices, está bien.
En cuánto llegamos supe donde estábamos, era un parque muy grande al que mi papá me traía cuando era pequeña, donde había que pagar para entrar. Había cambiado bastante dado a que pusieron columpios y juegos nuevos. Cuando llegamos dimos una vuelta por el enorme parque y luego nos sentamos en una pequeña colina que estaba un poco inclinada.
Unos niños que jugaban cerca de donde nos encontrábamos le pidieron a Bryan que jugara fútbol con ellos.-Vamos a jugar con estos niños Jen, será divertido.
-No, estoy bien.
-¡Ay! Vamos. ¿O es que acaso tienes miedo?
Me animé a jugar con los niños porque nunca dejaría que pensaran que algo me atemoriza.
Me divertí mucho jugando con esos niños, me hicieron recordar mi niñez, lo que me hizo recordar a David, no podía seguir así con él. Bryan notó que estaba un poco mal.
-Jen, ¿te encuentras bien?
-Si, pero creo que llegaremos tarde a clase, mejor hay que irnos.
El resto de las clases estuvieron aburridas porque no estuve con Bryan.
Cuando por fin salimos del colegio me fui rápidamente a casa a analizar un poco todo lo que había pasado desde aquel día en que me pelee con David.
Llegué a casa y comencé a analizar:«Hace más o menos dos meses me pelee con mi mejor amigo de la infancia, hace dos días tuve una cita con el hermano de mi mejor amigo de la infancia y hace unas estuve en un parque donde no había estado desde niña con un chico que ni siquiera conozco pero que actúa como si me conociera desde hace mucho tiempo.»
Cuando estaba analizando eso pensé que estaba engañando a tres personas, pero al final descubrí que no estoy engañando a ninguno porque David es sólo un amigo, Bryan es sólo un conocido, pero con Gabriel tuve una cita, eso significaba que Gabriel era el que en realidad me gustaba.
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Un giro inesperado
RandomJennifer tiene una pelea con su mejor amigo David luego de que él le confiesa algo por medio de una carta que muy pocos se atreverían a confesar. Ella se enamora del hermano mayor de David llamado Gabriel, con el que ha tenido amistad desde pequeña...