DESCENDIENTES 3: El Regreso De La Magia

EL DÍA DEL PADRE EN ÁURADON

Al salir de la tienda se toparon con un lugar completamente diferente al que habían visto antes. El Jardín estaba completamente cubierto de mesitas con manteles color azúl y dorado tenían un florero con un par de rosas y dos sillas cada una; los meseros entregaban los platillos a los que iban llegando, había faroles de colores con el simbolo del rey Bestia pues pronto iba a comenzar a caer la noche. Evie y Andrew decidieron sentarse en una mesa cerca de Anika y Edward que estaban disfrutando del postre: pay de manzana- les quedo genial- dijo Anika- ¿cual es tu secreto para que quede asi de delicioso Evie?- pregunto sonriente.

-el secreto es el amor- dijo Evie tomando de la mano a Andrew que de inmediato agrego- y un toque de canela jeje.

Para ser una celebración de Áuradon, el festejo del día del padre fue la mas tranquila de todas. Pues todos cantaban, reian, comian y disfrutaban de la companía de sus padres. A pesar de esto los Hv por dentro se sentía un poco mal por lo ocurrido con sus padres en la isla de los pérdidos, sin embargo no dejaron de festejar junto a sus amigos y parejas.
Todos los alumnos de la Preparatoria convivían con sus padres y se divertían a lo grande, por un momento todo fue como antes.
Carlos y Jane jugaban con Chico en el pasto, Amy y James bebían una malteada juntos sin quitarse la vista de encima, Mal y Ben cantaban una melodía muy pegajosa mientras Jay, Audrey, Lonnie, Doug, y Chad no paraban de bailar; Zephyr y Cassandra platicaban con con el Capitán Febo que acababa de llegar, se le veía cansado pero con animos de unirse al festejo.
Una vez que lo vío solo se acerco junto con Evie y antes de que pudiera hacerle la pregunta, el capitán Febo le contesto:
- no hay rastro de ella y para serte sincero Andrew, no creo que este a salvo con ese demente del Caballero Negro suelto, lo siento.

Andrew: no se preocupe general, Eris se sabe cuidar a si misma.

Capitán Febo: ¿asi que tu corazón ya tiene dueña eh chico?- dijo mientras le daba un trago a su bebida y los observaba tomados de la mano.
El cabello de Andrew se torno rojo y contesto- si señor creo que Evie es la chica correcta, hasta luego- dijo mientras se daba media vuelta y luego le surruro a Evie- esta muy tenso mejor vamonos.

El resto de la fiesta transcurrío sin incidentes, de modo que cuando esta termino, Andrew, Jay y Carlos se quedaron con Mal y los meseros para limpiar todo. Evie y el resto de las chicas regresaron a los dormitorios acompañadas por Zephyr, James y un cansado Chico(el perro de Carlos) que se aseguraron que ellas llegaran a salvo.
Una vez que el patio principal quedo impecable, Jay y Carlos regresaron al edificio de los dormitorios. Mal y su novio se fueron a casa de los padres de Ben en limosina y acompañados de un par de soldados que el mismo Andrew ordeno traer del cuartel.
Por su parte Andrew decidío darse un tiempo para pensar todo lo ocurrido los últimos días, dio un largo paseo nocturno por la playa hasta que llego a su destino.
La tumba de Leonora seguía ahí, cubierta con un poco de arena, el chico se inco enfrente de ella y dijo- lo siento Leo pero...- las lagrimas comenzaron aflorar pues aun le dolía su partida- pero quiero mucho a Evie...la quiero desde que la conocí el dia de su cumpleaños en la isla de los perdidos....tengo que seguir con mi vida....pero quiero que sepas que.....nunca te olvidare y tu muerte no fue en vano, cumplire mi promesa...pero al lado de Evie.

Despúes se puso de pie y saco una de las rosas que estaban en el jarrón de la mesa de la fiesta del día del padre y se la coloco cuidadosamente, se dio media vuelta no sin antes decir- hasta siempre Leo- despúes se dirigío al edificio de los dormitorios y cuando por fin llego se recosto en la cama y vestido con la ropa de la fiesta se quedo dormido al instante.
Durante esa noche la pesadilla de la calavera riendo malignamente también lo atormento, junto con las imagenes de siempre: Evie, Mal, Jay y Carlos y al final una espada chocando contra una lanza con destellos azúles.