*Rubius*
- ¿Donde va Mangel? - pregunte a Alex.
- Va a buscar unas cosillas que hay en mi casa.
- ¿Porqué no vamos nosotros?
- Porque Mangel no quiere que seamos un peso más en la espalda - sentí que eso fue una directa muy directa.
Llegamos al café y pude ver que gente nos observaba. ¿acaso no tape mi cola y mis orejas?. Me toque la cabeza, y sentí mi gorra bien puesta, al igual que los pantalones, que escondían la cola.
- ¿Porqué hay tantas personas que miran? - le pregunte susurrando.
- Tal vez, porque ya eres un tipo mayor de edad para que te vallan llevando en la espalda - sonrió falsamente.
- ¿No es normal? No lo sabia...
- Pues ahora lo sabes - me bajo y me sentó en una silla.
- ¡Ay! - di un grito de dolor al sentarme.
- ¿Q-que te paso? ¿Te lastime? - se vio nervioso.
- Si - mis ojos estaban llorosos.
No aguante el dolor, y comencé a llorar.*Alex*
- N-No llores - sonreí nervioso.
Al comenzar a llorar, la gente se nos quedó viendo.
Me empezaron a mirar a mi y a susurrar comentarios.
- ¿Serán pareja? - pregunto una señora vieja.
- Yo creo, si es así, esta muy mal hacerlo llorar de esa manera - repitió un señor de barba blanca.
Y así comenzaron los rumores de que era un tipo malvado con mi pareja, no tenía corazón, no tenía sentimientos, y un sinnúmero de apodos, como el rompecorazones o monstruo sin sentimientos.
- Por favor, pa-para de llorar - lo agarre de los hombros.
- ¡No sabes cuanto duele esto! - no paraba de llorar.
No pensé en más y lo abrace, y en el abrazo tape su boca.
- Vamos, calla, que nos miran todos - le susurré, disimulando acariciar su espalda.
- O-Ok - se levantó secándose las lágrimas.
- ¿Paso el dolor?
- ¡Si! - sonrió sinceramente.
- Que bien que se hayan arreglado - sonrió la vieja de antes - ¡señor! unos jugos y pasteles para esa pareja.
- ¡¿Kiie?! - mi cara se puso pálida, lo doy por hecho.
- Shhh - me callo Rubius y empezó a susurrarme - es comida gratis.
No se que me daba más miedo, la vieja que pensaba que eramos pareja, o Rubius que quería comida gratis por cualquier medio.********
- ¿Te-terminaste tan rápido? - mis ojos se abrieron cómo platos.
- No era mucho, además tenia hambre, quiero más comida gratis... - sonrió imaginando se probablemente comida.
Ahora se quien da más miedo, el.
- Mangel ya debería de venir en camino, ¿no crees? - vi mi reloj en la muñeca.
- ¿Qué hora es? - pregunto sobandose el estomago.
- Las cinco de la tarde - mire por la ventana.
- ¿Eso es tarde?
- Aun no, pero ya hay que irnos.
Me levante, y fue en ese preciso momento cuando recordé un hermoso y cansado detalle... ¡¿Cómo coño levanto ahora a Rubius?!
- ¿Aun no te puedes mover?
- Algo - movió su pierna, haciendo una muela de dolor.
- ¿Aguantaras que te levante?
- Si.
- Por favor, no llores - susurre.
Lo levante con un extremo cuidado, y cuando ya estaba en mi espalda, solté un suspiro. La misión “levanta al gato llorón” fue un éxito.
- ¿Qué haremos ahora? - pregunto Rubius en mi espalda.
- No lo sé, mejor llamare a Mangel.
Con una maniobra que ni un contorsionista pudo lograr, saque el móvil de mi pantalón.
- ¿Aloh?
- Mangel, ¿ya has terminado con...
- ¡Mangel! ¡Tuvimos comida gratis!
- ¿En serio? - río - ¿Porqué?
- Es que pensaron que... - aleje el móvil de su alcance.
- De ahí te digo - volví al tema - ¿estas listo?
- Si, ahora mismo estoy saliendo.
- Esta bien, nos encontramos en el parque que esta al frente del café.
- ¿Acaso no sabes ubicarte más que por ese café?
- Claro, pero Rubius realmente pesa, y es el lugar más cercano.
- Ok, Ok - reía cansado - nos vemos.
- Nos vemos - colgué.
Mangel al parecer, término su trabajo de investigación secreta.
Cruzamos para llegar al parque. Allí senté a Rubius con el mayor cuidado en una banca. Al parecer se había acostumbrado. Estuvimos sentados esperando.
- Alex - me llamo el chico gato.
- ¿Qué?
- Mangel se escuchaba cansado, además de que su risa no era la misma, era como si estuviera cansado o la estuviera disimulando, ¿qué pasó? - dijo mirando el suelo.
- Bueno, eso no te lo puedo responder yo, tendrías que preguntárselo a el - mire al cielo, que ya era naranja.
- Se.
Estuvimos vario rato mirando como el sol se ponía, hasta que cayó la noche.
- Y... ¿Cómo te ha ido con Mangel? - pregunte.
- Bu-bueno - se sonrojo - dormimos juntos.
- Oh, entonces, ¿han salido?, ¿estas enamorado de Mangel?
- Si hemos salido, a muchos lugares, pero, ¿que es enamorarse realmente?
- Enamorarse es no querer irte de el lado de esa persona, hacer cualquier cosa por ella, entregarte, extrañarla cuando no esta contigo, y que te duela un «nos vemos».
- Ya veo - miro las estrellas, sonrojado y sonriendo - entonces sí, estoy enamorado de Mangel.•••••••••••••••••••••
Ay dioh mioh °A°
Al fin ha dicho lo obvio.
Pobre Alex, quedo atormentado por esa vieja y por "Rubius, el loco de la comida gratis"
Nos vemos el próximo capítulo!
YOU ARE READING
Entre rasguños, hay amor
FanfictionLa vida de Rubén fue algo mala, siempre molestado por los humanos, menos por unos, el que se convirtió en su único amigo, Mangel. Entre ellos, hay rasguños, muchos, pero ambos saben que aunque pase lo que pase, hay cariño mutuo. RUBELANGEL ~ ••••••...