Circo de marionetas (Gerard Way Fanfic)

IX

Si nunca escuchas las dos versiones, nunca sabrás quien es realmente la víctima.

Había muchas cosas ocurriendo en el mundo, claro en medio de una guerra que no veía fin cualquiera piensa que hay eventos a su alrededor trascendiendo sin descanso. Sin embargo para un niño pequeño junto a sus hermanos todo a su alrededor es demasiado grande para poder comprender de la noche a la mañana.

-Mamá ¿cuando regresara papá? Hace mucho que se fue por trabajo, él dijo que no tardaría.

Oh, ¿cómo reaccionaria el infame niño y sus hermanos de menor edad? El señor de la casa partió a la Guerra para defender a su querida América, porque claro nada era más importante para él que su país.
Y la dulce señora ¡vaya desgracia! Viuda y con tres hijos, su marido si que le había dejado únicamente problemas de gran tamaño.

-No lo se, no preguntes más, Gerard. Anda por Michael y Anna.

Una familia de poco dinero en medio de una guerra no era lo mejor, claro que antes se habían logrado mantener a flote pero con toda la escasez de comida, agua y dinero no veían fin a sus propios problemas. Se decía que la vida en el campo era lo mejor, sin embargo no era tal cual lo planteaban.

Gerard corrió entre los altos pastizales, justo era ahí donde solía jugar con sus hermanos cuando su madre se encontraba con resaca, desde la partida de padre se le notaba de un pésimo humor. Gerard recordó entonces que su abuela le había mencionado, que cuando una persona tiene mucha tristeza y preocupación y no quiere demostrarla esta se presenta a base de un mal humor. Es por ello que las criaturas dejaban sola a la mujer cuando comenzaban a sentir su mala vibra.
El viento soplaba con delicadeza, alborotando los negros cabellos de Gerard. La inocencia reflejada en sus ojos era la más pura que jamás se haya visto. Después de todo no era más que un niño pequeño en medio de la Segunda Guerra Mundial.
Corrió entre los pastizales y llego hasta donde los otros enanos.
Mikey corría tras de Anna, quien fuese de ellos la más pequeña con tan solo 4 años, ella se arrojó sobré de Gerard en cuanto lo vio asomar su mata de cabello desordenado.

-¡Gee! Mikey huele feo, ¡un zorrillo lo baño!
-Puaj, que asco James.
-¡Fue su culpa! Ella le jalo la cola, y para evitar que la bañará a ella me puse en frente ¡Deberías agradecer a tus mayores, niña tonta!
-Bla bla bla, Mikey es bobo.
-Anna y Michael, basta. Mamá, bueno ya saben esta algo tensa hoy. Así que vayamos a casa y tratemos de no dar problemas. James, te darás una ducha en lodo llegando por lo menos, enserio hueles horrible.
-Entonces para la próxima vez no salvaré a esta enana.

Y sin embargo, a pesar de que los tres sabían que era una broma nunca se pusieron a pensar que realmente esa sería la última vez que estarían a salvo, riendo y abrazados.

Gerard abrió los ojos de un jalón, empapado en sudor y con la garganta seca se puso en pie, temblando de miedo.
Hace años que no tenía ese sueño, que no veía en sus pesadillas a esos niños felices. Camino hasta una estantería y vacío un puñado de huesos y los estrujó con fuerza, los trituraba con sus propias manos con una rabia intensa, como si esos huesos fueran pertenecientes a las personas que tanto daño le habían echo.
Tal vez dentro de poco tiempo podría volver a ser el mismo, ya tenía después de todo un corazón de una bella doncella. Sin embargo se sentía asustado, ¿era posible traer a los muertos a la vida?
El lo hizo, mato y revivió a varía gente que pasaba a sus alrededores, además estaba en su deber por ese contrato maldito que firmo siendo sólo un niño, estúpido e ingenuo.
Sin embargo, a pesar de que las personas estaba a su disposición ya no eran personas, ciertamente.
Victoria, ella era la responsable de todo lo malo. Por eso el se vengaría, y no de una manera sutil.

-Haré lo necesario para que me devuelvan lo que me arrebataron...

Bien esto fue algo improvisado, sólo quería que dejarán de odiar a Gerard.
Por lo visto regresaré a escribir, perdonen el total abandono pero ciertamente mi estúpida ardilla no trabajaba.
Esto es algo alterno, ya que narrare pequeños saltos en el tiempo de Gerard, digo para que lo conozcan mejor.
Los quiero mucho, daré lo mejor de mi para que esto siga siendo de su agrado.
Un abrazo de lejos.