Por Siempre TUYA (Camren)

UNA NOCHE ESPECIAL #33

Miami, Florida.

—¿Estas segura que no deberíamos hablar con Lauren? —pregunto Taylor nerviosa mientras observaba a su madre negar con la cabeza.

Estaban ambas en la cocina de la casa mientras trataban de no pensar en el horrible episodio que habían pasado ese mismo día.

—Lauren se preocuparía demasiado y ahora toda su mente debe de estar en el trabajo porque es un proyecto importante para ella.

—Pero Katie es más importante que el trabajo—susurro Taylor—. Ella necesita saber lo que le pasa a su hija.

—Taylor estas exagerando—dijo Clara viéndola—. Solo fue un sangrado de nariz no es el fin del mundo quizás se picó la nariz muy fuerte o se golpeó con algo.

—Pero de ser así Katie nos hubiera dicho—susurro Taylor.

—Katie está muy pequeña para saber expresarse, tiene un añito y medio aún está empezando a formar las frases coherentes.

—Katie es muy inteligente y habla perfectamente madre—Taylor suspiro—. Yo la noto más delgada y cansada. La piel pálida quizás va a enfermarse.

—Lauren solo estará una semana fuera—suspiro—. No quiero arruinarla dándole más problemas de los que ya tienen pero si Katie empeora prometo avisarle.

—Sabes cómo es Lauren mamá—la vio a los ojos—. Si Katie llega a empeorar y se da cuenta que no le avisaste antes va a volverse loca.

—Mejor ayúdame haciendo la cita con el médico—dijo extendiéndole el teléfono, mientras Taylor suspiraba—. Estoy segura que solo es un resfriado.

—Está bien mamá—la vio—. Pero después no digas que no te lo advertí. Tú hija mayor está loca, y sobre todo cuando algo es sobre Katie.

—Llama al médico Taylor Jauregui y no dramatices tanto—dijo Clara sonriendo y Taylor negó con la cabeza mientras empezaba a marcar—. Es solo un resfriado Katie estará bien, tiene a su abuela para cuidarle. Yo no decepcionare a mi Lauren.

Royal Plaza, New York

8:00 p.m.

LAUREN POV

Respire hondo mientras me acomodaba el vestido viendo el coche negro de lujo frente a mí. Cerré mis ojos preguntándome por octava vez qué hacia allí. Pero la respuesta llego a mi mente en forma de esa mujer guapísima que había visto por la mañana con su traje de ejecutiva y aquellos hermosos ojos.

En mi mano sostuve tiernamente la nota que Camila me había enviado unas horas antes con mi casco y suspire. Había sido tan sorpresivo, pero tan especial ver su letra tan característica. Mi corazón se había agitado al leerla y allí estaba yo, sin poder respirar, parada frente al coche que me llevaría a cenar con ella.

Entre al coche y me di cuenta que ella no estaba dentro. Mi corazón agitado se normalizo hasta que mis ojos se encontraron con un par de ojos verdes que me veían desde el asiento del conductor.

—Buenas Noches Señorita Jauregui—dijo un hombre suavemente mientras Lauren lo veía atentamente—. Mi nombre es Robert y soy el chofer de la Señorita Cabello.

"Soy el chofer de la Señorita Cabello"

Escuchar esa frase se me hacía tan irreal. Yo nunca he sido una persona pobre y Camila jamás lo fue tampoco, pero la diferencia entre Camila y yo económicamente en ese momento era irreal.

—Ella me pidió que la llevara al restaurante donde ella la está esperando. Será un viaje un poco largo así que le pido se sienta cómoda.

—Muchas gracias—dijo suavemente y el hombre asintió mientras el coche empezaba a moverse. Tome la nota entre mis manos y suspire abriéndola para leerla de nuevo.