Capítulo 23: ¿Por qué me torturas realmente?

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Con ayuda de Freya, no fue difícil sacar a Aurora de la casa, y llevarla a la de ella, para interrogarla acerca del paradero de Rebekah.

— ¿Desde cuándo te importa mi hermana?, según ella apenas se toleran— soltó mientras comenzaba a hacer un hechizo silenciador para la habitación.

— No me interesa tanto, pero si torturarla a ella...— respondí encogiéndome de hombros.

— ¿Por qué? —Preguntó algo confundida antes de al parecer comprenderme y asentir sin estar muy convencida al parecer—. Al fin despiertas...—soltó cambiando el tema dirigiéndose a nuestra invitada, quien estaba despertando.

— Porque no me sorprende...— soltó ella al verme por lo que sonreí con malicia.

— ¿Dónde está Rebekah? —pregunté cortésmente, la única vez que lo haría.

— Desde cuando te importa...según sé, ella no te soportaba ni tú a ella...— soltó teniendo toda la razón.

— Que nadie diga que no lo intenté por las buenas...— solté antes de levantarla por el cuello, y ella en menos de un segundo estamparme contra la pared, haciendo que mis heridas en mis costillas volvieran a doler.

— No sé cómo es que estás aquí de nuevo— dijo ella antes de Freya intentar atacarle, pero fue más rápido que ella y la estampó contra la pared dejándola inconsciente—. Esta conversación es solo de ambas.

— Justo lo que pensaba también— dije levantándome del suelo—. ¿Qué sabes tú de mí?

— Que eres la esposa de mi Nik— respondió comenzando por mal camino—. Que escapaste de él por convertirte, aunque al final no te convirtió, eso aun no lo comprendo...

— No es necesario, pero tienes razón, huí de él, por mil años— le confirmé.

— Pero aun así estás aquí...

— Le perdoné, y él a mí, así de simple— expliqué sin ser muy concreta—. Nos dimos una oportunidad, y terminamos...

— Y ahora estás con Elijah...— añadió ella antes de yo asentir—. Lo que no explica porque me trajiste a aquí— soltó ella y antes de que pudiera contestar se adelantó—. Y no me digas que es por Rebekah.

— ¿Qué quiere que te diga? —solté ya recuperada, y lista para cualquier golpe.

— Que estás loca de los celos, porque sabes que yo a cambio de ti, acepté siempre a Nik como es, que él me amó. Y que ahora soy yo quien está en su cama...— respondió haciéndome enojar, y menos de un segundo ya la había arrojado en contra de la pared con mi magia.

— Muchas zorras han pasado por cama...— le dije con furia haciéndola reír, por lo que no pude evitar usar toda mi rabia en mi magia, y hacerla sufrir. Internamente la estaba desangrando, lo cual se empezó a ser notable cuando comenzó a sangrar por la boca y la nariz.

— No una que haya amado, estoy segura— dijo ella con hilo de voz antes de escupirme sangre en la cara.

No pensé, ni siquiera me importaban las consecuencias, mientras usaba parte de mi magia sobre su cuerpo, ni siquiera sabía bien lo que le hacía. Solo escuchaba sus gritos de dolor, hasta que sentí un peso en mis hombros que me sacudió hasta calmarme.

— Es suficiente— escuché la voz de Freya antes de salir de mi trance y tranquilizarme, para luego fijarme en lo que había hecho.

Seguía viva, la muy zorra lo hacía. Pero lo que había sido hace unos minutos una vampira bien vestida, ahora era un cuerpo lleno de sangre.

El renacer de Alina. Alina Libro #3 [Elijah y Klaus Mikaelson]. (Cancelada)Where stories live. Discover now