Capítulo 21: Desolación.

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Perder a una persona que amas es doloroso.

Sientes como tu alma se desgarra lentamente, como crecen las heridas y sangran descontroladamente, como es imposible encontrar alguna cura.

Nunca en mi vida creí pasar por eso. Me había prometido, jurado que no caería en las redes de los sentimientos absurdos y patéticos pero no cumplí, no continué con esa promesa y estas era las consecuencias.

Me había enamorado, mi corazón por primera vez perteneció a alguien, y esta persona desaparecía. ¿Era acaso este mi castigo por nunca haber pensado en los sentimientos de los demás?

Puedo aceptarlo, pero no por eso la persona que amaba tenía que haber muerto, en todo caso él que debía perder la vida era yo.

Amaba a Donghae, la primera persona que en verdad ame, y era demasiado para mí, no lo merecía después de todo, era un vampiro, un ser que yo aborrecí pero a él lo amaba. Donghae era algo.... Era diferente, pensaba en los demás antes de pensar en él, y claramente pensó en sacrificar su vida por mí antes de que me ocurriera algo.

Donghae era terco, era un ser difícil, violento e incapaz de dejarse gobernar por los demás, era un ser libre y poderoso, hermoso y peligroso, inocente y excitante.

¿Por qué tenía que morir? ¿Por qué por mí? Él no merecía ese destino, sino yo, era yo quien tenía que haber dado la vida por el vampiro, era yo quien debía haberlo sacrificado todo por primera vez por alguien que amaba, Donghae lo era todo para mí, todo mi mundo, por lo que se había derrumbado, ya no había necesidad de vivir más sin él.

Toda mi vida había sido capaz de sobrellevarla a pesar de todo lo que me pasara, pero ahora Donghae había hecho que todo cambiara, sin él las cosas no valían la pena, sin él mi vida no tenía sentido, quería recuperarlo, quería tenerlo de vuelta, quería que volviera.

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Paso la guerra que tanto Donghae deseaba evitar y que fuera lo menos sangrienta posible. Siempre pensé que los vampiros eran seres despiadados pero Donghae me había enseñado que no todos lo eran y no solamente los vampiros sino que también los licántropos.

Mi pueblo estaba destruido pero también los de las otras razas. Pero a pesar de todo no había sido tan devastador como pensaba, en verdad que está guerra fue corta y patética sin sentido, Donghae lo había dicho y esto lo demostraba.

Los vampiros habían vuelto a su hogar pero los humanos nos quedamos con la custodia de Sehun por ser él quien planeo todo mientras que los otros vampiros aceptaron sin queja, Ryeowook ya sabía todo y había apoyado para que se pactara un trato entre razas. Con los licántropos fue fácil también, gracias a la muerte de Yesung no hubo problema alguno y se marcharon sin queja ni problema.

Las tres razas tomamos una nueva iniciativa, crear un tratado de paz para que la guerra no comenzara de nuevo de aquella manera. Ese tratado era sencillo en verdad pero por lo mismo era poderoso.

Solo eran necesarios un represéntate de cada raza y dos hombres más como ministros.

Claro que yo tome la representación de los humanos, acabaría esto tal y como Donghae lo había deseado, por esta vez en toda mi vida haría algo bien. Por parte de los vampiros se nombró a Ryeowook el representante, cosa que facilitaba las presentaciones. Y de parte los licántropos se presentó un hombre joven y fornido, de piel moreno y cabello castaño, de nombre Siwon. Fue sencillo pactar los acuerdos, solo eran unos pocos puntos los que debían respetarse, entre ellos, cada raza tendría su territorio, si alguien de otro entraba y traía problemas, lo dueños del territorio podrían castigarlo según sus costumbres, incluso era aceptada la muerte, aunque no muy recomendada, pero bien podía haber relaciones entre las diferentes especies porque, como Donghae y yo, había más seres vivos que se habían enamorado de alguien de una especia diferente, y no deseábamos que esas relaciones desaparecieran.

Love You EternallyWhere stories live. Discover now