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Narra Maya

Dolor. Dolor, más dolor. Es todo lo que siento, me duele demasiado la panza. Grito, haciendo que Thomas que estaba al lado mío durmiendo, despertara cayéndose de la cama.

Son contracciones, el doctor dijo que pasaría y que podría parir a uno de mis cachorros esta semana pero no pensé que fuera en la misma noche.

Luego de diez minutos retorciéndome en la cama llego el doctor.

-Luna, tiene que ser parto natural, sin anestesia, te va a doler.-Thomas agarro mi mano y la apreté todo lo que pude, cada tanto el soltaba una mueca.

-deja de quejarte, soy yo la que está a punto de parir.-le grite a todo el pulmón mientras pujaba. El solo me miraba. Veinte minutos más pasaron para escuchar un llanto. El sonido más hermoso que escuche en mi vida.

Estaba tan cansada que de a poco cerré los ojos.

Narra Thomas

No puedo creer que ya tengo a mi primer hijo en mis manos, giro para ver a mi hermosa mate y la veo toda sudada y cerrando los ojos.

-déjala descansar, dentro de poco despertara.-dijo el doctor.

Era un varoncito, estaba llorando sin todavía abrir sus ojitos. Le puse un conjuntito celeste, me gustaría llamarlo Dean, pero la tengo que esperar para ver si está de acuerdo. No podía tranquilizarlo, no paraba de llorar.

Me doy vuelta al escuchar un leve quejido y sé que ella esta despierta. Me acerco y me siento en la cama, me mira expectante y le acerco a nuestro cachorro. Lágrimas de felicidad caen de sus ojos al igual que lo míos.

Maya lo toma y al instante para de llorar abriendo sus ojos, eran un color muy claro como los de ella. El solo quería a su madre, por eso estaba tan inquieto jajaja.

-Dean-solto de repente Maya, la mire y asentí justo el nombre que quería.



Ella es mi mate (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora