Never Enough |Larry Stylinson|

~Capítulo 2~

Las voces de los chicos me hicieron despertar. Sabía que los chicos estaban limpiando el desastre que se formó ayer en el cumple años, no quiero ni levantarme. No quiero ver las noticias y ver la por quería de foto que el tipo ese tiró.

—¡Lou levántate, tienes que ayudarnos a limpiar!— Grita Niall atrás de la puerta y luego escucho sus pasos alejarse. Bufo entre mis sábanas y me levanto. Me paro de la cama y salgo de la habitación para ir al baño.

— Te ves demasiado sexy sin camisa Lou.— Doy un brinco al sentir el caliente aliento de Harry en mi oído y me giro para verle la cara.

— Cállate y déjame pasar.— Traté de seguir caminado pero él me impide el paso y me empuja hasta que mi espalda choca con la dura pared.

— Te deseo tanto, Louis.— Me congelé en ese momento y de un momento a otro mi voz había desaparecido.—¿Tú no me deseas?— Tragué saliva.

— N-no— Una sonrisa tira de sus labios y se acerca a mi.

— Ya lo veremos.

Y sus carnosos labios me besan con desesperación, aún estoy en shock y realmente no sé qué hacer. Pero mis labios se movieron por sí solos y lo besé con la misma intensidad que él le estaba poniendo al beso. Cogí su nuca para acercarlo a mí. Y un abrir y cerrar de ojos, me cogió en sus brazos y caminó hacia mi habitación. Sin parar de besarnos me puso en la cama delicadamente y sus besos bajaron a mi cuello, haciendo que mi piel se pinga de gallina.

— H-Harry

—¿Mm?— Dijo aún besándome con ferocidad.

— No sigas.— Puse mi mano en su pecho alejándolo.

—¿Porqué?

— Esto está mal.— Él frunce sus labios pero luego se convirtió en una sonrisa coqueta.

— Sabes muy bien que quieres esto más que yo.— Hice una mueca.

— Estas equivocado.— De pronto, su cara se torna a una furiosa y se pone ahorcadas en mi cintura y pone mis manos a cada lado de mi cabeza dejándome sin escapatoria.

— Vas hacer lo que yo diga ¿me oíste?— Muerde mi cuello y gimo de dolor.— Vas a gritar mi nombre hasta que te rompa tu lindo culo.

—¡Auxilio!— Grité y su mano se conecta con mi mejilla, que probablemente en unos minutos, el golpe se va a poner rojo o morado. Empecé a llorar.—¡Suéltame imbécil!

— ¡Cállate!

Otra cachetada y seguí llorando. ¿Porqué nadie me escuchaba?.

~~

— ¡NO!— Abrí mis ojos de golpe y miré a mi alrededor con mi corazón en la boca. Cuando pude regularizar mi respiración suspiré y me acosté viendo el techo.

Malditos sueños, no, son pesadillas. Las malditas pesadillas que aparecen constantemente y eso me desespera. Siempre salgo lastimado en esas raras pesadillas y para completar el maricón de Harry aparece en todas. Es increíble todo lo que me está pasando, nota mi sarcasmo. Si lo cuento nadie me lo cree.

Miré por la ventana y los rayos del sol. Miré el reloj y ya eran las diez de la mañana. No escuchaba a ninguno de los chicos, cosa que era muy raro porque siempre hay gritos en esta casa. Me puse de pie y arrastré mis pies para salir del cuarto e ir al baño para hacer mis necesidades y lavarme la boca. Abro la puerta y cuando miro, Harry está haciendo pis.