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"¿Podrías ser un poco más agradable?"

–¿Y quién mierda te crees? Es mi chica, lárgate.– escupió Tyler sin pensar y en seguida se me vino a la cabeza las palabras que Bea me dijo en la cafetería, Justin no era exactamente alguien con quien podías discutir.

–¡No soy tu chica, maldito imbécil!– y con mi cara empapada en lágrimas me abalancé a el dispuesta a golpearlo, me sacaba de quicio, lo odiaba con mi vida.

Traté de patalear ya que unos fuertes brazos me sostenían y no me dejaban avanzar para golpearle la cara al grandísimo hijo de puta que tenía frente a mi.

–He dicho, que te vayas.– dijo Justin sin mayor esfuerzo, Tyler desvió la mirada al brazo de quien en estos momentos me tenía acorralada en sus brazos y su cara pareció ponerse pálida de un minuto a otro.

–P-pasaré por t-tu casa más tarde.– tartamudeó a duras penas, y sin decir más desapareció del lugar

¿Qué fue eso? Él debió haber hecho algún gesto de mucho enojo como para que Tyler no le siguiera discutiendo, no entendía. Bajé la mirada hasta el punto al que Tyler había mirado antes de irse y lo único que encontré fue la pulsera roja y negra que todos traían, pero no era algo de lo que preocuparse, de seguro fue otra cosa.

El campus ya estaba vacío, todos ya se habían ido a sus casas y me pareció extraño que Justin aún estuviera aquí.

–¿Por qué me defendiste?– dije pasando los puños de mi suéter por mis mejillas tratando de hacer desaparecer todo rastro de lágrimas.

–Quise hacerlo, no hay un porqué.– dijo como si la pregunta le hubiera afectado, me sentí mal y solo susurré un "Gracias" apenas audible para comenzar a caminar hacia la salida del campus.

–Te llevaré a casa.– dijo mientras encendía un cigarro en su boca, el cual había sacado hace tan solo dos segundos atrás.

–Puedo irme sola, no me perderé en el camino.–

–No te pregunté si podías irte sola o no, estoy diciendo que te llevaré a casa.– dijo luego de dar una calada y exhalar todo el humo desde el interior de su boca.

–¿Podrías ser un poco más agradable?– dije un tanto fastidiada.

–No.– rió, como si la escena me hubiera hecho mucha gracia.

–Vete a la mierda, Justin.– comencé a acelerar el paso para no estar con él, cuando de pronto siento que me alcanza y me toma como un saco de verduras al hombro con una rapidez que no me dio tiempo para actuar. Pataleé y golpeé su espalda, pero todo parecía ser en vano, a él no le dolía y poco a poco se estaba acercando más a un coche negro aparcado, el único que había en el lugar y que lo más probable era que fuera de su propiedad. Sacó las llaves de su bolsillo sin mayores esfuerzos y quitó el seguro.

–¿¡Quién te crees que eres para obligarme a irme contigo!?– grité, el solo sonrió y golpeó mi trasero que se encontraba en su hombro. –¡Bájame, desgenerado de mierda!

–Entra y siéntate de una puta vez, no hagas esto más difícil, ¿si? Te llevaré a casa, no te violaré en el camino, así que deja de gritar como una loca.– yo lo miré anonadada, no supe que decir y me senté en el asiento del co-piloto. Él me puso el cinturón, cerró la puerta y rodeó el coche para sentarse a mi lado y comenzar a conducir.

No me atreví a decir nada durante todo el camino, el aire estaba tenso dentro, él no encendió la radio ni mucho menos trató de hablarme, ¿por qué hacía esto si ninguno de los dos nos agradábamos? Pasamos así un buen rato hasta que llegó a mi casa, le expliqué solo una vez la dirección y supo exactamente donde llegar.

–¿Hay alguien en tu casa?– preguntó mirando las ventanas, evidentemente no había luces encendidas dentro.

–No lo sé, pero de todos modos no te preocupes, tengo llaves.– sonreí amablemente, el me analizó, miró cada parte de mi rostro durante unos segundos y eso automáticamente me hizo enrojecer. –Gra-gracias por traerme, te debo una.– iba a bajarme cuando de pronto sentí su cálida mano sosteniendo la mía, devolví mi mirada a él buscando respuesta del porqué de su acto y el negó con la cabeza.

–Estás loca si piensas que te dejaré quedarte en casa sola, sabiendo que vendrá ese idiota.– se refería a Tyler, claro que sí.

–Es tarde, ¿dónde piensas que voy a pasar la noche?–

–En mi apartamento, no tienes opción.– alzó los hombros y sonrió.–

Y esa, fue la primera vez que lo vi sonreír de una manera sincera.

Hooola, llevamos 3 capítulos a penas y bueno, ahora me vengo a presentar (más vale tarde, no) Mi nombre es Cattalina, tengo XV y y soy la escritora de este fanfic. Les quiero dar las gracias a las dulzuras que me dejan votos y comentarios, milloooones de graciasssssssss.

Much love, xx.

"Shawty, I'm a problem."Donde viven las historias. Descúbrelo ahora