Poesia del corazón

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Noches de encanto solar que no estaba pero quemaba mi retina
Y la repentina brisa
Que llegó con su sonrisa y me dejó tirado comiendo área territorio de aquella mujer tan dulce y sumisa.

La traté como pude y supe cuidar su bella voz enclaustrada sin pensar en su pequeño corazón que desbordaba sangre en cada hueco de mi alma

Quería el amor de esa bella doncella pero ni con todo el dinero del mundo yo pudiere enamorarla.

Que daría por verte y darte de mi poesía un trozo,
Quizás el esbozo de mi mente vacía y sonría usted por que yo sea su mozo

Su sinfonía...

Antonio Ballesteros - Todos los derechos reservados © 2017.