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POV ALONSO

Terminó mi última clase y salí a guardar mis libros al locker para después irme a la parada de autobuses.
Me encontraba cerrando el locker en cuanto escuché una voz.

-¿De verdad fuiste tan estúpido para cortar con Alexa? -La voz de aquel chico me estremeció e hizo que volteara.
-No te importa. -dije seco, tomé mi mochila y comencé a avanzar. Me tomó de los hombros y me tiraron al piso.
-No me dejes hablando sólo, idiota. -una patada, dos patadas... bien, ya no llevaba la cuenta de cuantas patadas me estaba dando en mi estómago.

No podía moverme. Él sólo seguía pateándome y empecé a sentir sangre saliendo de mi boca. Él tomó mi cabeza y la azotó contra el piso. Sentí la sangre salir de mi nariz también. Oía las risas y los gritos de horror de los presentes observando el acto. No podía defenderme, me dolía todo el cuerpo.

POV JOS

El jefe me había dejado salir 30 minutos más temprano y me dirigí a la parada de autobuses.
"Alonso no sale de la escuela hasta las 3:00 pm y son las 2:30 pm... Me voy a aburrir como nunca en estos 30 minutos." pensé. En ese momento me paré del asiento de la parada de autobuses y me dispuse a ir a la escuela de Alonso para ganar tiempo y que de regreso a la parada, tuviéramos más tiempo juntos. Ese era mi plan, pero... no sabia exactamente cuál era la escuela de Alonso pero sabía por dónde se bajaba del autobús, que no era muy lejos de la parada de autobuses. Iba caminando por ese rumbo y vi una escuela. "Seguro es esa" pensé y caminé hasta ella.

-Buenos días, ¿podría pasar a preguntar unos informes? -dije amable a la señorita que se encontraba en una oficina en la entrada de la escuela. Debía inventar una excusa para entrar y poder buscar a Alonso.
-Claro, la oficina de la directora está pasando el patio a la izquierda. Reconocerá el lugar porque está lleno de lockers ¿está bien?.
-De acuerdo, muchas gracias. -Le sonreí y comencé a caminar por donde me dijo para despistarla y esperar a que salieran los alumnos.

La campana que indicaba el fin de la última clase sonó cuando yo iba caminando por el patio. Me detuve y observé por todos lados buscando a ese pequeño de ojos azules. No lo veía por ningún lado. Sólo veía alumnas con la falda realmente corta que se me acercaban a preguntarme mi nombre.

-¿Cómo te llamas lindo? -preguntó una castaña.
-A-ah... lo siento pero no tengo tiempo de hablar. Estoy buscando a alguien. -le dije desinteresado.
-Yo puedo ayudarte. -puso su mano en mi hombro- ¿A quién buscas, muñeco?.

"Muñeco" ¿de verdad me había llamado así esa niña? agh, no sé qué hago aquí. Ni siquiera sé si es la escuela correcta. Iba a contestarle en cuento vi una multitud en un círculo. Seguro lastimaban a alguien, eso siempre pasa cuando las multitudes se juntan. Agh, pequeños infantiles... como sea, no me interesa meterme en un pleito y no veo a Alonso por ningún lugar. Era hora de irme.

-Este... yo... me tengo que ir, hasta pronto. -le sonreí sarcásticamente y caminé hasta la salida.

POV ALONSO

Ya no sentía nada, ni siquiera podía abrir bien los ojos. De pronto, los golpes pararon.

-Espero hayas aprendido a no dejarme hablando, idiota. Otra cosa, ahora que hayas terminado con Alexa, así podré coger con ella a gusto, bueno, ya lo hacía. -comenzó a reírse mientras se alejaba.

La multitud comenzó a desvanecerse. Como pude me levanté y tomé mi mochila. Caminé lo más rápido que pude, aunque me era difícil moverme. Eran las 3:00, seguro el autobús ya estaba ahí o ya me había dejado.
Caminé hasta la parada, las personas que pasan caminando me veían sorprendidas ¿tan grave me veía?. Cuando llegué a la parada, efectivamente, ya no estaba. No culpo a Javier, ya eran las 3:20 pm y él tenía un  plan de trabajo. Pero... había alguien ahí sentado también.

-Jos... -el volteó hacia mí y me miró horrorizado. Si, creo que me veía terrible.
-A...Alonso, ¿q-qué te pasó? ¿quién te hizo esto?. -se paró y me ayudó con mi mochila. Me tomo de la espalda y me sentó en la banca. Se hincó enfrente de mí- vamos, dime qué pasó.
-Me golpeó un chico y no me defendí. -me reí de mí mismo levemente. Su rostro cambio por completo. Se veía enojado.
-¿Quién fue? ¿cómo se llama y en qué grupo va?. -me veía serio.
-Se llama Alan, pero no importa, da igual. -dije sonriendo.
-¿Alan qué?
-Navarro, me parece. -dije intentando recordar su apellido.
-Es chico muerto.
-Jos... -me interrumpió.
-Hoy te cuidaré yo. Se ve que no puedes hacer nada. -me dijo preocupado.
-No te preocupes, puedo sólo, además, tengo a mi mamá para que ella me cuide. -le dije.
-Dije que yo te cuidaré. -habló con tono firme.
-De acuerdo, pero no me veas así porque hasta das miedo, Jos. -le sonreí y él hizo lo mismo.
-Tienes mucha sangre... -tomó mi mentón y empezó a ver todos mis golpes moviendo levemente mi cara- tu nariz...tus mejillas... tus ojos... tus labios... -decía mientras miraba cada parte mencionada. Me estaba mirando los labios. Seguro estaban rotos y llenos de sangre- te cuidaré el tiempo que sea necesario. -dijo rompiendo el silencio que se había formado.

Después de eso, nos fuimos caminando a mi casa, que como ya había dicho, no era nada lejos.

El de los audífonos | Jalonso VillalnelaWhere stories live. Discover now