Capitulo 2

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      Hundida en dudas, empecé a caminar por la calle pensando en aquella anciana que me encontré, no sabía quién era y porque me miraba de esa manera, entre todo eso, recordé que tenía que ir a buscar el vestido de mi madre a la tintorería, mire mi reloj y aun tenía tiempo para ir a recogerlo.

Mientras caminaba, en mi mente solo pasaba la imagen de esa anciana, llegue a enfocarme tanto en mis pensamientos que tropecé con una pequeña piedra y me caí, gracias a Dios mis reflejos son muy buenos y apoye mis manos en suelo y así logre no golpear mi rostro, pero dolían mucho mis rodillas, un chico se me acerco por detrás y me ayudo a levantarme, enseguida me llego el olor de su perfume y logre reconocerlo en cuestión de segundos, era Owen quien estaba detrás ayudándome, en cuanto logre levantarme le agradecí y no pude evitar sentirme apenada, ya que me había visto caer piso ridículamente.

— ¡Dios qué pena! —Solo eso pensaba.

— ¡Hola Owen! —Dije muy nerviosa y mirando al piso.
— ¡Hola Lizzie! ¿Como estas? —Dijo tratando de mirarme a los ojos y levantándome la mirada para que yo también lo mirara a los ojos.
— ¡Bien! ¿Y tú?, ah por cierto! ¡Gracias por ayudarme!
— ¡De nada!, y dime, ¿Qué haces por aquí? —Pregunto algo confundió.
—Bueno, créeme que no es besar al piso.
—Jajaja, que chistosa.
—Bueno, lamento no poder quedarme a conversar, pero, me tengo que ir.
—Esta bien, fue un placer ayudarte, hasta pronto —Dijo sin expresión alguna en su rostro.

Me fui caminando hasta la tintorería, recogí el vestido y enseguida me fui a mi casa. Cuando llegue a mi casa escuche murmullos, eran papa y mama...

—Cariño, no podemos decirle a la niña —Dijo mi madre susurrándole a mi padre.
—Claudia ella debe saber, muchas veces dijo que no le gusta que le mintamos —Dijo mi padre muy serio.
—Pero, amor, puede que la perdamos para siempre...
—Puede que sí y puede que no, no lo sabremos hasta decírselo.
—Cariño, esperemos unos días... Solo, déjame prepararme... ¿Está Bien? —Dijo mi madre mientras algunas lágrimas hacían su aparición.

Mi padre estuvo de acuerdo con ella, pero yo no lo estaba, ¡mi madre quería esperar!, Pero..

—Un segundo... —Dije pensativa— ¿Esperar a que? , ¿Qué es lo que tengo que saber?, ¿Qué tan malo es ese secreto que hará que yo me aleje de ellos?.

Lo primero que pensé al entrar a casa era preguntarle a mi madre sobre aquella anciana, pero al escuchar la conversación de ella y mi padre, en vez de obtener respuestas, obtuve más preguntas...

Luego de tantas dudas, decidí ir a mi habitación, y acostarme a dormir un rato hasta las 11:00 AM, luego de eso, iría a arreglarme para salir con mis amigos a las 12:30.

Me acosté en mi cama, y poco a poco me quede dormida y empecé a soñar...

Soñaba que estaba en una hermosa pradera, había un inmenso árbol, era hermoso, el canto de las aves, las flores, el cielo azul, era relajante, pero para mi desgracia no duro mucho.
El cielo fue perdiendo su color y se fue tornando de una tono triste así como el gris, muchas nubes grises hicieron su aparición, empezó a hacer mucho viento frio, las flores se oscurecieron, las aves ya no tenían su color en el plumaje, tenían un color negro, y pude darme cuenta que se habían convertido en cuervos, era un paisaje aterrorizante, y hundida en desesperación, empecé a ver a lo lejos a una persona mayor, estaba incurvada y cubierta con muchos trapos, no lo podía creer, no quería ni pensarlo, o más bien admitirlo, pero tuve que hacerlo...

Enseguida me di cuenta que era aquella anciana que había visto en la calle, hoy temprano, pero...
¿Qué hacia aquí?, Este es mi sueño ¿No?, ella no debería estar aquí —Dije muy confundía.

Luego de un par de minutos observándola, decidí acercarme y preguntarle quien era...
Quise caminar y emprender mi viaje, pero estaba paralizada, mire mis pies y estaban pegados al piso. Mire hacia arriba en dirección donde estaba la anciana y ya no estaba, había desaparecido, con mi mirada empecé a buscarla por los alrededores, y sentía que todo a mi alrededor crecía, pero me di cuenta que no, no crecían, yo me estaba hundiendo...
Aquella cosa en la que me hundía parecían arenas movedizas, pero eran negras como el petróleo, y muy viscosas, me daban nauseas, quise empezar a gritar pidiendo ayuda, pero no salió absolutamente ningún sonido de mi boca, entre en pánico.... Pensaba que este era mi fin, pero lo que yo ignoraba era que esto era un sueño, parecía tan real, tanto era que me negué a prestarle atención a ese detalle.
Luego de unos minutos de pánico, me quede dormida en el sueño, y desperté sobre saltada y el sudor invadía mi cuerpo, mire mi reloj y eran exactamente las 11:00 AM.

Mis piernas estaban temblorosas, tanto como la gelatina, pero logre centrarme y levantarme e ir a ducharme.
Cuando entre al baño pude darme cuenta que mis short estaban llenos de aquella mezcla viscosa en la que me hundía en ese sueño tan aterrador...
¡No lo podía creer!, ¿¡Si era un sueño como es que tengo esto?!, ¡Dios ayúdame!....

¡Maldita Anciana! [EN ESPERA] ©Место, где живут истории. Откройте их для себя