Finally free | Ziam Palik

Capitulo 1

Acababa de cumplir los dieciocho, y con ello, sus días en el orfanato habían terminado, ya que era mayor de edad. En todo aquel tiempo nadie lo había adoptado, todos preferían llevarse a los más pequeños, adorables bebés, niños de seis años, si tenías diez era incluso difícil que te sacaran de ahí. Él pasó quince años de su vida ahí dentro, pero finalmente había conseguido su libertad y no podía estar más feliz por ello, porque estar ahí dentro no era del todo agradable. Nadie lo sabía, pero en aquel orfanato usaban a los niños para trabajar cosiendo prendas para después venderlas a los mercados, como mano de obra, arruinando infancias de niños huérfanos.

Zayn salió y respiró hondo, con una sonrisa en su rostro. Ahora, ¿qué le depararía el futuro? Bueno, debería conseguir un trabajo, eso lo primero. Habiendo trabajado para el orfanato de manera ilegal y recibiendo las donaciones llevaba consigo dos mil euros, pero no podía considerarse una persona rica a pesar de que era la suma más alta que había tenido en sus manos, o bueno, en su bolsillo. Era también lo único que tenía y necesitaba un hogar, ropa, comida... Y no sabía realmente cómo estaban las cosas fuera del orfanato puestos a que no le dejaban ir demasiado lejos cuando salía.

Caminó por la acera mirando a su alrededor y observando a jóvenes sentados en bancos con sus teléfonos móviles caros, o hablando y riendo entre ellos. También estaría bien hacer amigos. Pero primero, debía conseguir un trabajo, aunque no supiera ni por dónde empezar. No es como si en el orfanato no se le hubiera explicado, pero nunca había prestado demasiada atención a las clases, y ahora aquello le pagaba factura.

Miraba los carteles pegados en los cristales de las tiendas, en algunas puertas, muros; pero la mayoría eran de ofertas de 2x1, descuentos, había visto que actuaba alguien en el estadio, algún cantante famoso del cual no había escuchado hablar nunca. Pero no había visto ningún cartel de "se necesita empleado" o algo parecido. Caminando un poco más empezó a ver carteles con la foto de un gato, y le llamó especial atención lo de "se ofrece recompensa". Bien, igual podría considerar su primer trabajo lo de buscar un gato. Y de haber tenido un teléfono móvil como aquellos chicos que había visto en el banco, le habría sacado una foto al cartel para acordarse del número, pero no era el caso y ni siquiera tenía un bolígrafo para anotar el número. Miró a sus costados y al ver que no había nadie arrancó rápidamente el cartel, lo plegó y se lo guardó en el bolsillo del pantalón. Bien, ahora debía buscar a Perla, la gata perdida de color blanco.

***

Llevaba andando desde que salió del orfanato, sus pies dolían y estaba cansado, su estómago vacío, y estaba anocheciendo. ¿Pensó que encontrar al gato sería trabajo fácil? Vale, realmente estaba equivocado. Suspiró y se sentó en la escalera de un portal. Para colmo, se había alejado tanto del orfanato que no sabía dónde estaba. Mierda, ¿qué iba a hacer ahora? Ni siquiera tenía dónde quedarse. Bien, tenía dinero, por hoy podría quedarse en un hotel y comer algo de comida basura, que era lo más barato. Quizás ir al supermercado, si es que no estaba cerrado, porque ni siquiera tenía un reloj. Bufó. ¿Y pensó que irse del orfanato sería genial? Jamás pensó que diría aquello, pero él deseaba volver allí.

Se levantó y empezó a caminar de nuevo sin saber realmente a dónde se dirigía. Debía buscar un hotel.
Pasó frente a discotecas, bares, tiendas de ropa, segunda mano... Cuando se le acercó un borracho él salió por patas, aquel hombre apestaba y tal vez quisiera violarlo, hablaba de una manera muy extraña y no se había visto nunca en una situación como aquella. La vida fuera del orfanato era demasiado distinta y confusa.

-Sr. Payne, creo que debería volver ya a casa. -escuchó una conversación proveniente de un callejón, y habría seguido andando de no ser porque me impactó la conversación. No es que tuviera nada interesante, simplemente fue su vocabulario.