Cap 12: Deidara

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[NARRA _____]

Ya había pasado una semana desce que aquellos tipos me raptaron, me encontraba muy débil, desce que estoy aquí no había probado bocado... no era porque no me dieran de comer si no porque simplemente no quería nada de aquí, ¿por qué nadie me había venido aún a rescatar? ¿Habrían dejado de buscarme? ¿Se habrían olvidado ya de mí?

La gran y pesada puerta de madera se abrió dejando ver la figura de Hidan llevando un plato con algo de comida.

Yo simplemente cuando le miré a los ojos aparté mi mirada hacia otro lado.

Sentí como él se acercaba a mí y un olor a sopa caliente inundó mis fosas nasales.

- Tienes que comer -habló con voz seria- la sopa te ará bien.

Yo no contesté, no tenía fuerzas para nada, simplemente seguía mirando un punto inexistente en la grisácea roca de la pared.

- ¿Con que no quieres comer verdad? Pues comerás por las buenas o por las malas.

Cuando dijo eso él cogió mi rostro con su mano derecha y lo giró haciendo que lo mirase y una vez lo hice juntó sus labios con los míos pero no en un beso, los juntó para que yo tomara la sopa de sus labios.

Yo no tenía fuerzas para nada, ni siquiera para apartarlo y la verdad no me importaba mucho lo que estaba pasando en este momento.

Él seguía con lo mismo, cogía una cucharada de sopa se la metía en la boca y luego me la daba mediante un beso. Ya llevaba medio plato y no sé si era por el hambre que tenía o por otra cosa pero la sopa me sabía deliciosa.

Unas gotas de sopa resvalaron por la comisura derecha de mis sabios formando un pequeño hilo el cual Hidan no dudó en lamer con su lengua.

Ahí reaccioné y lo aparté de mí con las pocas fuerzas que me quedaban.

- ¿Qué te crees que haces? -dije con enojo mientras me limpiaba la mejilla
- Al fin reaccionas -dijo pasando su lengua por sus labios- ¿Este es tu plan? ¿Morirte de hambre?

Yo simplemente desvié la mirada sin ninguna expresión.

- ¿Crees que a ese tal Maara le gustaría eso?
- Es Gaara idiota -dije enfadada- y no te atrabas a mencionarlo
- Hmp, parece que la sopa te a hecho bien -dijo con una sonrisa burlona- ¿vas a cooperar con nosotros? Si no lo haces por tu propia cuenta te obligarán a hacerlo y creeme no te gustará -su voz sonaba calmada pero seguía siendo seria
- ¿Qué crees que me podríais hacer? ¿Torturarme? ¿Matar a mi familia? -dije en tono burlón- buena suerte
- O podríamos buscar a Gaara y torturarlo frente a tí.

Mis ojos se abrieron como platos, podría soportar que me torturaran a mí pero a Gaara...

- Está bien -dije mientras me levantaba con un poco de dificultad.

Él sólo me dedicó una media sonrisa triunfal y me llevó a aquella sala otra vez, pero esta vez en ella sólo se encontraba ese tal Pain y la rubia extraña.

- ¿Al final has decidido cooperar? - yo solo asentí despacio con rostro serio- bien, ya es muy tarde como para entrenarte así que será mejor que descanses para mañana -miró a Deidara y habló serio- dormirá contigo durante un tiempo.

Deidara sólo asintió y me guió hasta su cuarto y cuando entramos dentro cerró la puerta tras de sí.

- Será mejor que te pegues una ducha -dijo sin mirarme.

Me indicó dónde estaba el baño y cuando me quedé sola empecé a desvestirme, no ví la necesidad de cerrar con candado la puerta ya que no había ningún chico cerca.

El agua se sentía genial, estaba tibia y me limpiaba todo el sudor y la suciedad de mi cuerpo. Mientras el agua caía sobre mí unos recuerdos invadieron mi mente haciendome sonrojar.

Había recordado cuando Gaara y yo nos duchemos juntos y mientras él me cogía entre sus brazos y el agua calentaba aún más nuestros cuerpos lo hacíamos juntos.

¿Cómo estaría Gaara? ¿Me extrañaría?

Salí del baño y me envolví en una toalla pero cuando me fui a vestir no encontraba mi ropa, salí del baño envuelta en la toalla para ver si Deidara sabía algo.

- ¿Sabes dónde está mi ropa Dei...? -abrí mis ojos como platos.

Deidara se había quitado la túnica y la camiseta dejando ver unos bien marcados abdominales y pecho, era un hombre.

- ¿Te gusta lo que ves niña? -dijo con una media sonrisa mientras se hacercaba a mí
- E-esto... ¿n-no eres... eres mu-mujer? -dije retrocediendo y chocando con una pared.
- ¿Este te parece el cuerpo de una mujer? - él me había arrinconado en la pared- ¿Qué pasa? ¿Te ha comido la lengua el gato?
- ¿Podrías apartarde? -dije mientras me quitaba de su agarre.

Cuando había dado dos pasos él se abalanzó sobre mí y caimos los dos sobre la cama, él encima mío mientras me agarraba mis muñecas con sus manos.

- ¿¡Qué te crees que haces!? -grité enojada y algo sonrojada- ¡Quítate de encima!
- ¿Quién me obliga niña? ¿Tú? ¡Já, eso me gustaría verlo!

Iba a gritarle de nuevo pero él me calló con un beso.

Su lengua se había metido en mi boca sin niguna delicadeza y se entrelazaba con la mía queriendo apoderarse de toda mi boca.

Su beso era brusco pero Dios que bien besaba, no me daba cuenta pero mi lengua intentaba seguir el ritmo de la suya, aflojó un poco su agarre y bajó una mano hasta mi toalla bajándomela hasta el vientre.

- Me gustan las chicas con más pecho, pero para tu edad no está mal -habló con una media sonrisa en los labios.

Deidara acercó a uno de mis pechos y lo empezó a lamer mientras que ponía la mano que tenía libre y la boca que tenía en la mano me lamía mientras masajeaba mi pecho.

Intenté soltarme pero él me agarró más fuerte con su mano, se separó un poco de mí y sopló sobre el pecho que me había lamido hasta dejarlo levemente enrojecido.

Cuando sopló sentí un mar de emociones y no pude evitar soltar un gemido, nunca me habían hecho sentir ese placer, era como si una corriente eléctrica recorriera todo mi cuerpo haciéndolo estremecer.

- ¿Te gusta esto? ¿Quieres que lo vuelva a hacer?
- ¿Por qué haces esto? Tú mismo has dicho que soy una niña-dije mientras sentía como mis ojos se llenaban de lágrimas.
- Simplemente me apetecía, y solo nos llevamos 2 años de diferencia.

Quitó su mano de mi pecho y la fue bajando poco a poco hasta que llegó a mi muslo,su roce me hacía estremecer pero cuando su mano llegó a mi muslo solté un pequeño quejido de dolor ya que la boca de su mano me había mordido en el lugar donde me herí.

- ¿Qué pasa? -mira mi pierna- no tiene muy buena pinta.

Cuando dijo eso se apartó de mi y se fue a por un botiquín, ocasión que yo aproveché para volverme a tapar con la toalla. Cogió mi pierna con delicadeza y empezó a curarla con cuidado, ¿él era el mismo chico de hace unos segundos? Parecía otra persona totalmente diferente.

- ¿Qué me miras tanto niña? - dijo sin apartar la mirada de mi herida mientras la curaba.

Yo no contesté, simplemente me quedé callada con cara seria.

- Con esto bastará de momento, ten cuidado de no lastimarte ahí ¿vale? -yo asentí con la cabeza- será mejor que nos durmamos ya.
- Hum... Deidara, ¿me podrías dejar algo de ropa? -le pregunté con la mirada gacha y en apenas un susurro.
- Hum sólo si te cambias enfrente de mí -respondió con una sonrisa
- ¿Q-qué? ¿por qué? - dije roja de vergüenza
- Ese es el trato, ¿sí o no?

No sabía qué hacer, no quería quedarme solo con una toalla pero tampoco quiero desnudarme enfrente de él...

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Kyaaaaaa!!!! Feliz año nuevo!!!!

¿¿Qué le dirá _____ a Dei??
¿¿Aceptará??
¿¿No lo ará??

Decidme que queréis que _____ diga.

¡¡Estrellita y comentad!!

Chai~♥

Gaara x tí :Lemon [Nunca Me Abandones] <<Terminada>>Where stories live. Discover now