Esto es hermoso y nadie habla mal de Sebastian en mi presencia.

70 4 1
                                    

Llevaba como media hora en la moto con Kristian, me había vendado los ojos ya que quería que el lugar a donde ibamos fuera una sorpresa, ya me estaba cansando un poquito admito que al principio me sentía un poco emocionada por saber a dondé me llevaba pero después de media hora lo único que quería era turarme de la moto.
-¿Falta mucho? . Le pregunto como por decima vez.
-No.
-Ya quiero llegar. Digo haciendo un pequeño berrinche, no me importaba parecer una niña de cinco años, solo quería llegar.

Sentí que el auto se detuvo y derrepente una felicidad invadió mi cuerpo, habíamos llegado.
-ok, te voy a quitar la venda.
Al quitarme la venda pudé observar un hermoso paisaje, estabamos en una montaña, se podía ver el mar era hermoso de un azul grisiento pero no sució, el agua era super transparente estaba demasiado limpia y su color era algo inexplicable, la montaña era hermosa , limpia y de un color hermoso.
-Esto es...hermoso. Fue lo único que logré articular.
-Si...lo sé, desde que tengo me moria vengo aquí cuando nesecito pensar o cuando me siento feliz o triste...sientete afortunada eres la primera en venir.
-¿En serio?
-Si
-¿Por qué nunca habías traído a nadie aquí?
- No sé, nunca tuve amigos ni a nadie importante a quién traer aquí.

Me quedé pensando en lo que acababa de decir ¿me acababa de decir que soy su amiga o que soy una persona importante para él?

-Sé lo que piensas y si eres mi única amiga por lo que también eres una persona importante para mi.
-Pero si no me conoces bien...
- Desde que te ví me diste muy buena vibra, cuando dormí contigo me sentí protegido, me sentí feliz y cuando te pasé a recojer hoy a tu escuela me dí cuenta de lo hermosa que eres, osea ya me había dado cuenta antes pero verte hoy aclaro todos mis pensamientos.
-¿Cuales pensamientos?
-Mis pensamientos de que eras perfecta quedaron afirmados, ah y por cierto ¿quién era el amigo tuyo ese con él que ibas a estudiar?
- Ah Sebatian, es mi amigo o puedé que un poco más de eso pero aún no lo sé muy bien. Dije y me dí cuenta de que la expresión de kristian había cambiado de una serena a una un poco molesta casi podríamos decir que celoso, pero por favor Kristian enamorado de mí, eso nadie se lo creé.
-No me cae muy bien, me parece una mala persona, creo que deberías dejar de verte con él. Dijo tan rápido que me costó un poco entenderlo.
-¿Qué? Espera me estás diciendo que dejé de hablar con Sebastian, una de las mejores personas que he conocido.
-Si, no me cae bien.
- ¿Tu quién te crees? Casi ni te conozco y me traes a un lugar apartado de la sociedad solo para decirme con quién puedo verme y con quién no. Abrió la boca para decir algo pero no lo dejé. Yo te agradezco con mi alma que me hayas salvado y acogido en tu casa ese día es algo que nunca te voy anpoder agradecer como se debe, pero nadie va a venir a decirme a mi que no le hablé a Sebastian, ah y por cierto si vuelves a mencionar su nombre en mi presencia ni se te ocurra volver a hablarme, llevame para mi casa ya me quiero ir.
-Ok, si eso quieres. Dice y se levanta de golpe caminando hacia la moto.
El camino fue muy incomodo, se respiraba esa molestía que yo sentía por eso que me había dicho, yo quiero mucho a Sebastian y nadie va a venir a decirme que no le puedo hablar y menos a decir que es una mala persona. Al llegar a mi casa me bajé del carro sin siquiera decir adios
Y me adentré a mi habitación, nesecitaba dormir quería descansar un poco y mañana tendría que ir a la escuela a disculparme con Sebastian, a contarle todo a Mili y a escuchar y a dejarle en claro a algunos estudiantes sobre los rumores que seguro ya han inventado, que cansancio no quería pensar en nada de eso, me duché y me cambié de ropa y a penas mi cabeza tocó la amohada me quedé dormida.

Blanco y NegroWhere stories live. Discover now