«Fall» [Daniel Oviedo]

XVII

Llegué a casa y lo primero que hice fue tirarme en el sofá. Encendí la tele y comencé a ver La que se avecina.

Al rato, mi madre llegó con un cachorro.

—Pero bueno! —dije al verlo —y este pequeñín?

—Pensé que te gustaría —dijo mamá.

—¡Me encanta! —exclamé y lo cogí.

—Cómo le llamarás?

—Mickey —dije sonriente.

—Bienvenido a la familia Mickey —dijo mamá para luego darle un beso.

Se escuchó el sonido de una moto fuera.

—Creo que uno de tus amigos está aquí —dijo mamá.

—Vooy —suspiré cansada y salí afuera.

Entonces vi a Dani apoyado en su moto y mirando el móvil.

—Hola —dije. Me miró.

—Vienes a dar una vuelta? —pregunta.

—Estás seguro?

—Segurísimo.

-o-

—Ah! No Dani! No tan rápido! —grito agarrándome muy fuerte a él.

—Déjate llevar!

Escondí mi cara en su espalda y el rió.

Paró la moto cuándo estábamos en lo alto de la colina.

Me bajé y me senté en el suelo.

—Tierra, gracias —dije.

—Ven aquí —me dijo y me levanté.

Se acercó a mi y me cerró los ojos. Comenzó a andar llevándome con él. Hasta que paró.

—Nunca he traído aquí a nadie, solo vengo para pensar. —dijo.

Me quitó la mano de los ojos dejándome ver toda la ciudad a nuestros pies. Era diminuta comparada con nosotros.

Sonreí.

—Increíble —dije. —Es... Increíble.

—Quería traerte a un sitio especial para darte las gracias por todo lo que has hecho. —me enrolla con sus brazos —por estar ahí siempre.

Puse mis manos sobre las suyas.

—Eres muy grande Daniel —digo.

Me da la vuelta.

—Quería que nuestro primer beso fuese especial, y que hay más especial que éste sitio? —dijo.

Sonreí.

Me besó.

¡Porfín!

El beso fue lento y a la vez apasionado. Duramos así varios segundos. Sin importarnos nada. Solos él y yo. Sin nada que nos frenase.

Era la mejor sensación. Era como caerse del cielo. Soñar despierto.

Sus labios encajaban perfectamente con los míos y los movíamos al compás.

Y así hasta que nos quedamos sin aire.

Le miré y él me miro a mi.

Nos abrazamos y cerré los ojos. Quería permanecer así todo el tiempo del mundo. Sintiéndolo cerca.

—Te quiero —le oí decir. —Tu me quieres?

—Te quiero.