Encuentro

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Rodrigo había salido de clases. Se sentía culpable, por su culpa habían descubierto a Alexander. Él fue quien presionó a Alexander con lo del supuesto gato, él fue quien le subió la manga. Si no fuese insistido por el momento tal vez el profesor no fuese visto nada. Rodrigo solo esperaba que Alexander no le odiase, no podría con eso. Preferiría seguir así, como amigo incondicional del pelinegro.

Rodrigo caminaba de regreso a su casa, recordó que le había cortado el internet por que no había pagado al día si no un día después y le tocaba "multa" una semana sin internet. "Estúpido, solo porque el internet es malditamente rápido estoy con ese estúpido proveedor" pensó con rencor hacia su proveedor de internet. Rodrigo decidió ir al parque que estaba frente a su casa ahí llegaba el wifi de una de las casa del vecindario.

Cuando Rodrigo se acercaba al parque escuchó unos gritos. Se asomó por instinto a ver si alguien estaba en problemas cuando vio a Alexander ser ayudado por dos chicos. Se acercó corriendo hacia el grupo.

―¿Qué sucede? ―preguntó una vez llegó a la escena―. ¿Estás bien? ―preguntó Rodrigo a Alexander.

Rodrigo se sintió aliviado cuando vio asentir a Alexander. Sin poder contenerse tímidamente tomó la mano de Alexander y le sonrió para reconfortarlo. Se sorprendió un poco al ver a Alexander sonrojarse y no rechazarlo cuando lo toco.

―¿Es él? ―habló el rubio que molestaba a Alexander. Rodrigo no atendió a que se refería.

―Samuel, largate. Entiende que tú y yo no somos nada. ―dijo al borde de las lágrimas Alexander.

Rodrigo miró sorprendido al hombre frente a él. Frunció el ceño y lo miró con odio.

"Así que este es el desgraciado" pensó con odio Rodrigo.

―Será mejor que vallamos a casa ―dijo uno de los chicos que defendía a Alexander.

―¡Ustedes no se van! ¡Tú no te vas con él! ―gritó Samuel señalando a Rodrigo. Rodrigo no entendía por qué Samuel la había tomado con él.

Rodrigo cansado de tanta idiotez se fue contra Samuel y le asentó un puñetazo tirándolo al suelo.

―Me vale madres quien seas, ¡alejate de Alexander! ―amenazó Rodrigo.

―Solo eres un niñito ―dijo Samuel levantándose yéndose contra Rodrigo, pero el otro chico intervino lazándose contra Samuel para golpearlo.

―¡Ya basta! ―gritó Alexander.

Alexander se acercó a Rodrigo y lo tomó de la mano. Rodrigo se sorprendió un poco por la acción pero sonrió al ver a Alexander preocupado por él.

―¡Metete en tu puñetera cabeza que Alexander no está solo! ―gritó el chico que siguió golpeando a Samuel.

Se alejaron del parque y comenzaron a caminar calle abajo. Rodrigo apretó suavemente la mano de Alexander sorprendido porque este aún no se apartase.

―¿Putito estas bien? ―preguntó uno de los chicos que los acompañaba.

Rodrigo frunció el ceño por la forma en que llamo a Alexander. Rodrigo lo miró amenazante.

―¿Por qué lo llamas así? ―preguntó entre dientes Rodrigo.

James pestañeo y luego miró a Thomas―. ¿Y este mocoso quien se cree? ―le preguntó a Thomas.

―Calma, calma ―dijo Thomas notando la tensión.

―Ellos son mis hermanos mayores ―dijo con una sonrisa Alexander―. James me ha llamado así desde que conoció la palabra. Él es Thomas.

Los mencionados hicieron una seña en forma de saludo.

―No lo sabía, lo siento ―Se disculpó de mala gana Rodrigo.

―Y él es... ―dijo Thomas.

―Es Rodrigo, estudia conmigo.

A Rodrigo no le gustó la forma en que los hermanos mayores de Alexander se miraron cómplices.

Cuando llegaron a la casa de Alexander una chica esperaba afuera y cuando vio a Alexander corrió hasta abrazarlo.

―¿Estas demente? Emmanuel me lo conto, mi mama está muy preocupada no ha dejado de llorar y padre no deja de culparse.

Alison abrazo a su hermano casi asfixiándolo mientras lloraba.

Rodrigo miró sorprendido la escena. No comprendía mucho, si la familia era tan unida quería decir que el culpable de la forma de ser de Alexander era ese tal Samuel. Rodrigo se preguntaba qué era lo que había pasado.

―¡En tu vida te vuelvas a lastimar! ―gritó Alison tomándolo de las manos.

Tras esas palabras a Rodrigo se le ocurrió una idea. Pero por el momento era mejor retirase.

―¡Hey! Alex, debo irme ―dijo Rodrigo rascándose la mejilla tímidamente.

Alexander miró a sus hermanos quienes asintieron y fueron dentro de la casa.

―Gracias.

―No tienes que agradecer.

Alexander miró a Rodrigo y sonrió sincero. Rodrigo no pudo evitar pensar que era tierno el más bajo y que se veía lindo a pesar del golpe en su pómulo derecho.

―Nos vemos ―dijo Rodrigo sacudiendo el cabello de Alexander. Pero se paralizo al recordar que el más bajo odiaba el contacto físico. Pero se sorprendió al ver un sonrojo y una sonrisa en el rostro en vez de la normal mueca de rechazo.

N/A: hasta aquí llega la cabuya, no mentira, hay mas pero me llamo una compañera de la universidad y adivinen no tenía ni una puta idea que día era y chan chan chaaaan solo me falta una semana para regresar a la universidad y me falta estudiar y debo prepararme así que no sé qué tan constante sea a partir de hoy. Pero espero poder darles su merecido capitulo diario. Si no se puede recuerden que no es mi culpa es culpa de los profesores.

Besos y gracias por comentar, votar y leer. 

recuerden que alexander tiene los ojos marrones, es algo que no entiendo el actor en algunas ocasiones se le ven los ojos marrones en otras verd



Diario de un SuicidaWhere stories live. Discover now